PISA pone al MEC en su sitio
Autor: José M. LACASA
El Ministerio no pasó buena semana de puente: tras desayunarse el martes con los resultados del PISA 2003 –que, como era previsible, puesto que nada se ha hecho para corregirlo, nos dejan en los puestos de cola–, se desayunan el viernes con la confirmación (a través del INE) del alejamiento de España de los objetivos de la convergencia educativa –datos adelantados por MAGISTERIO el 3 de noviembre pasado.
Lo primero que ha conseguido PISA ha sido bajar al Ministerio de su nube rosa, de un golpe y sin ponerles red, como evidenciaron las primeras declaraciones de Alejandro Tiana, criticadas por amigos y enemigos y que hacen temer la insuficiencia de la re-reforma que están preparando.
Porque una de las cosas que evidencia el informe es que la famosa equidad –que defendía el mismo Tiana en este periódico hace apenas un mes– comienza también a resquebrajarse: tanto en lectura como en ciencias los resultados son menos equitativos que en 2000, y eso gracias a que los que sabían poco en 2000 saben menos aún en 2003 (aunque los que sabían mucho en 2000 no saben más este año). Si aún se puede decir que en España los hijos de padres universitarios están a menor distancia que los hijos de padres con estudios básicos que en el resto de Europa, apenas es el único rasgo de equidad que nos queda: por ejemplo, las diferencias por sexo en lectura nos ponen a la cabeza de Europa (si la situación fuera al revés, estaban quemando el Ministerio).
Otros datos interesantes –a la espera de un análisis más profundo que les prometemos el próximo número– son, por ejemplo, que nuestros alumnos tienen un altísimo “sentido de pertenencia” al centro, y que consideran que el nivel de nuestros profesores de Matemáticas al nivel de los finlandeses, entre los primeros de la OCDE.
Buenos profesores, con una financiación media, con un nivel general de todo lo que no sean resultados aceptable… ¿qué es lo que está fallando?
MAGISTERIO anunció los resultados
Un mes antes de que se publicaran los resultados del informe PISA 2003, este periódico ya dio la voz de alarma al constatar que los indicadores europeos que medían la Educación española habían bajado en los últimos años, y las distancias entre comunidades, sexos y redes aumentaban.
Concretamente, este periódico constató la bajada de nivel en la caída de las tasas de idoneidad, en la disminución del número de graduados en Secundaria superior y en el aumento de jóvenes que habían abandonado el sistema educativo. También denunció que el MInisterio había pasado de puntillas sobe esta caída de los indicadores al poner sólo los indicadores cada cinco años para minimizar la caída del sistema.
El informe PISA no se ha andado con paños calientes, y confirma punto por punto las afirmaciones de MAGISTERIO: caída de resultados en lectura, un 44% no aprueba el examen de Matemáticas, descenso del “grado de equidad”, aumento de las diferencias entre hombres y mujeres…
Y como ante la denuncia anterior, el MEC ha vuelto a contestar lo mismo: no hay bajada, la progresión ha sido espectacular en los últimos años, estamos donde nos corresponde… Algunos hablan de autocomplacencia. Otros, de ceguera.
Alrededor del 45% de los alumnos españoles, suspensos
Aunque varios periódicos indican en sus análisis que los alumnos “suspensos” por PISA eran sólo los que tenían un ‘nivel 1’ o menor, consideramos que están por debajo del mínimo también los del ‘nivel 2’ (en pocas palabras, los que saben dividir y poco más con 15 años).