El pacto reúne a toda la concertada y exige libertad

Autor: Marta SERRANO

Buena parte de la comunidad educativa exige libertad con mayúsculas. En concreto son diez las asociaciones que suscriben el documento El derecho de los padres a elegir la educación en libertad, un pequeño libro que aboga por la unidad de los padres para reclamar su derecho a que sus hijos estudien de acuerdo con sus creencias filosóficas, religiosas y morales como garantiza teóricamente nuestro ordenamiento jurídico.

Las asociaciones firmantes –Ancee, CECE, CES, CODE, Concapa, Cofapa, Educación y Gestión, FERE, FSIE y USO– presentarán el documento citado el próximo 8 de junio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. De esta forma exigen al Ministerio de Educación que respete los derechos y libertades de todos los padres. Tras esta presentación, y como ya adelantó MAGISTERIO en su edición del pasado 4 de mayo, el documento (del que se editarán aproximadamente un millón de ejemplares), se hará llegar a todas las familias tanto de los centros concertados como de los públicos. Para su difusión se utilizarán incluso las nuevas tecnologías, distribuyendo copias en formato electrónico.

Se trata, según los promotores, de que “todas las familias estén informadas y puedan exigir a las administraciones educativas el cumplimiento de sus derechos”. Según el presidente de la Confederación de APAS Cofapa, Mariano Calabuig, “las dos palabras sobre las que gira todo el texto son las de unidad y libertad. Unidad de la comunidad educativa contra la planificación en la admisión de alumnos y libertad de todos los padres”.

Ésta es sólo una de las primeras medidas de presión de la comunidad educativa frente a la LOE. Para los promotores del texto “la libertad de enseñanza comienza por la posibilidad de escoger escuela: o dicho de otro modo, sin posibilidad de elegir no existe libertad de enseñanza. Cualquier intervención estatal que no respete esta premisa resultará restrictiva e impropia de un Estado democrático”, señalan.

En este sentido, para José María Ferre, consejero director general de Fomento de Centros de Enseñanza y miembro de CECE, lo mejor del documento “es que es consensuado y positivo. Es consensuado porque está avalado por la mayoría de los representantes de la comunidad educativa: patronales, sindicatos de profesores y alumnos, confederaciones de padres y entidades o federaciones de centros”. Todos unidos en favor de la libertad y del derecho de cada uno a elegir. Además, con este documento “se muestra a la sociedad que quienes defendemos el derecho de todos a elegir no somos unos pocos, sino la mayoría en la comunidad educativa, tanto pública, como concertada o privada”, explica. Y es positivo porque “no es en contra de nadie sino a favor del derecho a elegir de todos”. Es más, según Ferre, “el Estado debe permitir también a las personas con menos recursos llevar a sus hijos al centro que deseen”, porque es un derecho de todos con independencia de raza, religión, color, etc.

Discrepancias

Pese a la unidad en torno al documento, cabe destacar las diferentes concepciones entre varias organizaciones respecto a la Educación. Los extremos ideológicos están representados, por un lado, por la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE-CECA), que apuesta por la enseñanza como un servicio público y admite la necesidad de escolarizar alumnos de todo tipo y condición social.

En el otro extremo se sitúa Acade, una organización que apuesta por la mayor autonomía posible de los centros, al concebir la Educación como un derecho de la iniciativa social, de las familias, aunque se ofrezca un servicio de interés general. Desde esta concepción Acade ha decidido, por el momento, no firmar el libro.