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El liderazgo eficaz no reside en una sola persona, según la OCDE

Autonomía, reparto de funciones y el atractivo de la profesión son clave.
Martes, 29 de abril de 2008
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Autor: Lola Gª AJOFRÍN

“El mito del héroe individual que dirige a la tropa ha dejado de ser creíble y, menos aún, legitimable”.  Así define Peter Senge, director del centro para el Aprendizaje Organizacional del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), la metamorfosis que ha sufrido la Educación en los últimos años y esa parece ser también la conclusión de Mejorando el liderazgo escolar, la Conferencia Internacional organizada por la OCDE y el Ministerio de  Educación danés, en Copenhague, los pasados 14 y 15 de abril y en la que se manifestó la importancia del liderazgo educativo, pero distribuido y participado.

Para los representantes de los 22 países de la OCDE  que participaron en el evento, el liderazgo  juega un papel clave en la mejora de los resultados educativos “por influenciar la motivación y las capacidades de los profesores” y por ello debe ser prioridad de las políticas internacionales. Con ese fin, se fijaron los cuatro puntos en torno a los que deben girar las políticas educativas europeas en la práctica, que se refieren a una mayor autonomía, a un liderazgo participado, a una formación de calidad y a hacer más atractiva la profesión del director.

La primera recomendación que lanzó la OCDE fue la de “redefinir las responsabilidades del liderazgo” y enfocarlas a un mayor grado de autonomía, evaluaciones periódicas,  estrategias de gestión de los recursos financieros y humanos y colaboración con otros colegios. Otros expertos también consideraron  la autonomía como tema clave en el liderazgo. Es el caso de Duncan Waite, director del Centro Internacional para el Liderazgo Educativo, que definió al director como “prisionero de la organización” o Antonio Bolívar, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada, que apostó por una mayor autonomía, pero acompañada de responsabilidad y de “evaluaciones de diagnóstico”.

“Ni héroes ni individuos con capacidad para hacer milagros nos conducen muy lejos” añadió Antonio Bolívar, que recordó que el líder “ya no puede entenderse como alguien que, desde una cúspide, dirige a los demás”. Ésta es también la segunda recomendación por la que se apostó en la Conferencia de Copenhague y en la que se aconsejó que “el liderazgo eficaz no resida en una única persona, el director, sino que sea distribuido en un equipo”.

“La capacidad para orientar, dinamizar, encauzar y articular las iniciativas de los diferentes sectores de la comunidad depende en grados significativos de equipos directivos capacitados”, según Antonio Bolívar. Una idea que la OCDE  destacó como tercer punto, al apostar por el “desarrollo de las habilidades y capacidades directivas con el fin de lograr un desempeño más efectivo del liderazgo.

Pero ni autonomía, ni liderazgo compartido ni el desarrollo de las habilidades adecuadas serían posibles sin directores de calidad. Para ello, el cuarto punto que se sugirió en Dinamarca se refirió a  fomentar el atractivo de la profesión, con procesos de selección más rigurosos, mejores salarios y más facilidades para los directores.  El catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada también consideró fundamental hacer de la dirección escolar una profesión más atractiva y recordó que en el modelo de gestión democrática de los centros, –“que se prolongó desde el final de la dictadura hasta hace poco”, aclaró– ha sido tan escasa la presentación de candidatos a director, que casi en la mitad de los casos tuvieron que ser nombrados directamente por la Administración. En definitiva, en palabras de Mercedes Esteban Villar, directora del Instituto de Estudios Educativos y Sociales, “el director, junto a su equipo, contribuye a que los alumnos alcancen sus propias metas, su autodeterminación y su realización como ciudadanos”.

Los expertos opinan sobre liderazgo  
Mercedes de Esteban. Dtora del Instituto de Estudios Educativos y Sociales de la Fundación Europea Sociedad y Educación.
“El director debe manejar las múltiples variables para articular una organización social basada en las relaciones humanas, una organización inteligente basada en la alta cualificación de sus miembros y una organización emprendedora a la que se le pide objetivos evaluables y resultados eficientes”

Duncan Waite. Director del Centro Internacional de Liderazgo Educativo. Universidad Estatal de Texas (EEUU).
“El director, como administrador, es responsable  de los recursos del centro y de su mantenimiento. Pero la Educación es más que un edificio, una clase o un programa de estudios, es la preparación para el mundo actual. A los centros les falta la capacidad de instigar grandes ideas y visiones en los directores, autoridades y maestros, que se transfieran a los niños”.

Antonio Bolívar. Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada.

“El directivo, en un ejercicio de liderazgo ‘transformador’ de los modelos habituales de organizar, identifica, consensúa y establece metas deseables y estimula un clima de colaboración para ayudar a la escuela a resolver sus problemas”.

Viriginia Torres. Coordinadora del Máster en Dirección y Gestión de Centros Educativos. Universidad de Deusto.

“No se puede enseñar a ser líder, aunque sí se puede llegar a serlo. Para ser un buen directivo hacen falta capacidades técnicas de experto. En España hace falta mejorar la formación inicial y continua de los equipos directivos, las condiciones del ejercicio de sus funciones, su reconocimiento, su recompensa en términos económicos y de carrera profesional”.

José Luis San Fabian. Universidad de Oviedo.
“El  liderazgo educativo ha de ser  realmente educativo y no, jerárquico, burocrático o simplemente decorativo. Debe ejercerse de forma compartida y a medioplazo debe ser rotativo.  A mayor responsabilidad de los equipos docentes menor dirección se necesita”.

Michelle Young. Dtor Ejecutivo del Consejo Universitario para la Administración Educativa. Facultad de Educación UT, Austin (EEUU).
“Según el estudio de Leithwood y Jantzi la dirección debe ejercerse en relación con los objetivos y expectativas, la ayuda individual a los profesores, rediseñar la organización, fomentando la colaboración de las familias y la comunidad y administrar la organización, proporcionando apoyo y recursos”
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