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Big Data, el reto educativo

RedacciónMartes, 30 de octubre de 2018
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El boom de los datos es tan apabullante, su impacto está ya tan extendido en cada ámbito de la sociedad y sus posibilidades son aún tan exponenciales, que la necesidad de educar para entender su trascendencia, para hacer un uso responsable de los mismos y para asomarse a sus infinitas posibilidades requiere una atención urgente como la que hace ya un año puso en marcha EduCaixa.

El éxito cosechado por el programa Big Data, la inteligencia de los datos de EduCaixa en su primera edición, el curso pasado, corrobora la urgencia formativa que tienen los jóvenes a quienes va dirigido: estudiantes de 3º y 4º de ESO, Bachillerato y ciclos formativos, generadores masivos, e inconscientes, de datos a cada minuto.

Un total de 682 centros se registró para desarrollar el programa con más de 2.800 alumnos y más de 900 docentes. La posibilidad de elegir entre tres itinerarios de diferente intensidad o de implementar el programa completo permite al profesorado adoptar diversos grados de compromiso de acuerdo con sus posibilidades y las características de su alumnado.

A través de infografías, vídeos, actividades en red y una app propia que conecta directamente con los hábitos digitales de los estudiantes, el programa Big Data logra estimular y mantener el interés de estos, y transmitirles enseñanzas clave para su competencia digital, su competencia social y cívica, así como para la competencia emprendedora.

Además, el programa Big Data, la inteligencia de los datos de EduCaixa incluye un incentivo añadido para los jóvenes: la participación por equipos en el Reto Big Data y en el Dataton final para demostrar las competencias adquiridas con un gran premio en el horizonte.

El pasado curso, en su primera edición, el Reto Big Data reunió a 116 equipos participantes, que tuvieron que convertirse en periodistas de datos y elaborar una noticia sobre el siguiente tema: “El impacto medioambiental y/o social de los dispositivos electrónicos en el mundo”.

El uso que hicieron de los datos para justificar el enfoque de sus informaciones fue clave en la decisión del comité evaluador, que seleccionó a ocho de los equipos y los condujo a la competición final, el Dataton, un apasionante encuentro de tres días en el que los grupos participantes se enfrentaron a un reto de envergadura: aportar soluciones a un problema social real a partir del tratamiento de datos.

Planteado como un ejercicio de inteligencia colectiva y colaborativa (competencia clave en el futuro que les espera) y como una oportunidad extraordinaria de learning by doing, los ocho equipos de alumnos y profesores, ayudados por diversos mentores, tuvieron que afrontar el cierre del suministro de agua en Ciudad del Cabo debido a la sequía, una situación extrema relacionada con la Smart Citizenship y con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Con los conocimientos, las aptitudes y la sensibilidad adquirida a lo largo del curso respecto a la generación y aprovechamiento de datos masivos, el desafío del Dataton estuvo a la altura de los participantes.

Hubo dos equipos vencedores, uno integrado por chicas y otro por chicos. Su premio: un viaje de 10 días a Silicon Valley para conocer la cultura emprendedora del valle californiano, el trabajo de gigantes como Google y Netflix y su uso del big data, y también algunas de las universidades estadounidenses más prestigiosas.

La experiencia incluyó la convivencia y el trabajo diario (en talleres y actividades), con los cinco equipos ganadores del Desafío Emprende, el concurso con el que EduCaixa finaliza cada curso su programa educativo Jóvenes Emprendedores. El aprendizaje mutuo y las sinergias generadas hicieron la experiencia aún más enriquecedora, según confirmaron a su regreso los docentes que acompañaron a los jóvenes.

La profesora Carmen Navarro, del Colegio “Nazaret Oporto” de Madrid, que viajó con sus cuatro alumnas ganadoras del Dataton de EduCaixa, arrojaba este balance, no solo del viaje a Silicon Valley, sino de todo el programa Big Data. “Ahora estas chicas tienen claro que quieren continuar su formación universitaria por el campo de los datos. Para mí eso ya es un premio: ver que has sido capaz de despertar vocaciones y de que entiendan la aplicación real de los conocimientos; que se hayan dado cuenta de que el conocimiento trasciende el aula”, explicó Navarro.

Porque comprender, pensar de manera crítica y aprovechar el universo de datos que sostiene nuestra vida digital no es solo competencia digital; es la vida misma.

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