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La barrera del título de la ESO impide avanzar a los alumnos más desfavorecidos

En España, en los últimos diez años, cerca del 25% del alaumnado no ha obtenido el título de Secundaria. El Consejo Escolar del Estado propone sustituirlo por un certificado, como ocurre en la mayoría de países de nuestro entorno. El certificado abiría una vía profesional a partir de los 16 años.
Diego FranceschMartes, 16 de junio de 2020
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© Enjoys25

En España, en los últimos diez años, cerca del 25% del alumnado no ha podido obtener el título de la ESO y, en consecuencia, no ha podido seguir cursando estudios posteriores, según el informe presentado por el presidente del Consejo Escolar del Estado, Enrique Roca, en el Congreso de los Diputados. Eso ha afectado, igual que la repetición, a los alumnos desfavorecidos en una proporción muy elevada, según el CEE. Y mucho es de temer que la brecha digital se añada aquí a la social, económica y cultural este mismo curso, pues son los mismos alumnos los que la padecen. «Hay que evitar a toda costa que esto siga siendo así en los cursos siguientes», señaló Roca en su intervención.

La propuesta del CEE es, pues, «otorgar al título el carácter de una certificación para todos los alumnos, que incluyera sus respectivas calificaciones, suficientes o no, y un informe de orientación y recomendación sobre sus posibilidades educativas y formativas», como se hace en otros países de nuestro entorno.

Este título-certificación permitiría el acceso a todo el alumnado a «distintas vías formativas»: las actualmente existentes y una tercera de aprendizaje profesional, posterior a la Secundaria obligatoria.

Otros autores, como el sociólogo de la Educación Julio Carabaña, van más allá y proponen directamente suprimir el título. «A mi entender –dice Carabaña– eliminaría automáticamente el fracaso escolar, contribuiría notablemente a eliminar la repetición de curso, ya que buena parte de la repetición se debe a la presión para que los alumnos vayan al ritmo que marcan los contenidos con los que luego van a obtener el título y, por supuesto, contribuiría a bajar bastante el abandono escolar temprano».

Que todos pasen de curso

Por lo que se refiere al curso actual, Enrique Roca señaló que «se trata de que pasen de curso todos, con la información precisa de su rendimiento, de modo que aquello imprescindible que no haya podido alcanzarse ahora pueda ser recuperado al inicio del próximo curso». Y añadió que «esto, que es tan excepcional en España, y que causa tan gran preocupación en algunos sectores de la opinión pública, es lo que viene pasando en buena parte de los sistemas educativos de países de Reino Unido, EEUU, Canadá, Suecia, Italia, Francia o Alemania». En estos países, la repetición de un solo curso al final de la Primaria está entre el 1 y el 4%, sin embargo, en España, se ha mantenido entre el 12 y el 14% entre 2000 y 2019.

En estos países, la repetición de un solo curso al final de la Primaria está entre el 1 y el 4%, sin embargo, en España, se ha mantenido entre el 12 y el 14% entre 2000 y 2019

Y esta repetición –según el informe del CEE, ha venido castigando de modo muy especial a los alumnos del cuartil inferior de estatus socioeconómico; más de la mitad de estos alumnos repiten curso, mientras que los del cuartil superior apenas tienen problemas de repetición.

Esta situación ha dejado de ser así en los otros países europeos que mantenían una repetición de alumnos elevada, como Francia, donde se ha rebajado drásticamente la repetición en los últimos años hasta dejarla cerca del 3% al final de Primaria.

Según Enrique Roca, «en la totalidad de los países estudiados, salvo en España, no alarma que el paso de curso este año pueda ser automático; pero no por el coronavirus, sino porque así ha sido desde hace muchos años en los países anglosajones y nórdicos o en los latinos, como Francia e Italia, en los años recientes».

Repetición de curso

Las razones por las que la promoción de curso no mejora en España son diversas. A juicio del CEE, dichas razones y las medidas que sería necesario adoptar para disminuir la repetición son, primero, «reconsiderar los excesivos contenidos de los currículos, su enseñanza y, sobre todo, que el alumnado adquiera los aprendizajes imprescindibles, esos que nos acompañan toda la vida». Los aprendizajes deben estar en «muy estrecha relación con las competencias básicas que se han de trabajar desde las diferentes áreas y materias», señala el informe.

En segundo lugar, estos «aprendizajes imprescindibles, la renovación metodológica y el trabajo en equipo deberían pasar a ser objetivo principal al que deberían responder la dotación de docentes, la organización del trabajo del profesorado, la dotación a todos los centros y a todo el alumnado de los equipos informáticos necesarios y el acceso a la red».

Y, tercero, los proyectos de centro deberían «hacer posible la organización de los espacios y las aulas orientados a las necesidades de renovación metodológicas, al trabajo flexible en equipo y a la codocencia en los mismos espacios, tanto en el trabajo, presencial y en red». Todas estas medidas van encaminadas a hacer posible que «la repetición sea realmente un recurso excepcional, como señalan las leyes educativas y ocurre en los demás países», dice el CEE.

Por lo que respecta al abandono escolar, el CEE cree que es consecuencia de lo anterior: la limitación que el Título de la ESO impone a todo el alumnado que no lo obtiene y ya no puede repetir. Véase, sino, la escolarización a los 16 años en el gráfico junto a estas líneas. El 54% accede al Bachillerato, pero solo un 4,6% accede a esa edad a la FP y un tercio no pudo pasar de la ESO. «Es imprescindible un auténtico esfuerzo inversor para dar oportunidad a ese tercio de alumnos de acceder a una de las vías señaladas, lo cual exige mejorar la oferta de FP», concluye el informe del CEE.

La herencia materna en Educación

  1. Las circunstancias familiares, particularmente el nivel de estudios de las madres, influye en el desempeño de los hijos. Esta relación es notable en todos los casos, más elevada para los alumnos que para las alumnas. El 40% del alumnado cuyas madres sólo han alcanzado estudios de Primaria abandona prematuramente la Educación, mientras que esa cifra disminuye hasta el 4% en el caso del alumnado cuyas madres han finalizado la Educación Superior.
  2. «Esta situación pone de manifiesto hasta qué punto es imprescindible atender a las dificultades socioeconómicas de las familias para que sus hijos puedan superar este ‘castigo’ de la discriminación social y el país pueda contar con todos sus ciudadanos para planificar el desarrollo y la riqueza futuros, no sólo con las 3/4 partes de los jóvenes, que acceden a una Educación y formación imprescindibles a partir de los 16 años», dice el CEE.
  3. El abandono en España ha disminuido del 28% en 2010 al 17,2% en 2019, pero casi triplica el de los países nórdicos, EEUU y Canadá, y está 7 puntos por encima de la UE.

El 32% de españoles no ha alcanzado la formación esencial

El informe del Consejo Escolar del Estado presentado la semana pasada por su presidente, Enrique Roca, en el Congreso, destaca que el porcentaje de españoles de 25 a 34 años que ha alcanzado al menos Educación Secundaria es del 68%, muy similar al 65% que ya se alcanzó al principio de esta década

España se encuentra a casi 25 puntos de los dos países americanos y a 20 de los más avanzados de Europa. «El ‘ascensor social’ español parece dejar fuera casi a un tercio de los españoles», se lamenta el CEE.

Este resultado pone de manifiesto que ese conjunto de dificultades, que se inicia con la repetición de curso en Primaria y continúa en Secundaria, se perpetúa con la barrera que supone el Título de la ESO y culmina con el abandono temprano, lo que provoca que el 32% de españoles de entre 25 y 34 años no haya alcanzado la formación considerada como un objetivo esencial de la UE desde hace una década.

«El mal educativo español lo sufren todos los jóvenes que repiten, no titulan y, finalmente, abandonan el sistema educativo», señala el informe. «Pero lo sufren también a lo largo de su vida, a la que se enfrentan con una formación menor que sus conciudadanos europeos o de otros países desarrollados», añade el CEE. «Y lo sufre el conjunto de la sociedad, que desperdicia talento, capital humano, riqueza y cultura colectiva».

Todas las razones ponen de manifiesto que es imprescindible un «extraordinario esfuerzo en inversión en Educación que permitirá en un primer momento, como mínimo, recuperar los niveles perdidos con la anterior crisis (0,8 puntos porcentuales del PIB) para poder abordar los efectos de la pandemia actual y el futuro con los recursos materiales y humanos suficientes», señala el CEE. «Es una cifra realmente extraordinaria, como lo son todas las que se están barajando para hacer frente con éxito a la reconstrucción del país, pero la Educación también es un bien extraordinario, y como tal debería ser considerado», señaló Enrique Roca.

Obligatoriedad en términos de tiempo y no de contenidos

Según el sociólogo Julio Carabaña, además de la supresión del título de la ESO, «ayudaría también, a mi entender, si se definiera la obligatoriedad de la enseñanza en términos de tiempo y no de contenidos».

«La enseñanza es obligatoria durante diez años y es absurdo, desde mi punto de vista, pretender fijar la obligatoriedad en términos de contenidos, porque siempre va a haber alguien que no los alcance», señala Carabaña. En su lugar «deberíamos intentar que cada alumno aprendiera durante ese tiempo lo que buenamente pudiera con un esfuerzo aproximadamente igual», afirma.

«Quizá estemos legitimados –añade Carabaña– para obligar a hacer más esfuerzo a los que van muy despacio porque son cosas muy importantes las que se dejan por aprender, pero yo creo que no hay razón para fijar unos mínimos que unos pasan holgadamente y otros solo forzosamente».

Para Carabaña, «en términos de tiempo, cada cual aprende lo que puede y después se crean enseñanzas adecuadas para que pueda seguir quien quiera, lo cual ayudaría también a simplificar el currículum de la ESO».

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