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Stop a la procrastinación

Centro Psicológico Loreto Charques
Expertos en el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención (TDA-H)
18 de mayo de 2021
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© Nuthawut

“La procrastinación hace difíciles las cosas fáciles, y hace todavía más difíciles las cosas difíciles”. Mason Cooley

¿La preparación de un examen?, ¿una cita médica?, ¿una tarea del trabajo?, ¿comenzar una dieta?, ¿tareas de casa?… La procrastinación es el hábito de postergar para más tarde aquellas acciones que consideramos prioritarias, sustituyéndolas por otras de carácter secundario y más irrelevantes.

Todos de forma ocasional hemos procrastinado en algún momento, sin embargo, reproducir esta conducta de manera continuada, convertirla en un hábito, puede traernos dificultades en el buen funcionamiento de nuestro día a día. Sentimientos de frustración, culpa, inseguridad y estancamiento suelen venir asociados a este comportamiento. No olvidemos que el “deber” que postergamos sigue esperándonos, y cada vez nos genera más ansiedad y menos tiempo de actuación.

Cuando procrastinamos, sabemos que estamos actuando en contra de los que nos conviene, es un hábito que suele perdurar y está estrechamente ligado al autoengaño. Temporal y aparentemente nos resulta placentero aparcar nuestro deber, y focalizarnos en otras tareas más satisfactorias, sin embargo, la realidad vuelve de nuevo a nosotros, de tal forma que, no solo nos detiene o retrasa, también, mina nuestra autoestima. Por el contrario, cuando pensamos, sentimos y actuamos alineados con nuestros objetivos y valores, nos sentimos seguros, organizados y orgullosos.

El primer paso para salir de este círculo vicioso será comprender los mecanismos inconscientes que nos impulsan a ello, esto nos permitirá elaborar un plan de acción para poder solucionarlo. Existen diversas razones que pueden conducirnos a procrastinar:

  • Miedo al fracaso: si nos sentimos vulnerables, si sentimos temor a fracasar, procrastinando nos estaremos alejando de aquello que estamos interpretando como un “fracaso”, nos distanciaremos de lo que nos genera temor. Temor a la autocrítica, temor a no cumplir las expectativas.
  • Miedo a los resultados, postergando, no me enfrento a aquello que temo.
  • Evitar la tensión que nos produce el propio afrontamiento.
  • Nuestra propia autoexigencia, si poseemos criterios de exigencia muy elevados, queremos entregar algo “perfecto”, nuestras expectativas serán muy altas, y frente a motivarnos, nos paralizarán.
  • Poseer creencias limitantes que nos alejan de nuestros objetivos, y no nos permiten enfocarnos en lo que consideramos prioritario, ej. si no me siento merecedor/a de algo, difícilmente voy a luchar por ello, o si no me siento capaz de emprender una tarea, procederé a postergarla.
  • Enfrentarte a tareas complejas, de gran magnitud, no saber ni por dónde empezar.

El primer paso para salir de este círculo vicioso será comprender los mecanismos inconscientes que nos impulsan a ello, esto nos permitirá elaborar un plan de acción

Una vez identificadas y comprendidas nuestras áreas de postergación y lo que nos incita a hacerlo, habremos adquirido mayor capacidad de afrontamiento de este hábito que nos genera ansiedad y sufrimiento. Estas son algunas estrategias que te ayudarán:

  • Realiza una definición clara de tu objetivo, ponte plazos asequibles, medibles, motivantes. Si la tarea a la que te enfrentas es de gran magnitud, divídela en subtareas.
  • Ten presente que las mismas acciones generan los mismos resultados, acepta que tienes que introducir cambios en tu “hacer” para que los resultados cambien.
  • Trabaja un dialogo interior positivo en relación con lo que estás postergando, mensajes que refuercen tus capacidades, no anticipes resultados negativos. Si surgen miedos, busca alternativas, no te frenes.
  • Rebusca en tu memoria emocional momentos de éxito que te sirvan de anclaje.
  • Crea un enfoque saludable, que sea motivante, reduce las expectativas, sin altas presiones.
  • Facilítate un entorno adecuado y mantente alejado/a de tus distractores.
  • Gestiona tus propios tiempos de descanso, no dejes paso a la procrastinación, tú los dirigirás, te ayudarán a mejorar tu rendimiento.
  • Recuerda que un paso adelante no te conduce directo a tu objetivo final, pero si te saca de donde estás, por ello, comenzar es fundamental, empieza con tiempo cortos que marquen el inicio.
  • Celebra cada paso que des y disfruta del camino de aprendizaje que has iniciado: aumentarás tu autoestima y descubrirás nuevas habilidades.
    Esperamos que este artículo te ayude, no dudes en contactar con nosotros si necesitas refuerzo para superarlo, estaremos encantados de acompañarte.

Esther Cazalla Briz, coach acreditada por Asesco. Centro Psicológico Loreto Charques

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