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La resaca de la covid en Educación: golpe en el aprendizaje y en salud mental

La covid ha acelerado la mejora de algunos indicadores educativos debido a que más jóvenes apuestan por formarse en vez de probar suerte en el mercado laboral, pero en el otro lado de la balanza figuran las graves secuelas emocionales y las pérdidas de aprendizaje por la situación derivada de la crisis sanitaria.
RedacciónLunes, 14 de marzo de 2022
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Dos años después de que los patios escolares enmudecieran por el cierre de los centros por el coronavirus, la situación en la educación arroja sombras y luces. Destaca, por un lado, la caída histórica del abandono escolar –uno de los mayores problemas del país– y, por otro, el aumento de los trastornos mentales, que van desde problemas de ansiedad a tentativas de suicidio y autolesiones.

La última estadística del Ministerio de Pilar Alegría señala que en 2021, el abandono temprano de la Educación y la formación en España se situó en el 13,3%, lo que supone un descenso de casi tres puntos sobre el año anterior y la mayor bajada en dos décadas. A ello ha contribuido la situación de la pandemia –que disparó el paro y los ERTE durante este periodo– y el encadenamiento de dos crisis, la económica de 2008 y la sanitaria del coronavirus.

Resulta especialmente llamativa la reducción del abandono entre las mujeres de entre 18 y 24 años, que por primera vez baja del 10 %, de acuerdo con el informe «La Igualdad en Cifras 2022», publicado por Educación el pasado día 8. La idea de que lanzarse ahora al mercado laboral no es una buena opción lo apuntala otro dato: casi el 80% de la población de 20-24 años superó en 2021 al menos Bachillerato y FP, casi 17 puntos más que en 2011 (62%).

Cada vez más formación permanente

El porcentaje de la población de 25-64 años que ha seguido algún tipo de formación presenta un crecimiento muy significativo , alcanzando en 2021 el 14,4%, lo que supone una subida de 3,4 puntos sobre 2020 y supera ampliamente las variaciones habidas en años anteriores. Este aumento cobra mayor valor, si se tiene en cuenta que en 2020 España fue uno de los pocos países de la UE que no experimentaron descensos en este indicador como efecto de la situación excepcional ligada a la pandemia.

El coronavirus ha provocado un notable descenso de los niños matriculados en Educación Infantil durante el último curso, afectado por la pandemia

Por otro lado, el coronavirus ha provocado un notable descenso de los niños matriculados en Educación Infantil durante el último curso, afectado por la pandemia, con 79.333 alumnos (-16,9%) menos en el primer ciclo (de 0 a 3 años) y 47.911 alumnos menos (-3,7%) en el segundo ciclo (3-6 años), según la Estadística de las Enseñanzas no universitarias del Ministerio. Por contra, el número de estudiantes en la Educación Secundaria Obligatoria aumentó en 26.770 (+1,3%), lo mismo que en Bachillerato, que subió en 11.064 alumnos (+1,6%), siguiendo la tendencia iniciada en el curso anterior.

De acuerdo con el avance oficial, las enseñanzas de Formación Profesional presentan las mayores subidas, incrementándose el conjunto de su alumnado en 82.940 (+9,3%) y por primera vez superaron el millón de estudiantes.

Máximo de aprobados

El porcentaje de alumnos de Secundaria y Bachillerato que promocionaron en el curso 2019-20 –el de la pandemia– subió «significativamente» sobre el año anterior, entre 3,8 puntos para 1º de ESO y 8,5 para 2º de Bachillerato, según el avance de datos provisionales de la Estadística de las Enseñanzas no universitarias. La suspensión de la actividad educativa presencial en todos los centros y etapas del sistema educativo en el último trimestre del curso 2019-20, manteniendo las actividades a través de las modalidades a distancia y online, supuso una situación excepcional para la evaluación y las decisiones de promoción y consecución de titulación al finalizar la enseñanza, flexibilizándolas.

La salud mental y los efectos psicológicos en muchos estudiantes se han visto afectados por la pandemia (estrés postraumático, confusión, ira, ansiedad…)

Pero, por contra, un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud explica que la salud mental y los efectos psicológicos en muchos estudiantes se han visto afectados por la pandemia (estrés postraumático, confusión, ira, ansiedad…). Un ejemplo de esto último es que al principio del presente curso 2021-22, la Comunidad de Madrid detectó el doble de conductas autolesivas en colegios e institutos.

En el mismo sentido, el último informe del Consejo Escolar del Estado propone reforzar la atención a los problemas de salud mental del alumnado, que se han agravado por el largo periodo de la pandemia y están incidiendo en falta de motivación, dificultades de concentración y síntomas depresivos, que «en ocasiones conllevan trastornos de conducta y comportamientos lesivos». Según el máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa, «aun con todos los esfuerzos realizados, la circunstancia actual es grave y muy preocupante».

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 hubo en España 3.671 suicidios. Aún no hay cifras definitivos del 2020, aunque sí se sabe que entre los meses de enero y mayo (coincidiendo con el confinamiento) el suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte no natural y aumentaron los casos entre los más jóvenes.

Pérdida de aprendizaje

Los profesores admiten que, en líneas, generales se ha producido una pérdida en el aprendizaje como consecuencia del obligado cierre de los colegios a comienzos de la pandemia y las dificultades de aprehender los conocimientos a través de la enseñanza online. Este hecho también guarda relación con el deterioro de la salud mental de los alumnos, que ha impactado en su nivel de concentración y motivación. En España aún no se ha hecho un estudio que cuantifique esta pérdida, pero estudios realizados en otros países sí lo han evaluado. Por ejemplo, en Bélgica, los alumnos de 6º de Primaria del curso 2019-20 experimentaron una pérdida de aprendizaje significativa: en Matemáticas fue del 18,6% y en Lengua del 28,6%.

Los profesores admiten que, en líneas, generales se ha producido una pérdida en el aprendizaje como consecuencia del obligado cierre de los colegios a comienzos de la pandemia y las dificultades de aprehender los conocimientos a través de la enseñanza online

Una tarea pendiente el profesorado del sistema educativo español es mejorar su formación digital, según la OCDE. La mayoría de estos profesionales reconocen la necesidad de mejorar sus competencias digitales. La crisis sanitaria obligó a migrar los sistemas educativos a la modalidad online de manera inmediata y abrupta, lo que dio lugar a una “enseñanza remota de emergencia”. Dos años después, los expertos afirman que la mayor parte de las escuelas españolas se resisten a digitalizar, que no consiste solo en usar dispositivos electrónicos sino en planificar y diseñar verdaderas experiencias de aprendizaje online.

Así, la transformación digital aún encuentra resistencias en la mayoría de los centros del país debido, entre otras razones, a un déficit de formación y disposición del profesorado y de equipos directivos capaces de liderar el cambio. No es un problema de equipamientos y conexión.

En el tercer curso académico de la pandemia, continúan vigentes medidas como la ventilacion cruzada, frecuente lavado de manos, higiene máxima y el uso correcto de las mascarillas en los interiores, aunque desde hace unos meses ya no es necesario llevarlas en los patios. Sigue siendo necesaria la distancia en el aula, pero se ha flexibilizado y está permitido reducirla, de 1,5 a 1,2 metros, y las clases han vuelto a la presencialidad, aunque en niveles superiores como la Universidad se alterna la clase física con la online.

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