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Las niñas españolas, menos activas que los niños pero con mejores hábitos nutricionales

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Autónoma de Madrid han analizado el índice de adherencia a la dieta mediterránea de la población infantil, comparando entre niñas y niños españoles y alemanes, y han detectado que las niñas españolas son “menos activas que los niños pero con mejores hábitos nutricionales”.
EfeMartes, 10 de octubre de 2023
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Los adolescentes españoles en general muestran una mayor adherencia a la dieta mediterránea que los jóvenes alemanes, si bien se tiende hacia una dieta “cada vez más occidentalizada”, según el análisis realizado de sus patrones alimentarios y de actividad física y su composición corporal. El estudio viene a analizar el papel de los malos hábitos alimentarios y los bajos niveles de actividad física en el sobrepeso y la obesidad infantil, que “han crecido tan rápidamente en los últimos años que han pasado a considerarse una epidemia mundial” que afecta ya a uno de cada tres niños, recoge la UPM en una nota. En este escenario, la dieta mediterránea, en combinación con ejercicio físico, se constituye como una vía para promover entre los niños un patrón alimentario más saludable.

En el estudio comparativo, del que formaron parte 334 niños de entre 10 y 13 años (182 españoles y 152 alemanes), participó el grupo de investigación Deporte y Entrenamiento de la facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la UPM. La metodología se basó en cálculos de la composición corporal, mediciones de la actividad física mediante acelerómetros y uso de cuestionarios para concretar los patrones alimentarios. En el caso español, participaron niños de seis centros públicos de Madrid de nivel sociocultural alto, en los que la población infantil está muy diversificada, según señalan los investigadores.

En cuanto a la alimentación, la investigación determina que los jóvenes españoles tienden a una mayor adherencia a la dieta mediterránea, con un consumo más alto de fruta y verdura, lácteos y pescado, mientras que los alemanes, que son mayores consumidores de carne que los españoles, «abusan en mayor medida» de la comida rápida y procesada, dulces y refrescos. No obstante, cada vez se observa una tendencia más evidente hacia una dieta “más occidentalizada” por parte de adultos y de niños en los países mediterráneos, es decir, un patrón de alimentación basado en un escaso consumo de frutas y verduras y de fibra, y un exceso de grasas saturadas y trans, sodio y azúcar. De hecho, añaden que en ambos grupos el consumo de dulces y ultraprocesados fue “elevado”.

Más actividad en los centros escolares

El estudio destaca también la importancia de la actividad física con independencia de los países analizados, puesto que ayuda a reducir el riesgo cardiovascular, el sobrepeso y la obesidad; y porque ser físicamente activo se relaciona también con una mejor calidad de vida de los niños y adolescentes. A través de la investigación se detectó una diferencia significativa en la actividad física durante los días lectivos y los fines de semana, en los que la actividad disminuye, de lo que se deduce que los colegios e institutos “pueden ser un escenario idóneo para incrementar los niveles de ejercicio y reducir el sedentarismo”, teniendo en cuenta que los niños pasan “gran parte de la jornada” en los entornos escolares.

En este sentido, llaman a abrir la posibilidad de desarrollar programas educativos que se centren en la sostenibilidad alimentaria desde edades tempranas, para contribuir a la creación de hábitos de consumo responsables y a la promoción de la actividad física en un entorno natural.

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