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Dossier Espacio para el análisis y la reflexión

Estonia e Irlanda lideran los resultados de PISA en la UE. ¿Qué puede aprender España del éxito de estos dos sistemas educativos?

Estonia se ha confirmado en PISA 2022 como el país líder de la UE y el único comunitario que aguanta el pulso a los países asiáticos. Ha obtenido 510 puntos en PISA matemáticas por los 536 de Japón y los 527 de Corea. Irlanda (492) ocupa el tercer puesto de la UE en matemáticas, por detrás de Países Bajos (493), con el promedio comunitario situado en 474 puntos.
Ismael SanzJueves, 7 de diciembre de 2023
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Matemáticas fue el área central en PISA 2022, como lo fue lectura en 2018 y lo será ciencias en 2025. En lectura, Irlanda (516) ha quedado la primera de toda la UE, e incluso de toda la OCDE seguida muy de cerca por Japón (516) y Corea (515), mientras que Estonia es el segundo Estado miembro de la UE con 511 puntos. La media comunitaria en lectura está muy alejada de Irlanda y Estonia, con 475 puntos. En ciencias, Estonia es la primera de la UE con 526 puntos, seguida por Finlandia (511) e Irlanda (504), muy por encima las tres de los 484 puntos de media comunitaria. Se puede concluir que Estonia e Irlanda dominan la clasificación de la UE en matemáticas, lectura y ciencias, aunque los resultados de Irlanda tienen asociado un asterisco en el Informe PISA de 2022, indicando que hay que tener algo de precaución en la comparación con otros países.

Estonia e Irlanda tienen una ventaja de 30 puntos con respecto a la media de la UE si tenemos en cuenta las tres competencias de matemáticas, lectura y ciencias que es el equivalente a lo que se aprende en un curso escolar. Es decir, que los estudiantes del 9º curso de Estonia e Irlanda (nuestro 3º de la ESO) tienen las mismas competencias que los estudiantes de 10º curso (4º de la ESO) españoles o europeos (España y la UE tienen resultados muy similar y estadísticamente no diferentes en PISA 2022).

En el artículo a continuación se resumen las políticas educativas de estos dos países, analizadas a partir de los perfiles del Education Policy Outlook de la OCDE (https://www.oecd.org/education/profiles.htm). Estonia e Irlanda comparten varias estrategias clave que han contribuido a su éxito educativo. Estas estrategias, enfocadas principalmente en la educación no universitaria, pueden ofrecer lecciones valiosas para otros sistemas educativos:

Estonia

  • Autonomía Escolar y Gobernanza Descentralizada: Estonia ha otorgado a los centros educativos una considerable autonomía para diseñar sus propios currículos y métodos de enseñanza. Por ejemplo, la reforma del currículo nacional para la educación básica y secundaria en 2014 se centró en competencias clave, permitiendo a las escuelas adaptar su enseñanza a las necesidades locales.
  • Desarrollo Profesional de Docentes y Directores: Estonia ha aumentado los salarios de los maestros significativamente desde 2013 y ha implementado un sistema de carrera basado en competencias para los docentes desde 2014. Esto incluye un proceso de certificación voluntaria que permite a los maestros avanzar a través de cuatro grados de carrera.
  • Consolidación de Centros Educativos: Bajo el programa «Reorganización de la red escolar» (2004/05, 2012) y el «Programa de Red de Escuelas» (2014-2020), Estonia ha consolidado su red escolar,  fusionando escuelas con pocos estudiantes, especialmente en áreas rurales, y creando centros públicos de secundaria en cada capital de condado.
  • Tecnología y Habilidades Digitales: Estonia ha integrado la tecnología de forma destacada en su sistema educativo. Por ejemplo, el lanzamiento de la «E-Schoolbag» (2016) proporciona una plataforma de recursos educativos digitales y el programa de «Espejo Digital» (2018) ayuda a las escuelas a evaluar su madurez digital.

Irlanda

  • Desarrollo Profesional Continuo y Capacitación de Líderes Escolares: Irlanda ha puesto énfasis en el desarrollo profesional continuo de los docentes y líderes escolares. Por ejemplo, el «Plan DEIS» (2017) para abordar la desventaja educativa incluye programas específicos para el desarrollo profesional de los docentes en escuelas desfavorecidas.
  • Evaluación y Retroalimentación Constructiva: Irlanda ha enfocado esfuerzos en mejorar la calidad de la educación a través de regulaciones mejoradas y capacitación del personal docente. Esto incluye políticas de evaluación y retroalimentación continua para el desarrollo de los estudiantes.
  • Inversión en Educación Temprana: El «Programa de Cuidado y Educación Infantil Temprana» (2010, expandido en 2016 y 2018) de Irlanda ofrece 15 horas semanales de preescolar gratuitas a los niños durante 38 semanas al año, aumentando significativamente la participación en el aprendizaje temprano.
  • Adaptación a Cambios Demográficos y Sociales: Irlanda ha respondido a los cambios demográficos y sociales con iniciativas como «First 5», una estrategia integral del Gobierno para los primeros años de vida, que guía la política de educación infantil para ampliar las opciones de los padres para equilibrar el cuidado y el trabajo.

Ambos países han demostrado un compromiso con la mejora continua de sus sistemas educativos, adaptando sus estrategias a las necesidades cambiantes de sus sociedades y economías. Algunas de las políticas que España podría implementar y que parecen estar dando resultado en Estonia e Irlanda serían medidas específicas que subrayen un enfoque de retroalimentación a los equipos directivos y profesores sobre su desempeño, una mayor autonomía pedagógica a los centros educativos y el diseño de una carrera de la profesión docente.

Ismael Sanz es profesor titular de Economía Aplicada de la URJC y fue director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).

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