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Pronunciación en inglés: el placer de que te entiendan

Junto con las tareas de redacción, las de pronunciación suelen ser las grandes olvidadas en las clases de inglés, pues enseñar a pronunciarlo es difícil, y también aprender. Además el progreso no se percibe de manera clara e inmediata, por lo que muchos profesores y alumnos relegan este trabajo a un apartado marginal que postergan y postergan para otro día. Y así nos plantamos un día en Reino Unido, Irlanda o cualquier otro lugar de habla inglesa y nos llevamos una segunda sorpresa (la primera es tener la sensación inicial de no entender casi nada): ¡que no nos entienden! Y repetimos la frase otra vez, y el nativo pone cara de póker: "What?".
Javier MolláJueves, 23 de enero de 2025
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Pronunciar correctamente otro idioma es esencial.

Efectivamente, nuestro interlocutor es incapaz de comprender nuestra pronunciación. Conocemos la palabra que queremos decir, y la gramática que debemos usar, pero nos habíamos olvidado de que un idioma también tiene sonidos y que, para que la comunicación sea posible, deben ser reconocibles por ambas partes. Y esto en inglés, no vamos a engañar a nadie, es difícil.

¿Por qué no se me entiende?

El primer paso es detectar los sonidos o palabras que estamos pronunciando mal sin saberlo. No somos conscientes, a veces, incluso a pesar de que estudiamos concienzudamente. Ocurre que estamos aplicando las reglas que conocemos de manera extensiva, y no conocemos ciertas particularidades del idioma. De modo que no hay que culparse por los errores: en ocasiones suceden precisamente porque tenemos ya un conocimiento sólido que nos lleva a aplicar la lógica de lo que es más frecuente en inglés.

Veamos algunos ejemplos de los fallos más comunes  y que más cuestan de corregir sin importar el nivel del alumno.

Vegetables es una de esas palabras de uso diario que muchos estudiantes pronuncian incorrectamente. Lo hacen inducidos por la lógica aplastante (y correcta) de su conocimiento previo del inglés, y es que ya conocen la palabra table y su pronunciación /ˈteɪbəl/ . En consecuencia, aplican con buen criterio lo mismo a la parte final de vegetables. No siempre suena así, pues el inglés tiene este tipo de trabas y lo correcto es /ˈvedʒtəbəl/. Como se puede apreciar, no es lo mismo /ˈteɪbəl/ que təbəl/. Por eso es difícil. Sería fácil encontrar más ejemplos de palabras con la misma terminación, como comfortable. ¿Cómo se pronunciaría, pues, estimados lectores?

Since es otro clásico de un error que ocurre porque la gente aplica un patrón que es correcto casi siempre a una palabra donde no lo es. ¿Por qué la mayoría de los estudiantes pronuncia /’saɪns/, que es una palabra que no han oído nunca en lugar de /’sɪns/, que es como suena? El error se debe a que la mayoría de palabras en inglés que tienen una i seguida de consonante+e,  esa i suena /aɪ/, como el caso de fine /’faɪn/.

El problema con el inglés es que muchas palabras se salen de esos patrones que los estudiantes asumen como generales e inamovibles. Pongamos dos casos más.

La mayoría son llanas, es decir, con la sílaba tónica en la penúltima posición, lo que ha sido interiorizado poco a poco de manera consciente o no por los alumnos. Así pues, cuando la hora de decir hotel o exam aparece la recurrente tendencia de pronunciarlas como llanas, y no como agudas, que es como realmente suenan.

Otra dificultad paradigmática y que ocurre por razones distintas, es la dificultad que surge al enfrentarse a términos de origen latino que son fácilmente reconocibles a nivel escrito, pero cuya pronunciación no se le ocurriría ni a la imaginación más retorcida de la clase. Es el caso de culture, literature y otras terminadas en –ture, cuya pronunciación es  /ˈtʃə/, es decir,/ˈkʌltʃə/ ,/ˈlɪtərətʃə/  (algo así como «cha» en español).

Algo semejante sucede con la terminación –age (también muy frecuente en nuestro idioma, por cierto, lo que aún genera más confusión en cuanto a su pronunciación) que ocurre su origen del francés. ¿Cómo se pronuncia pues? ¿A la manera española o como en francés? Pues ni lo uno ni lo otro, sino con un sonido muy poco familiar para nuestros oídos latinos: image /ˈɪmɪdʒ/, village /ˈvɪlɪdʒ/, message /ˈmesɪdʒ/ . En estos casos, el error surge porque el estudiante se guía demasiado por la ortografía, que asume se pronuncia de la misma manera que en su lengua materna.

El alfabeto fonético internacional

Como hemos abusado en este artículo de las transcripciones, vamos a aprovechar para rematar el tema e incluir un vídeo que resume muy bien el alfabeto fonético internacional y destaca los sonidos del inglés que presentan más dificultades de reproducir para los aprendices.

Un vídeo claro y conciso, con abundancia de ejemplos. ¡Un gran trabajo! Y para no extenderse demasiado, el vídeo obvia los símbolos que son igual a la letra con que se corresponden ortográficamente, como t, d, etc., que todos sabemos como se pronuncian y no revisten mayor dificultad.

Aunque no es necesario que los alumnos dominen el sistema de transcripción fonética, es conveniente que se familiaricen con los símbolos, porque les aparecerán con mucha frecuencia en su proceso de aprendizaje (y además les sirve para otros idiomas y para el propio). Raro es el manual que en la actualidad no incluya la transcripción fonética en la sección de pronunciación desde el nivel más básico.

También es importante recordar que en todos los diccionarios, tanto en papel como en línea, aparece junto a la palabra cómo esta se pronuncia. La ventaja de las versiones en línea es que contienen un audio para poder escuchar, normalmente con las variantes británica y estadounidense.

Volviendo al principio

La pronunciación hay que estudiarla y practicarla. Mejor si lo hacemos poco tiempo, muchas veces, de manera constante. Con el tiempo, sin duda comprobaremos los resultados de ese trabajo y no habrá que ir repitiendo por el mundo cada palabra tres veces para hacernos inteligibles.

Se sabe que los niños, cuanto más pequeños, más permeables son a la adopción de nuevos sonidos, por lo que os animamos a incluir esta práctica en las primeras etapas educativas.

Por eso necesitamos buenos recursos para mejorar esta competencia. Lo bueno del inglés, como hemos apuntado otras veces, es que recursos hay de sobra, que estaremos encantados de presentaros en nuestro próximo artículo. Que nadie se desanime con la pronunciación, que con buenos materiales y paciencia, todo el mundo avanza.

Como punto final

Muchos estudiantes se agobian frente a la dificultad de la pronunciación en inglés, porque es compleja y bastante diferente a la nuestra. Esa distancia a menudo se observa como insalvable. No lo es. Sin embargo, para que se vean capaces de hacerlo, los profesores podemos ayudar a convertir dificultades fonéticas como las referidas en este artículo en atractivas y estimulantes, pues hay una reflexión muy conveniente en este momento. Es muy frecuente oír en clase aquello de «es que es muy diferente» o «suena muy raro». ¡Eso es precisamente lo estimulante!

Esas diferencias de sonidos, formas, significados, etc., es lo que nos ayuda a enriquecer nuestro mundo cuando aprendemos otro idioma, de la misma manera que descubrimos nuevos paisajes cuando viajamos a otro país y esa imagen queda en nuestra mente. Como colofón pensemos en voz alta lo que es una obviedad: ¿Para qué aprender un idioma que sea como el nuestro?La respuesta cae por sí sola en el absurdo. Ni nos interesa, ni lo queremos, ni siquiera es posible.

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