Un ninot para la falla de mi colegio
Las Fallas se celebran entre el 14 y el 19 de marzo para honrar a San José, pero desde el día 1 de marzo ya hay mascletás. © HELENA GARCÍA
Estamos en marzo, el mes en el que se celebra la festividad de Las Fallas en Valencia. Y los profesores animan a los niños y niñas a participar en la construcción de una falla en el colegio, con la realización de un ninot. También a contemplar la cremá y, si se trata de un centro religioso, a realizar la ofrenda a la Virgen.
Con las fallas recibimos la llegada de la primavera. Es un motivo de alegría para todos los valencianos y para todas las personas que viven en Valencia. Además es una fiesta que invita al visitante, venga de donde venga, a participar en numerosos eventos sin necesidad de pertenecer a ningún casal, la sede de cada comisión fallera. Con razón, ya se considera patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Cada año los distintos barrios de Valencia se esfuerzan por crear su falla, con ilusión y fantasía. Y no solo eso, las falleras y falleros cuidan sus atuendos. Algunas telas son preciosas. Los bordados florales simbolizan la explosión de la primavera, que también la noche celebra con llamativos castillos de fuegos artificiales.
Durante el día, se escucha la música de las bandas y se oye el bullicio. La ciudad se transforma entre pólvora, múltiples sonidos y color. Eso sí, quien tenga miedo a los petardos tendrá que evitar ciertas calles donde los niños, en compañía de sus padres, encienden la mecha con toda naturalidad. Esto es posible con la debida prudencia, porque también existe el riesgo de accidente.
Ahora bien, no dejaría pasar la oportunidad de apreciar el sonido rítmico de los masclets, petardos muy sonoros, que se disparan diariamente en las mascletàs, una experiencia única a gran escala.
Todo esto es lo que se trata de transmitir en los colegios valencianos estos días previos al comienzo de la fiesta. Incluso el sonido de las mascletás se reproduce utilizando botellas rellenas de legumbres. Es una actividad muy curiosa y bonita que también recibe el nombre botellà.
Entre las tareas más divertidas que se hacen estos días, está la realización en casa de un ninot para ponerlo en la falla del cole. Es una ocasión para que las familias también participen.
Los ninots son cada una de las figuras que conforman la falla y son muchas las cosas y personajes que representan. Se pintan con vivos colores y están hechos con materiales que se pueden quemar fácilmente, como madera, tela, poliestireno o cartón. Es difícil de creer, pero cada año estas figuras se queman para poder volver a crear otras nuevas.
Una propuesta es la que veis en las fotografías. Se trata de hacer varias figuritas de origami y luego pegarlas a una figura mayor de poliestireno, que puede ser una pirámide, un cono o un ovoide. En la parte más estrecha colocaremos un motivo principal y en la de abajo otras figuras que lo apoyen. En este caso, en la parte de arriba se ha pegado una flor y en la de abajo unas casas o edificios y un barco.
Esta actividad puede ser realizada desde los cinco años, es decir, desde tercero de Infantil en adelante. En esta edad se necesita la ayuda de un adulto para ir haciendo las figuras y luego pegarlas, con cola o pegamento de secado rápido, pero no utilizarán tijeras porque no necesitan recortar el papel. Además, los niños y niñas ya tienen la habilidad de seguir nuestros pasos en los dobleces y plegados.
Opcionalmente, pueden dibujar algún detalle como ojos, nariz y boca, en los animales, o ventanas y puertas en los edificios y medios de transporte.
Para realizar las figuras de papel, existen muchos manuales publicados. Pueden encontrarse algunos en la biblioteca pública y también es posible ver vídeos en You Tube.
Por otro lado es fácil conseguir las figuras de poliestireno, que serán el cuerpo base del ninot. Al pensar cómo colocar las figuritas de origami, tendremos en cuenta que se note una estructura piramidal como en las fallas reales. De este modo, los niños y niñas también adquirirán el sentido de la proporción y aprenderán mejor a componer en el espacio tridimensional. En realidad es como si hicieran una pequeña escultura.
Esta es una forma de que todos los niños y niñas, independientemente de su procedencia, conozcan y participen de la gran fiesta que son las Fallas. También para sus familias es un momento de distracción y relajación. El origami es un arte que nos ayuda a calmarnos y desarrollar la imaginación.
Para aquellos que hayan llegado recientemente a Valencia o lleven poco tiempo viviendo en la ciudad, recomiendo vídeos didácticos que resumen las principales características de la festividad de las Fallas. Incluso la actividad podría proponerse en otras regiones de España, porque la simbología y razón de ser de las Fallas es universal.
Solo podemos ver las fallas unos días y luego se queman. Las falleras y falleros lloran al pie de la falla viendo los ninots deshacerse entre llamas. Algunos inician una danza, cogidos de la mano, alrededor del monumento casi ya derruido. Pero ya están esperando las próximas fallas. Es como en la vida misma, no podemos guardar todo, queremos retener los buenos momentos y olvidar los malos. Queremos seguir viviendo.
