Comprende el cuerpo femenino: las fases del ciclo menstrual

"Le habrá bajado la regla". ¿Cuántas veces habrá escuchado una mujer esta frase en su vida? Lejos de justificar cualquier cambio de humor, lo cierto es que la menstruación va más allá del sangrado mensual. El ciclo menstrual se divide en varias fases que afectan tanto a nivel físico como temperamental. En este artículo vamos a desglosar los periodos en los cuales se divide el ciclo, así como las características específicas de cada uno de ellos.
Alba UcedaJueves, 29 de mayo de 2025
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Aunque hay ciertos patrones que se repiten, no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas en cada fase del ciclo menstrual © ADOBE STOCK

La actitud de una mujer puede cambiar en cuestión de días. Estos cambios hormonales no son intencionados, sino que responden al proceso biológico que regula el cuerpo femenino: el ciclo menstrual. A lo largo del ciclo menstrual los niveles de hormonas femeninas van variando, lo que afecta al útero y a los ovarios, pero también al cerebro. Por ello, la percepción de la realidad femenina no es la misma en cada etapa del ciclo.

El ciclo menstrual tiene una duración aproximada de 28 días y se divide en cuatro fases. No obstante, también se considera normal si dura entre 21 y 38 días, por lo que cada etapa del ciclo se verá más o menos reducida. De hecho, después de la menarquia (primera menstruación) y en la menopausia (ausencia permanente de menstruación), los ciclos pueden fluctuar su durabilidad más a menudo. Pero es recomendable acudir a una consulta médica si el periodo menstrual se aleja de este rango.

Vamos a estudiar las cuatro etapas del ciclo menstrual y los síntomas que las diferencian.

Primera fase: menstruación

Todo periodo menstrual se inicia con el sangrado, es decir, la menstruación. Puede durar hasta ocho días, pero suele tener lugar entre los primeros cinco o seis días del ciclo.

La menstruación sucede cuando hay ausencia de embarazo. Durante esta fase, el tejido que recubre el útero, llamado endometrio, se desprende de sus paredes, puesto que es el momento en el cual es más fino. Esto se produce ya que las hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona) se encuentran en sus niveles más bajos. Cada mes, el endometrio se renueva para poder dar cabida a un embrión, que se adherirá al tejido uterino para desarrollarse.

Síntomas habituales:

  • Fatiga: los niveles bajos de estrógenos pueden provocar cansancio.
  • Dolor abdominal: causado por las contracciones en el útero para expulsar el endometrio.

Es recomendable hacer ejercicio ligero y tomar alimentos ricos en hierro, como verduras de hoja verde, legumbres o carne roja, así como los que contengan vitamina C para favorecer la absorción del hierro, como la naranja o el tomate.

Continua la etapa folicular

Una vez finalizada la menstruación, el cerebro femenino segrega otra hormona sexual llamada hormona foliculoestimulante (FSH), a través de la hipófisis. En esta parte del ciclo, la probabilidad de quedarse embarazada aumenta considerablemente, pues tanto los ovarios como el útero se preparan para el crecimiento de un embrión. Esta etapa del ciclo menstrual se denomina fase folicular o proliferativa, y suele tener lugar entre los días 6 y 14 del ciclo.

Por un lado, gracias a la secreción de la hormona FSH, los folículos ováricos comienzan a crecer, lo que estimula el desarrollo de los óvulos, que son las células fecundadas por los espermatozoides para hacer posible la creación del embrión. Normalmente solo uno de los folículos ováricos será capaz de sobrevivir.

Por otro lado, los niveles de estrógeno también se incrementan, por lo que el útero vuelve a recubrirse del endometrio y se engrosa. En suma, los estrógenos generan un moco cervical más acuoso y elástico, lo que favorece la entrada de los espermatozoides por la cavidad vaginal.

Síntomas habituales:

  • Luminosidad en la piel: a causa de los niveles altos de estrógeno.
  • Mayor agilidad física y mental.
  • Líbido sexual alta: en la fase folicular el deseo sexual aumenta como consecuencia de ser el momento más fértil del ciclo. Además, los espermatozoides pueden sobrevivir hasta cinco días en la vagina, por lo que los días previos a la ovulación son idóneos para la fecundación.

Gracias al pico de estrógenos, la metabolización de hidratos de carbono es más rápida, por lo que es un buen momento para incluir más cantidad en la dieta. Algunos alimentos con hidratos de carbono son las legumbres, la pasta o los cereales.

Adiós al óvulo: la tercera fase del ciclo menstrual

Aunque la ovulación suele ocurrir el día 14, el periodo de mayor fertilidad en el ciclo menstrual puede suceder entre los días 12 y 16. Una vez el folículo ovárico más grande (folículo de Graaf) se ha desarrollado, el óvulo maduro que contiene en su interior es expulsado para pasar a las trompas de Falopio. En este conducto, el óvulo estará a la espera de los espermatozoides. Sin embargo, pasadas las 24 horas, el óvulo envejece y ya no tendrá vida útil para ser fecundado. Para que el óvulo pueda liberarse, es necesario que la hormona luteneizante (LH) aumente sus niveles.

Síntomas habituales:

  • Cambios de humor.
  • Sensibilidad en la piel: puede provocar brotes de acné.
  • Hinchazón abdominal: causada por la retención de líquidos.

Al igual que sucede en la menstruación, la bajada de estrógenos requiere ingerir más hierro y vitamina C, por lo que la dieta debe ser similar a la de la primera fase del ciclo. Asimismo, se recomienda beber más agua o infusiones de especias antiinflamatorias para paliar la retención de líquidos.

Y para terminar… la fase lútea

Pasadas las 24 horas desde la liberación del óvulo, comienza el principio del fin del ciclo menstrual: la fase lútea o síndrome premenstrual, entre los días 17 y 28. Aunque el óvulo no haya sido fecundado, el útero comienza a prepararse para un posible embarazo. El endometrio se engrosa y se queda más esponjoso, rico en nutrientes para favorecer el crecimiento de un embrión.

En cuanto al nivel hormonal, los estrógenos descienden y la progesterona aumenta. Esta última provoca que el moco cervical se vuelve más espeso y blanquecino para evitar la entrada de espermatozoides.

Síntomas habituales:

  • Sensibilidad y aumento mamario.
  • Irritabilidad.
  • Antojos alimenticios.
  • Fatiga.

En contraste con los niveles de estrógeno de la fase folicular, la metabolización de hidratos de carbono empeora y los picos de insulina son mayores, por lo que tomar frutas y verduras con bajos niveles de glucosa es la mejor opción. Además, se recomienda hacer ejercicio físico.

Ahora que ya sabes cómo distinguir cada una de las fases del ciclo menstrual, te será más fácil saber qué necesitas en cada momento del ciclo. ¿Conocías las 4 etapas? Cuéntanos en comentarios. ¡Te leemos!

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