¿Hablas conmigo... DECINE? con Teresa Figueroa, autora de 'Diario de una publicista'
En este cuarto episodio de ¿Hablas conmigo… DECINE?, José María Aresté, director de DECINE21, charla junto a Teresa Figueroa, publicista de cine con más de tres décadas de experiencia y autora de Diario de una publicista, libro donde comparte sus recuerdos, experiencias y reflexiones sobre la evolución de la promoción cinematográfica.
Teresa nos relata relata sus encuentros con estrellas de cine como Antonio Banderas, Mel Gibson, Jodie Foster, Charlton Heston y otros, destacando cómo la realidad de tratar con estas celebridades a menudo difiere de la imagen idealizada que se tiene de ellos. Así de como ha evolucionado la publicidad de cine en los últimos años.
Sus inicios en la publicidad
Figueroa es de Ecuador y desde pequeña estuvo muy interesada en el cine. Cuando llegó a España en 1978, entró a trabajar en el grupo Impala, que agrupaba a varias distribuidoras de cine. Inicialmente trabajó como secretaria del director general.
Pero poco a poco fue involucrándose más en las tareas de publicidad y relaciones con los medios, hasta llegar a trabajar durante casi dos décadas en los estudios Warner.
La realidad de las estrellas
Teresa nos habla de la experiencia que tuvo junto a varios actores con los que trabajó, como Antonio Banderas, Mel Gibson, Josh Duhamel, Arnold Schwarzenegger, Jodie Foster, Sigourney Weaver, Charlize Theron y Charlton Heston, resaltando que si bien al principio los idealizaba, luego se dio cuenta de que eran personas normales, aunque con ciertos rasgos especiales. Destaca de de Arnold Schwarzenegger le sorprendió lo realmente educado que es, una persona realmente agradecida y que le hizo el trabajo muy fácil.
Charlize Theron solo pudo decir que es de una ternura increíble.»De estas chicas altas, agradables. Y luego la veías comer y te daba una alegría verla comer porque comía. Y la veías tan delgadita, tan cuñadita. ¿Y esta señora dónde guarda tu comida?»
Aunque también nos cuenta que tuvo algunas experiencias más complicadas con actores como John Travolta, quien venía acompañado de personas de la Cienciología, y una de los requisitos que le pidieron es que no se le podía mirar a la cara.
Y también experiencias con gente tímida como Keanu Reeves, en su palabras, «un señor encantador, pero es la persona más tímida que puedes haber encontrado». Quien en pocas palabras solventaba las entrevistas y en sus ratos libres quería estar solo, de lo poco que pidió fue una moto, y un guardia de seguridad que tenía que ir en otra moto y se iba de Barcelona a Sitges y lo único que hacía era sentarse frente al mar.
La Misión
Su experiencia más caótica fue con Robert De Niro durante su estancia aquí para la publicidad de la película La Misión. Donde aparentemente solo había que enviar un avión privado a un sitio x, De Niro apareció horas antes en el hotel, pidiendo directamente la llave de su habitación y sin ningún tipo de equipaje.
No se fiaba de ningún miembro del equipo, viajaba con nombre falso y realizó todas las entrevistas con lo puesto. De Niro no quería estar sentado junto al director y productor de la película durante la rueda de prensa.
Todo este caos desembocó en una fiesta en una discoteca después de la premiere, y a cierta hora De Niro pidió que lo llevaran de vuelta al hotel. Más tarde, llamó a la asistente de Teresa y le pidió que lo llevara al puerto en su propio coche. Toda esta experiencia Teresa lo menciona como una odisea.