Un 11M para la esperanza desde los colegios de España

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

Con un ramo de flores y acompañado por su prometida Leticia Ortiz, el Príncipe Felipe visitaba el improvisado altar de Atocha dos meses después del atentado. Rodeados de velas, los novios permanecieron unos momentos en silencio orando por las víctimas y, entre numerosas muestras de afecto, abandonaron el lugar. Su destino: el Colegio “Ciudad de Valencia”, en el barrio de Santa Eugenia.

Allí don Felipe y Leticia Ortiz tuvieron un entrañable encuentro con los alumnos, seis de ellos huérfanos después del 11M. Durante hora y media visitaron clases de Educación Infantil y Primaria, mientras conversaban con los pequeños y con varios de sus familiares. A unos y a otros les dedicaron palabras “muy humanas y cariñosas”, según manifestó el director del centro, Modesto Pardo.

Los niños no supieron que iba a producirse la visita hasta primera hora de la mañana, por lo que no tuvieron tiempo de preparar ningún “regalo de boda” para los futuros esposos. Con todo, éstos no dudaron en ayudarles a pintar algunos dibujos mientras saludaban a sus profesores.

Al final de la visita, el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Luis Peral, también presente, resaltó la “espectacular humanidad” demostrada en todo momento por el Príncipe y su prometida. Por su parte, el director del centro agradeció el “detalle tan bonito” que habían tenido los novios con los alumnos del “Ciudad de Valencia”.

La memoria de los 192 fallecidos en la masacre terrorista también estuvo presente en el resto de los centros educativos españoles gracias a la propuesta de Unicef Un 11M para la esperanza. El 11 de mayo fue el día elegido para esta movilización social a favor de la no violencia, el respeto a la paz, la justicia y las culturas.

Desde el programa de Educación para el desarrollo del Comité Español de Unicef Enrédate con Unicef (www. enredate.org), se invitó a niños y jóvenes a que salieran al patio o a la calle a las 11 de la mañana. Se trataba de formar una cadena humana, pintar un lazo verde en el suelo como símbolo de la esperanza, cantar, leer un manifiesto, hacer dibujos… En definitiva, un poco lo que cada colegio o instituto decidiera hacer en homenaje a las víctimas del atentado.

La Educación, y en concreto la Educación para la ciudadanía, es uno de los instrumentos más poderosos para luchar en favor de la convivencia pacífica, la tolerancia y la libertad. Por esta razón, el Comité Español de Unicef ha propuesto un día para la alegría y el compromiso. “La intención no es olvidar el dolor y la indignación provocados por los atentados, sino afrontar el futuro con la fuerza y la esperanza necesarias para cambiar lo que no nos gusta”, ha afirmado esta ONG.

La participación de los niños y jóvenes en la reivindicación de sus propios derechos, entre ellos el derecho a un mundo más justo y libre de violencia, es uno de los principales objetivos de esta acción.
Y es que para Unicef, una de las mejores vías para avanzar hacia este mundo mejor es la inversión en una infancia más sana, mejor educada y a salvo de la pobreza y la explotación.

En este sentido, el 11 de mayo se ha convertido en un día a favor de un mundo más justo y solidario donde se garantice el cumplimiento de los derechos de los niños y donde la violencia, cualquiera que sea su naturaleza, no tenga cabida.