Un buen hábito lector, clave en su futuro desarrollo

La lectura; ese concepto ambivalente. Su significado, para muchos, se encuentra ligado al tedio y la pereza; para otros, al sumun: vivir, conocer, sentir o aprender, entre otros conceptos generales. Cada cual es dueño de su propia definición para aludir al término. Antonio Basanta Reyes, doctor de Literatura Hispánica por la Universidad Complutense lo define, durante el transcurso de una conferencia en Madrid, como un “acto de rebeldía”.

Asimismo, Basanta es claro cuando afirma que la lectura despierta “la imaginación, la intuición y la emoción”, lo que comporta que el cerebro se active y, por ende, acostumbre a “interpretar, entender, comprender o asimilar”.

De estas palabras, por tanto, se infiere la importancia capital que rezuma un acto tan sencillo como es el de abandonarse a la lectura; más, aún si cabe, para los más pequeños, ya que tan tempranero hábito les activa intelectualmente.

Padres, madres y educadores, entre otros, no se preocupen en exceso ya que para este particular existe un eficaz instrumento, un poderoso camino: el cuento. A través de él, los más pequeños experimentarán un universo desconocido, además de formarse a lo largo del tiempo un hábito que les reportará inconmensurables beneficios.

“De los múltiples instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo. Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”, afirmaba el celebérrimo Jorge Luis Borges.

La profesora del Máster en Didáctica de la Lengua en Educación Infantil y Primaria de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) Mª Concepción Jiménez Fernández es clara en cuanto a la importancia de leer cuentos a los niños.

Jiménez afirma que “una forma de facilitar la comprensión lectora en Educación Infantil y Primaria es contarles cuentos a los escolares” ya que no se trata de “una actividad ociosa o lúdica, sino crucial para el ulterior desarrollo académico del alumno”.

Reforzando la tesis de Jiménez Fernández se encuentra la afirmación de Eva Sortres, del Grupo Kumon: “Leer en voz alta, en el entorno familiar, forma lectores futuros; es algo básico”.

Por tanto, padres, madres, abuelos y todos aquellos que estén en contacto inmediato con el niño o niña, conduzcan y proyecten los intereses de los más pequeños hacia la lectura sirviéndose del cuento; historias breves, jocosas, instructivas y, por supuesto, llamativas, por todas las formas y colores que muestra el mundo interior de cada una de sus páginas.

Albert Einstein expuso: “Si quieren que sus hijos sean inteligentes, léanles cuentos de hadas. Si quieren que sean más inteligentes, léanles más cuentos de hadas”.

En muchas ocasiones, las lecturas obligatorias que ofrece el plan de estudios no revisten suficiente atractivo para con el gusto del alumnado. Con ello subyace con presteza el aburrimiento al encarar sus páginas, desembocando, inexorablemente, al abandono del libro; y lo que es peor, pulula sobre ellos la vaga sensación de que todos, sin excepción, les causarán la misma sensación.

Yoleo Club es un método educativo que utiliza las TIC para motivar al joven a leer, avivar su gusto por la palabra escrita y mejorar la comprensión lectora. “Se debe promover el gusto por la lectura, que los niños desarrollen el hábito lector. Para lograrlo, la imposición de las lecturas no resulta la mejor forma. Yoleo Club nació para hacer compatible la evaluación escolar de las lecturas con el placer por leer”, afirma su fundador, Jesús Hernán.

Yoleo Club es una plataforma gamificada para web, tablet y móvil que dispondrá, a todos aquellos alumnos de entre 8 a 16 años, un catálogo de propuestas de lecturas entre las que podrán elegir; entre ellas se encuentran desde los clásicos hasta las novedades existentes en la literatura infantil y juvenil.

“La herramienta incorpora estrategias de gamificación. Así, cuando el niño se registra puede crear un propio avatar. Y cuando responde correctamente los cuestionarios obtiene puntos que le permiten subir el nivel y acceder a nuevas recompensas. Tanto sus lecturas como sus logros conseguidos irán desarrollando su currículum lector”, comenta Hernán.

Esta plataforma de lectura permite al profesor hacer un seguimiento, individual y pormenorizado, de la evolución lectora del alumno.

“El profesorado tiene acceso a otros contenidos y recursos pedagógicos relacionados con estrategias para el fomento de la lectura que complementan el trabajo realizado con la plataforma, finaliza Hernán.

Muchos niños sentados –unos quince o veinte aproximadamente– fijan su vista, anonadados, en la adulta figura que, con una voz atractiva, impostada cuando se acercan momentos de tensión, les atrae con la narración de un cuento, aquel que sostiene entre las manos, abierto y que, según pasa sus páginas, el joven público siente mayor dificultad por disimular su emoción.

Este plan es ofrecido por las bibliotecas municipales diseminadas por diferentes rincones de España para fomentar el hábito de la lectura y, con él, enamorar a los niños.

No reviste complejidad encontrar estas actividades. En el portal de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, bajo el título Cuentacuentos para niños y niñas se encuentra una cantidad ingente de citas para desarrollar esta actividad; cada biblioteca ofrece su oferta para uso y disfrute, de forma gratuita, de toda la familia.

Algunas citas, de entre otras muchas planificadas para este mes de junio, son; El queso de la vieja y el viejo con Daniel Tornero, en la Biblioteca Pública Municipal Portazgo; Los colores del mundo con Cuentacris, en la Biblioteca Municipal Gloria Fuertes; o El castillo de Chuchurumbé y otros cuentos al derecho y al revés con Marta Guijarro, en la Biblioteca Pública Municipal Pozo del Tío Raimundo.

1. Como se ha recalcado en incontables ocasiones las primeras lecturas son clave para la vida de un niño. Ese interés embrionario que pueda llegar a alcanzar por la lectura un alumno de la Educación Primaria es necesario apuntalarlo, fijarlo, atornillarlo y remacharlo con la más férrea de las sujeciones, para así ser imperecedero al inexorable languidecer del tiempo. Edgar Allan Poe o H. P. Lovecraft produjeron numerosos cuentos de terror. Los adolescentes pueden encontrar atractivas estas lecturas por lo tenebroso de las historias narradas, los terroríficos desenlaces, los escenarios lúgubres y luctuosos y la asfixiante atmósfera en la que imbuyen a sus lectores, amén de su entretenimiento; a su vez, aprenderán de esta literatura que ha salido victoriosa al indefectible paso del tiempo.

2. En la actualidad existen innumerables editoriales especializadas en cuentos para niños. Y son también innumerables los formatos que esgrimen para acaparar su atención. Figuras para colorear, cuentos elaborados con materiales especiales para que los niños no se inflijan daño alguno o formatos en 3D. Como MAGISTERIO recogió hace pocos meses, Reina Duarte, directora de publicaciones de la Editorial Edebé es clara al respecto: “Nosotros, como editores tenemos la obligación de hacer de los libros un objeto atractivo para los niños, jugando, por ejemplo, con la interactividad o la textura del propio papel”.

3. Una herramienta que aboga por el gusto de la lectura de los más pequeños es YouTube. Existen innumerables vídeos que ofrecen una vasta oferta de cuentos. Un ejemplo es el vídeo de ‘6 fábulas con moraleja para niños. Cuentos infantiles con valores’, en el que las imágenes se disponen desarrollando la trama del cuento –haciendo de este una experiencia visual y divertida– así como el texto, que podrá amoldarse a la rapidez de lectura del niño.