Dos semanas cerrados cara al público, pero educando con “normalidad” desde el primer momento
Hemos podido asumir esta situación sin sobrecargar con tareas al alumnado o al equipo docente porque nuestro centro está inmerso en un proceso de transformación hacia una cultura digital propia del siglo XXI de la mano del proyecto de Tic Tac School con la plataforma Ecreatus desde hace más de tres cursos. Así este curso hemos conseguido empezar con todas las asignaturas personalizadas, exceptuando lengua extranjera, en la que se utiliza licencia digital de otra editorial.
Además, todos los alumnos y alumnas del centro de los cursos de 3º a 6º de Primaria tienen un dispositivo Chromebook en modelo 1:1, un equipo por alumno, que llevan diariamente a casa para seguir trabajando; y los cursos de 1º y 2º de Primaria, comparten en modelo 1:2, un dispositivo Ipad, todo ello gestionado por el proyecto.
Así que cuando nos llegó la noticia del cierre pudimos asumir la situación de forma ágil y flexible, modificando de forma poco significativa tanto la metodología de enseñanza como los métodos de comunicación de las familias. Se incluyeron algunos aspectos de metodologías como flipped classroom y se han incluido espacios virtuales específicos para estar en contacto directo con el alumnado y las familias a través de chats o videoconferencias. Todo ello, sin perder calidad en la enseñanza o la evaluación y sin sobrecargar a los más pequeños, que ya se encuentran bastante abrumados por la situación actual.
La plataforma Ecreatus del proyecto Tic Tac School y la tecnología en general, nos está ayudando con datos estadísticos sobre conexiones y elaboración de tareas, pero además las familias nos indican que están muy satisfechas con la gestión de la situación, algunos incluso afirman que los niños y niñas están casi más motivados que antes.
Desde el primer día los datos de uso y participación son extremadamente buenos, ya que un 95% del alumnado trabaja regularmente y un 85% lo hace en los tiempos marcados en la jornada escolar.
En los cursos superiores es donde más éxito está teniendo el modelo de trabajo, ya que se alcanza la totalidad de alumnos trabajando de forma normalizada y a tiempo real. En los cursos inferiores, si se puede destacar que la falta de autonomía hace necesaria la supervisión de un adulto y suelen trabajar un 90% de alumnos, aunque no todos lo hacen durante el horario propuesto para la resolución de dudas con el profesorado.
Tras la primera semana de cierre de los colegios, se propuso crear un espacio donde los alumnos pudieran estar “en contacto” unos con otros y con los profesores para intentar motivarles y mantener las relaciones sociales de los grupos. Se creó un espacio de recreo en el que durante 30 minutos al día los alumnos comparten experiencias del día a día, charlan y salen un poco de su inusual rutina.