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“Unas veces gano y otras veces aprendo, pero nunca pierdo”

escuelainfantil.netSábado, 4 de julio de 2020
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Javier Romero | Didáctica de la Música, Universidad de Alicante

Según Javier Romero Naranjo, nos estamos equivocando al visualizar modelos educativos: “El secreto está en África, no en Finlandia”, explica el especialista en músicas africanas, cuyo modelo le ha conducido a investigar y promover el método BAPNE, basado en la neuromotricidad y la percusión corporal como recurso didáctico y estímulo de las funciones cognitivas y ejecutivas.

«El niño siempre busca cualquier excusa para moverse”, explica el musicólogo, pedagogo musical y especialista en músicas africanas de la Universidad de Alicante, Javier Romero Naranjo, al referirse a la necesidad que tienen los niños de estar en constante movimiento, necesidad que, según los estudios, atiende, no solo al simple impulso físico, sino también a la necesidad de estimular sus funciones cognitivas.

¿Cuál debería ser el papel de la música en la Educación Infantil?

La música, al igual que las artes, tienen un papel especial en la Educación Infantil, dado que, en los parámetros del aprendizaje, existen numerosas evidencias científicas que lo demuestran. Es por ello que se pueden articular aprendizajes de diversas materias a través de la música debido a su interdisciplinariedad.

¿Cómo se trabaja la música en clase de Infantil?

Mi trabajo en la Universidad de Alicante, como coordinador de área, me permite saber, a través del alumnado que realizan las prácticas en los centros educativos, qué papel desempeña la música en Infantil en la realidad. La información que a mí me llega es bastante deprimente, dado que su uso es muy bajo y sobre todo tristemente vinculado a poner un vídeo de YouTube con Cantajuegos, etc. Tampoco podemos generalizar, pero el uso de la música es muy bajo y observamos que el docente no suele cantarles ni interactuar a través del fenómeno musical.

¿Y cuál es vuestra propuesta?

Nosotros proponemos a una clase de música interdisciplinar, en la que el cuerpo es el actor principal, dado que nos permite articular muchísimos recursos y así hacerla muy estimulante. La propuesta se llama “El jardín del Baobab”, que se articula mediante un aula específica de neuromotricidad, en la que el alumnado realiza unas tareas cinestésicas concretas, siguiendo unas guías generales que le aporta el docente. Dichas actividades están vinculadas al estímulo de la coordinación motora, la lateralidad, la disociación, el lenguaje, el canto, las praxias, la memoria, la orientación espacial, etc.

¿Cómo se debería organizar una clase para que fuese más eficiente?

En un primer momento, nos focalizamos mucho en un concepto vital en el aprendizaje en esa etapa y es la denominada “Teoría de la mente”. Trabajamos muchísimo este aspecto con el alumnado. Le damos una importancia sin igual. Vinculamos el aprendizaje musical, así como el cinestésico, a la estimulación de las funciones cognitivas (el lenguaje, la memoria, las praxias, la orientación, las funciones ejecutivas, gnosias…). Por eso, no nos centramos nunca en el aspecto exclusivamente musical (en el que el niño aprende qué es una negra, una corchea o las notas musicales). Desde nuestro punto de vista, es un gran error y debemos hacerlo de manera interdisciplinar, para que la música sea el instrumento perfecto para socializar correctamente. Es importante potenciar el trabajo cooperativo e inclusivo, en el que se transmiten valores, así como el conocimiento de otras materias como las matemáticas o una lengua extranjera.

¿El cuerpo no está hecho para estar sentado?

“Con mi cuerpo aprendo” es uno de los puntos importantes de nuestro modelo de aprendizaje. El homo sapiens está diseñado para moverse. Pienso en su evolución histórica y el movimiento siempre ha estado presente en nuestra cultura, pero, en la escuela clásica, la cosa cambia. Reflexionemos: ¿Cómo aprendimos nosotros? ¿Deseas reproducir el mismo modelo? ¿Lo cambiarías? Quizás hemos recibido un modelo donde pasamos muchas horas sentados, donde la docencia ha sido unidireccional, jerárquica, industrial-militar y no ayuda a un entorno de aprendizaje rico. El movimiento activa una neurotrofina llamada BDNF, que facilita la plasticidad y, por tanto, el aprendizaje. Tener sentados a los niños es estupendo para perjudicar su desarrollo cognitivo y evidentemente motor.

Tu inspiración viene de África…

“El jardín del Baobab” se articula mediante el uso de cuerdas, conos, plumas, pelotas, palillos y circuitos numéricos, que el docente sabe gestionar a nivel didáctico. Además, empleamos muchos recursos y melodías de la cultura africana, gracias a mi experiencia en África realizando trabajo de campo, incluso como proyecto educativo. Cuando estoy en África, me preguntan cuándo voy a volver y, si les digo que en marzo, no saben lo que es. Les tengo que responder que dentro de cinco lunas llenas. Y, si les digo que nací en 1978, tampoco entienden; les tengo que decir que nací un viernes, porque para los africanos es muy importante el día de la semana en que naciste. En cambio, para otras tribus, es más importante el día que tú madre pensó en concebirte y creó una melodía para ello, una canción de cuna, que se vincula a ti de por vida. Eso me contó Komané, una mamá Himba. Los Inuit, del Caribú, tienen costumbres muy parecidas, que me recuerdan a esta forma de proceder. Ellos lo llaman “cantos personales”. Debemos de saber que los alumnos de Infantil son la generación del futuro, razón por la que es importante inculcarles, en primer lugar, que la Educación no es un evento, sino un proceso y, en segundo lugar, que a veces gano y otras aprendo, pero nunca pierdo. Esto es muy importante.

¿Qué ocurre con los niños inquietos o hiperactivos según pasan curso?

En relación al TDAH, nosotros no tenemos ninguna investigación ni dato específico que demuestre que la percusión corporal o nuestros recursos de BAPNE le puedan ayudar a mejorar. Nosotros intentamos que nuestras investigaciones sean lo más serias posible y no podemos hacer dicha afirmación. En relación a la atención, sí tenemos diversos estudios que demuestran que existe una mejora de la red atencional, porque no realizamos percusión corporal recreativa (aquella donde se realizan coreografías o con una base musical en la que estar continuamente repitiendo la misma secuencia cinestésica no sirve para nada, es como bailar la Macarena, me entretiene y divierte, pero no estimula a largo plazo). Estamos, como argumenta Vargas Llosa, en la “civilización del espectáculo”, donde todo debe de exponerse y hacer números, pero los niveles de aprendizaje bajan. Por esa razón, nuestras actividades están vinculadas a una posible mejora de las funciones ejecutivas y tenemos diversos artículos que ya van aportando datos positivos sobre ello.

Qué es el método BAPNE

El nombre es un acrónonimo y cada letra significa una materia que ayuda a fundamentar y codificar la metodología:

  • Biomecánica.
  • Anatomía.
  • Psicología.
  • Neurociencia.
  • Etnomusicología.

A través de estos cinco pilares, Javier Romero justifica el papel del cuerpo en la estimulación cognitiva, basada en la neuromotricidad.

La metodología nace en 1998, cuando, tras realizar muchos viajes por diversas culturas y observar qué papel tiene el cuerpo, Romero lanza un lema: “Con mi cuerpo aprendo”. Así ayuda a los niños a aprender, activar su cerebro, mejorar su atención y concentración, desarrollar sus relaciones socioemocionales… a través de palmas, juegos de coordinación de manos y pies, canciones, ritmos y movimientos con beneficio neurológico.

¿Qué otros beneficios tiene este método?

“El Jardín del Baobab” tiene un vínculo muy amplio con el aprendizaje interdisciplinar y, como consecuencia, con el aprendizaje de conceptos matemáticos propios de la etapa de Infantil, aspecto que estamos investigando en estos momentos a través de una tesis doctoral. Por esa razón, el niño puede aprender a través del movimiento y así no los tenemos tanto tiempo ni sentados ni realizando fichas de forma continua. Es muy importante que el niño interactúe con su entorno, con diferentes tipos de objetos y que recitar, bailar, cantar, percutir, mirarse, moverse en el espacio forme parte del aprendizaje es uno de los puntos más valorados. Todo a través del juego muy bien articulado y pensado, y no como islas sin sentido y que son mero entretenimiento.

¿Y desde el punto de vista de la autoestima y emocional?

En Infantil, es muy importante crear entornos de aprendizaje en el que potenciar las tres formas de arraigamiento grupal, que son las manos, porque te toco; los ojos, porque te miro, y los pies, porque me desplazo para interactuar con otros compañeros, lo que produce un enriquecimiento muy grande a nivel grupal. Por esa razón, el aprendizaje de manera tribal y circular posee muchos beneficios como personas ávidas de afecto, apego y de refuerzos positivos. En Infantil, el empleo de la asamblea es muy enriquecedor no solo por el diálogo y porque puedo observar a todos mis compañeros, sino porque fomenta un trabajo cooperativo, inclusivo y no jerárquico. Este modelo de asamblea debería continuarse en Primaria, Secundaria y, como no, en la Universidad. Este modelo debe de extenderse a todos los ámbitos, incluyendo el patio, que se entiende como aula exterior y ayuda a romper con la tradicional separación entre la mente y el cuerpo, donde se permite el movimiento, el contacto con la naturaleza, habitar la escuela y relacionarse con el espacio, con el entorno y con la personas.

Uno de los trastornos infantiles más comunes es la dislexia, que suele ser invisible hasta la lectoescritura. ¿Puede el método Bapne detectar y tratar este trastorno de manera temprana?

En la metodología tenemos muchas actividades para potenciar de manera seria la orientación, la coordinación y la lateralidad. Aún así, es importante destacar que la lateralidad no se define hasta los cinco años de edad aproximadamente, por lo que debemos de andar con mucho cuidado. Desde nuestro punto de vista, sí puede haber conexiones o relación entre la dislexia, lateralidad y los problemas atencionales. Diversos autores lo confirman, pero debo destacar que también existe un gran número que no está de acuerdo. El debate está servido, pero, aún así, nosotros proponemos muchísimos recursos prácticos a través de nuestros manuales denominados “BAPNE for Children”.

¿Qué ocurre si hay alumnos con NEE en el aula? ¿Se puede trabajar la metodología de forma integradora?

En relación a las Necesidades Educativas Especiales, nosotros empleamos muchísimo material a nivel práctico que está adecuado para ellos, pero sí debemos de indicar de que hay que formar al profesorado previamente. Esa formación no son dos horas, es un proceso en el que hay que aprender a saber gestionar una clase, saber hablar en público, saber moverte dentro del aula, controlar tu lenguaje corporal, tu dicción, tu mirada, tus gestos, etc.

Eres defensor de la formación continua del profesorado…

El profesorado que elige ser docente toda su vida es como un médico, está obligado a formarse de forma continua. La Universidad te da la base, pero el camino lo deben de recorrer ellos, reciclándose año a año. A ninguno de nosotros nos gusta que un médico nos realice un estudio con una máquina de 40 años de antigüedad o que nos recete medicación completamente anticuada. Lo mismo ocurre con la Educación, dado que las generaciones cambian de forma muy veloz y el profesorado debe adaptarse a los tiempos que corren. De lo contrario, los alumnos sienten siempre, al llegar a clase, que están en el túnel del tiempo. El profesorado debe de estar en una línea donde aprender, desaprender y reaprender de forma continua, porque las nuevas generaciones que llegan nos hacen modificar continuamente todos nuestros planteamientos. Conozco a muchos profesores de Infantil que están en esa línea, realizan una labor encomiable, se preocupan por ser mejores docentes cada día y les felicito por ello. Un profesor no transmite conocimientos, sino la historia de amor o desamor que tiene con esa disciplina.

La formación de futuros docentes, según Romero

“Pensamos que existen tres tipos de docentes. Uno de ellos es el ‘zombie’, que es el que emplea metodologías obsoletas, tiene muy poco interés en observar qué es lo nuevo que está surgiendo y, probablemente, se pasa sus clases entregando fichas.
El siguiente es uno de los más peligrosos, se llama el ‘turista’ y es el que articula su clase en función de todo lo divertido, bonito y entretenido que ve a través de las redes sociales, YouTube, Twitter o Facebook, con el objetivo de entretener al alumnado; articula su docencia en función de una animación sociocultural y, cuando estos alumnos pasan de curso, se encuentran con otro docente, ven las carencias que poseen y reflexionan: ¿qué hicieron exactamente el año anterior? Aquí es donde entra la idea de que la Educación no es un evento; es un proceso.
El último docente es el que se denomina ‘caminante’ y siempre lo muestro simbólicamente como el que realiza el camino de Santiago. Es el que demuestra que debo ser perseverante, tener responsabilidad por el trabajo bien hecho y que, para conseguir muchos objetivos, no siempre tenemos que hacer todo lo que nos gusta: para llegar al objetivo, tengo lluvia, viento, sol, frío, calor, dolor… pero tengo la recompensa del esfuerzo”.

“A mis alumnos de la universidad siempre les hago un símil, que es el siguiente: ¿Conocen ustedes, por casualidad, juegos de polinomios, juegos para clarinete, para análisis sintáctico de frases, para tocar a Beethoven, sobre fracciones o sobre el aprendizaje de las células? Pues, la pregunta es: ¿por qué, en música, tiene que ser todo juegos de ritmos, de intervalos… sin una gran lógica? Prima más el entretenimiento que el aprendizaje sedimentado. Estoy a favor del juego, pero siempre y cuando sea bien articulado y no un mero entretenimiento con palabras encubiertas que dicen ‘es que es bueno para la atención o para lo que sea’, sin fundamentación alguna”.

“Cuando nos llega el alumnado a la Universidad, este no recuerda absolutamente casi nada del aprendizaje musical que tuvieron en Infantil, Primaria y Secundaria (salvo la flauta, que sirve para bien poco). Ello nos obliga a comenzar prácticamente de cero. En cambio, sí saben perfectamente construir una frase en inglés, realizar una fracción, realizar un análisis sintáctico de una frase, etc. Entonces, mi reflexión argumenta que aquí hay algo que falla en el aprendizaje de la música en todo el proceso educativo. La clase de música no es para hacer juegos o realizar y preparar los conciertos de Navidades o de final de curso, porque la Educación no es un evento, es un proceso. La música bien enseñada posee una valor inestimable”.


LAURA GÓMEZ LAMA
Coordinadora de ESCUELA INFANTIL

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