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Más que ‘followers’, se necesitan ‘influencers’ educativos que inspiren

¿Aprovechamos las redes para que alumnos y profesores se conviertan en ‘influencers’? El objetivo, más que conseguir seguidores, es que inspiren, cuestionen y creen conocimiento.
Adrián ArcosMartes, 19 de octubre de 2021
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No es tiempo de espectadores sino que hay que retomar las claves de una buena Educación. © IRACOSMA

Como viene siendo habitual, la plataforma sobre seguridad online Qustodio lanza cada cierto tiempo un análisis del comportamiento digital de los menores en las redes sociales. El último informe, publicado hace tan solo unos días, revela que TikTok encabeza el ranking de popularidad seguida de Instagram, donde los menores españoles pasan más de 600 horas al año.

Como siempre, se puede examinar la parte negativa de que los jóvenes vivan pegados a las redes sociales como una forma de pasar su tiempo ocio, pero también se puede ver la parte positiva: ¿por qué no utilizar parte de ese tiempo para que los chavales elaboren un contenido formativo?, ¿podemos aprovechar las redes sociales para que nuestros alumnos se conviertan en auténticos influencers educativos?

Miguel Palma, alumno de 2º de Bachillerato del IES “Mediterráneo” de Estepona (Málaga) –cuya entrevista publicamos también en Magisnet– es un buen ejemplo. Junto a unos amigos, ha creado el programa de TV online Culturizados, un concurso de preguntas y respuestas basado en el formato de Pasapalabra. Al final, como en el caso de Miguel, la importancia no está tanto en el número de seguidores –aunque mucho mejor si es elevado y traspasa las fronteras del propio centro–, sino en la utilidad para el propio grupo de compañeros de clase o incluso de alumnos de otros centros educativos que puedan interesarse en la temática del programa.

Los profesores pueden llegar a convertirse en ‘influencers’ educativos capaces de inspirar, crear conocimiento, seducir y cuestionar lo inamovible

Lo mismo ocurre con el profesorado si decide compartir su trabajo y hacerse visibles más allá de los muros de la escuela, ya que pueden llegar a convertirse en influencers educativos capaces de inspirar, crear conocimiento, seducir y cuestionar lo inamovible. Así lo consideran Lourdes Bazarra, que es experta en Metodologías Innovadoras, y Olga Casanova, certificada por el MIT en Liderazgo para la Innovación. Ambas son autoras del libro Influencers educativos ¿Cómo transformarnos en adultos inspiracionales? (SM).

El libro, prologado por el profesor y divulgador Enrique Dans, arranca con la idea de que no es tiempo de espectadores sino que hay que retomar las claves de una buena Educación y, para ello, resulta esencial “tomar conciencia de qué es lo que tú quieres movilizar, qué impacto o legado quieres dejar”, explican Casanova y Bazarra, que al referirse al ámbito educativo no se ciñen solo a docentes y centros.

Claustro virtual

“Hay un claustro virtual muy potente que se ha movilizando mucho en Twitter, y ahora en Instagram, pero es aún un claustro muy profesionalizado y no muy reconocido socialmente. El influencer educativo es conocido más en zapatillas, en el sentido más noble de la palabra, es decir, por sus alumnos y por las personas más cercanas”. Coinciden las dos expertas en que este perfil de personas deben tener un plus de excelencia –ser Key Opinion Leader (KOL), Líderes de Opinión– y ser además heterogéneos, interesantes, seductores, dejar un legado valioso y estar presentes en lugares en los que ahora siguen siendo anónimos.

Para exponer su idea montan en un bus imaginario a 50 profesionales e instituciones que han elegido no ser espectadores, sino hacer de su vida un legado humilde pero multiplicador. Entre sus pasajeros figuran Yuval Nohari, el gurú de Silicon Valley que no tiene móvil; el pensador Amin Toufani; el arquitecto indio Prakash Nair; el “jardinero” Fernando Caruncho; el youtuber Jaime Altozano; el investigador Carlos López-Otín y el cocinero Ferrán Adriá.

Para elegirlos, Bazarra y Casanova han tenido en cuenta su capacidad de convertir el conocimiento en aportación y servicio y ser personas que acaban con tres virus: situar cualquier campo de investigación en el “conmigo o contra mí”; los que prefieren esperar tiempos mejores desde la cultura de la queja en vez de buscar soluciones; y “el sesgo de verdad, o sea, buscar más lo que nos reafirma que lo que nos obliga a cuestionarnos”.

Estos 50 “valientes han elegido el impacto, la belleza, el legado y generan movimiento y profundidad, muchos diseñando jardines, cocinando, en la escuela y desde ahí, en zapatillas, anónimamente, porque lo que menos les importa es su nombre, abren puertas a cosas interesantes que ojalá por ósmosis hagamos que entren en la escuela”.

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Una de las cosas a las que obliga ser un ‘influencer’ educativo, líder de opinión y buen profesor es mantener viva la curiosidad

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En las redes, aunque no solo, hay que compartir “una práctica, que es decir que el pensamiento se hace realidad. El Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) no separa mano y mente: lo que está en tu cabeza debe terminar por poder experimentarse y tocarse con las manos. Y si no hace ese tránsito, si se queda solo en pensamiento, es una tristeza”.

Por otro lado, Bazarra y Casanova abogan por simplificar el modelo de organización de los centros y de su relación con la administración. Debería hacerse “lo más sencilla posible para poder dedicar la mayor energía que podamos a investigar, compartir y contrastar dentro y fuera del Claustro. Liberar tiempo para que eso sea eficiente y sea posible”. “La descripción del profesor como alguien que da clases es una definición obsoleta, por tanto una de las cosas a las que obliga ser un influencer educativo, líder de opinión y buen profesor es mantener viva la curiosidad”.

Sin embargo, mantener viva la llama de la curiosidad “obliga a disponer de un entorno personal de aprendizaje. ¿Cuánto hace que no te equivocas?: si la respuesta es que hace más de una semana, algo mal va en tu vida, has dejado de curiosear y de experimentar”, concluyen las autoras.

Algunos ‘influencers’ educativos

IMF Smart Education ha recopilado algunos ‘influencers’ educativos a los que seguir para aprender sobre alguna materia:

  1. @doctorfision. Ciencia, tecnología y curiosidades.
  2. @lawtips. Creador de vídeos creativos sobre derecho.
  3. @evaportorrhh. Tips sobre Recursos Humanos, CV etc.
  4. @ladyscience. Actualidad científica. Biomedicina y Bioquímica.
  5. @vmartinp. Emprendedor, marketer, consultor y humano.
  6. @jiriondo1. Escritor, conferenciante & HNP Consultant.
  7. @ana.ivars. Tips de Facebook e Instagram Ads y Estrategia online.
  8. @boticariagarcia. Divulgación sobre medicina y salud.
  9. @avrileevans. Tips de emprendimiento y empoderamiento.
  10. @Unicoos. Matemáticas, física, química y tecnología.
  11. @JaSantaolalla. Educador científico.
  12. @natdesantiago. Contenido relacionado con las finanzas.
  13. @euge.oller. Contenido sobre el emprendimiento.
  14. @chemaalonso. Experto en Big Data.
  15. @thelatinacoach. Estratega y educadora.
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Comentarios

  1. Revolução BookTok incentiva os debates literários
    10 de noviembre de 2021 09:27

    […] Más que ‘followers’, se necesitan ‘influencers’ educativos que inspiren […]