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Proyecto Travesía: andar y formar virtudes para lograr la mejor versión de uno mismo

Constituido por distintas áreas, el Proyecto Travesía de Kensington School busca que el alumno incorpore las normas de una forma saludable, sin sentirse juzgado y acompañado siempre de toda la comunidad educativa.
Icíar Riesgo PérezMartes, 16 de noviembre de 2021
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Un equipo de convivencia supervisa la vida escolar y trabaja junto a dirección, familias y tutores. © KENSINGTON SCHOOL

Siguiendo con nuestra tradición de acompañar al alumno en su vida escolar y en su crecimiento personal y académico, nace nuestro proyecto más entrañable hace tres años: el Proyecto Travesía. Es un programa dirigido a los alumnos de 3º de ESO/Year 10 a 2º de Bachillerato/Year 13 que promueve el ideario del Centro porque siembra en los alumnos nuestro carisma.

Fieles a la etimología de la palabra Travesía, definida como “camino transversal o traviesa”, entendemos que cada alumno de Kensington School realiza su propia travesía durante sus años de vida escolar. Una Travesía única e irrepetible.

Un proyecto singular que procura no dejar indiferente a nadie. Pues precisamente se trata de eso, de construir ideas o generar pensamiento crítico en los alumnos para que logren ser la mejor versión de sí mismos. Nuestro lema: “formar a futuros líderes al servicio del mundo”.

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Generamos un mantra: “Krezco, Konfío, Konstruyo”, utilizando la letra K, en honor al nombre que nos da identidad escolar “Kensington”

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Con la convivencia como piedra angular, toma la edad psicoevolutiva del alumno como punto de partida. Configurado por distintas áreas, busca que el alumno incorpore las normas de una forma saludable, sin sentirse juzgado y siempre acompañado de la mano de toda la comunidad educativa. Esto es requisito fundamental para que crezca. De ese crecimiento, nace la confianza mutua y de esa confianza, construimos un proyecto de futuro. Generamos un mantra: “Krezco, Konfío, Konstruyo”, utilizando la letra K, en honor al nombre que nos da identidad escolar “Kensington”.

Un equipo de convivencia supervisa la vida escolar. Trabaja en equipo junto con dirección, familias y tutores, para que todo tenga sentido y esta Travesía, que simboliza la huella de la vida escolar, sea motor de aprendizaje. Es el equipo de convivencia quien hila fino y teje la narrativa escolar del alumno.

Las normas están en constante cambio: se piensan con ellos y son dinámicas. Están recogidas en la “Brújula de Convivencia”, marco que enseña y recoge nuestros códigos socioeducativos. Retiramos los partes y otorgamos el protagonismo del desarrollo psicosocial a los alumnos, bajo la mirada del adulto, que lo acompaña, lo levanta en sus errores y lo aplaude en sus aciertos y victorias.

Las tutorías se programan de acuerdo con esta evolutiva, obedeciendo a los avatares de la vida misma que se acontecen en el transcurso de un camino. Primero nos centramos en el yo, en cómo nos sentimos, para luego pasar al otro y así hasta configurar una armonía que cohesiona el grupo.

Los delegados nos ayudan, pues son líderes potenciales entre sus iguales. Les formamos para que sepan cuidar y guiar a sus compañeros, contando con el apoyo de la Escuela de Liderazgo y de sus mentores. Ellos desayunan con los tutores una vez al trimestre, para hablar sobre el clima de aula y de cada uno de los alumnos.

Las normas están recogidas en la “Brújula de Convivencia”.

Cada mes, tutores y profesores inciden en las metas concordia, quienes centran el foco de actuación según el rumbo de la Travesía. Esta idea pretende que el alumno persevere y se familiarice con las normas. Comenzando por ejemplo por la uniformidad hasta abordar prácticas de estudio o habilidades de comunicación.

Ellos son los protagonistas. Los alumnos experimentan la confianza de un adulto que les deja hacer. Ellos se encargan de preparar y realizar la Asamblea de curso de cada semana. Es su espacio para sembrar respeto, para darse a conocer, para ser creativos, para convertirse en “profesores o comunicadores”. Además, durante los recreos, pueden salir del recinto escolar. Porque sin ese protagonismo, sin esa libertad y posibilidad de acertar, no podrían aspirar a ser algo mejor.

El departamento de Ksocial se encarga de cultivar en ellos el voluntariado, para que puedan incorporar la empatía, asertividad, combatir el egocentrismo adolescente y desviar su mirada hacia el mundo que lo rodea. El vehículo ideal para desarrollar la capacidad de servir, mediante acciones de solidaridad. Somos Escuela Amiga de Unicef como plan para la defensa de los derechos de la infancia.

Observamos que muchos conflictos tenían que ver con el aburrimiento. Entonces creamos el área de Recreos Inclusivos, para construir lazos sanos entre el cuerpo y la mente, enriqueciendo su tiempo libre y de ocio y fomentando el trabajo en equipo. Cada mes varían las actividades: huerto, campeonatos de bádminton, yoga, voleibol, ping-pong, ajedrez, etc.

Como los adolescentes necesitan cooperar y enfrentar retos que refieran madurez, surge la Cooperación y Calidad, coordinado por profesores doctores y orientado a crear vínculos con universidades de todo el mundo y fomentar la excelencia.

El departamento de Ksocial cultiva en ellos el voluntariado.

Actualmente, Kensington refuerza su arribada en otro puerto: la atención personalizada de nuestro alumnado con necesidades educativas especiales. Es el contenido más pasional porque toca el corazón de nuestros alumnos. Aquellos de dificultades de aprendizaje, altas capacidades, dificultad atencional y/o hiperactividad, adicciones a nuevas tecnologías e incluso dificultades personales que interfieren en sus vidas y aprendizaje.

Respetando la idiosincrasia de cada alumno, buscamos reafirmar sus fortalezas donde poder sostenerse. Les entrenamos y trabajamos con ellos mediante distintos recursos, utilizando metodologías activas, atravesando distintas tareas y retos como son las “cajas de creatividad”, la versatilidad en la evaluación, el enriquecimiento con actividades de ampliación y/o sustitución y el desarrollo de sus talentos, mediante la aplicación a distintos concursos, la asistencia a congresos y el desempeño de otras posibilidades.

Las familias de manera activa son nuestro próximo reto. No porque no estén incorporadas, que lo están. No porque no estén informadas, pues reciben nuestro boletín mensual  Andadura, sino porque la Educación es compartida con ellos y son, siempre, la principal fuente de cambio de nuestros alumnos. Los necesitamos y nuestro deseo es que tengáis mayor presencia. ¿Os apuntáis? Keep Growing!

Icíar Riesgo Pérez. Orientadora de 3º de ESO/Year 1º a 2º de Bachillerato Kensington School.

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