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Cómo ayudar a tus hijos en los cambios de etapa escolar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Por Eva R. Soler

Nuestro sistema educativo divide la escolaridad en distintas etapas que suponen transiciones y cambios importantes en la vida escolar del alumno. Dos de estas etapas son obligatorias: Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria. “La segmentación de la escolaridad en dichas etapas tiene su base en las divisiones que se realizan en psicología evolutiva”, explica el psicopedagogo Joaquín Márquez. Es decir, cada una de las etapas que se dan a nivel escolar están relacionadas con las fases del desarrollo. Así cuando un estudiante está viviendo un momento de transición escolar (como es el paso de Infantil a Primaria, de Primaria a Secundaria, o de Secundaria a ESO) está viviendo una etapa de cambios evolutivos en su desarrollo, apunta este experto que, además, es licenciado en Magisterio.

En este sentido, Sofía Gigliani, psicóloga del colegio SEK-Ciudalcampo, añade que hacer los cambios de forma paulatina es fundamental y que los profesores y los padres tengan esto presente es el éxito del alumno: “1º de Infantil, 1º de Primaria, 1º de la ESO son cursos de transición que suponen grandes cambios para los alumnos. Se enfrentan a grandes retos y cambios personales, sociales y cognitivos. Es fundamental respetar el ritmo de cada alumno y evitar cambios bruscos. Cada alumno tiene su propio ritmo y lo que algunos aprenden en septiembre, otros lo aprenden en mayo y a ambos hay que felicitarles por ese aprendizaje dentro de un año lleno de novedades”.

De casa o la guarde a Primero de Infantil

La gran dificultad a la que se enfrentan los escolares de edades más tempranas es la socialización con otros niños y niñas, apunta Márquez: “Este proceso de socialización dependerá mucho de las experiencias vividas en los primeros años de crianza en casa y con la familia pero, en términos generales, el gran reto al que se enfrentan los niños en infantil es que dejan de ser el centro del universo para ser uno más de los compañeros que están en clase”. Sin embargo, la inmensa mayoría de los alumnos se adapta perfectamente a la Etapa Infantil tanto en el primero como en el segundo de los ciclos, añade este experto. Por ello, salvo casos muy puntuales que deberán ser considerados y diagnosticados convenientemente, no suelen darse grandes dificultades para los alumnos en esta etapa.

«1º de Infantil, 1º de Primaria, 1º de la ESO son cursos de transición que suponen grandes cambios para los alumnos. Se enfrentan a grandes retos y cambios personales, sociales y cognitivos»

1. En general, es importante que los padres estén involucrados durante el tiempo de escolarización de los hijos y que mantengan una buena comunicación con el centro, aconseja el psicopedagogo. En la medida de lo posible, conviene participar en las actividades que desde el colegio puedan proponer.

2. Además, se debe celebrar cada avance y logro evolutivo y académico que los hijos vayan consiguiendo, sin olvidar la importancia de no comparar el desempeño y recorrido psicoeducativo del propio hijo con otros niños o niñas de la misma clase o de otras clases del ciclo.

3. Por otra parte, la psicóloga Sofía Gigliani comenta que en el caso de que sea la primera vez que haya una separación durante tantas horas hay que tener paciencia: “El niño tiene que aprender que los padres no lo abandonan y que volverán a por él. Normalmente, el segundo o el tercer día son peores que el primero porque los niños ya saben a dónde van y qué van a hacer. Los padres debéis ser fuertes y entender que esto también pasará”.

4. Hablar con el tutor y contarle cómo ha comido y dormido en casa. Esto les ayudará a entender al niño en las horas escolares.

5. Juego simbólico: “Es bueno que en casa juguéis con los niños porque esto ayuda a descubrir cómo están llevando la transición al colegio”, recomienda Gigliani. Por ejemplo, usad animales de juguete, contad que un elefante va a un bosque nuevo y tiene miedo: ¿qué puede hacer la jirafa para ayudarle?

6. Mantener una rutina. Esto les ayudará a entender que dentro de esa rutina los padres estarán presentes y compartiendo la responsabilidad en el colegio. También les da seguridad comprobar que tanto en casa como en el colegio existen horarios, reglas y consecuencias, añade la psicóloga.

De Educación Infantil a Primero de Primaria

cambio etapa

Para Sofía Gigliani esta es una etapa muy importante para generar motivación e ilusión por el aprendizaje. Son años en los que los hábitos escolares deben moldearse, ya que luego serán la base sobre la que construirán otros aprendizajes mucho más complejos.

Por su parte, Joaquín Márquez explica los principales cambios y dificultades a los que se enfrentan los alumnos en este curso: “En términos académicos los alumnos se van a encontrar con un trabajo metodológico más estructurado que en la educación infantil. Además, pasan a ocupar un lugar fijo en el aula: su mesa y su silla. Incorporan materias diferenciadas, por lo que el número de contenidos en clase va a crecer. En clase ya empiezan a entrar los maestros especialistas y el horario también suele ser más rígido que en la etapa infantil”.

En este sentido, apunta Márquez, es muy importante que los alumnos se sientan seguros y acompañados para ir ajustando progresivamente su propio desempeño a la dinámica metodológica que se establezca en el aula. Trabajo que, además, ya empieza a recibir una calificación tanto cualitativa como cuantitativa. En la transición de esta etapa el psicólogo también aconseja lo siguiente:

1) Transmitir a los hijos seguridad, alegría y confianza.

2) Acudir a las reuniones que propongan los tutores y llegado el caso solicitar las tutorías individualizadas que sean precisas.

3) Prestar mucha atención al estado de ánimo general de los hijos especialmente las primeras semanas de clase.

4) Seguir apostando por tiempos de juego y socialización de calidad, lo cual va a afectar muy positivamente en el desarrollo de una sana autoestima. “Los niños de estas edades necesitan aún muchas horas de juego al día y los treinta minutos del recreo no son suficientes. Hay que proporcionarles espacios y tiempos suficientes para esparcirse”.

«Es muy importante que los alumnos se sientan seguros y acompañados para ir ajustando progresivamente su propio desempeño a la dinámica metodológica que se establezca en el aula»

Gigliani, por su parte, recomienda:

5) Fomentar la lectura y escritura pero que no sea algo puramente educativo, sino que también sea divertido y una forma de estar juntos en familia. Se puede hacer mediante juegos, lectura antes de acostarse, leer entre hermanos, escribir notas en los calendarios, leer carteles, etc.

6) Saber que esos primeros trabajos, proyectos, presentaciones son importantes como ejemplo. “Si hacemos las cosas bien desde el principio generamos un ejemplo y base de qué es importante a la hora de entregar algo”

7) Usar el momento de ocio para seguir aprendiendo: en el coche, de compras, en las comidas se puede seguir practicando destrezas básicas que luego le ayudarán en el aula también. Leer menús, que sean los niños los que pidan la comida, que sean ellos los que pregunten el precio de la ropa o que cuenten el dinero que tenemos para pagar o la vuelta que tenemos que recibir.

8) Fomentar el esfuerzo desde el primer día, no sólo relacionado con la lectura/matemáticas/inglés, sino con el estar bien vestido, hablar bien, ser educado, respetar al otro, ser buen compañero, etc.

9) Tener en cuenta que el aprendizaje también es social, se aprende mucho de los amigos y compañeros.

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