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De quién es el niño

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Teóricamente, los hijos son de su madre y de su padre. En la práctica, la dependencia del niño respecto de la madre es casi total en casos de ruptura matrimonial. Aragón contará, de forma pionera en España, con una ley de relaciones familiares que establece la custodia compartida como norma de general aplicación en las separaciones.

Es un dato. La igualdad de sexos avanza en todos los frentes y amenaza con entrar en los pactos sobre el cuidado de los hijos, cuando el matrimonio se separa. Si hasta el presente, el 90% de los pactos y sentencias terminan otorgando la custodia –guarda y cuidado de los hijos, diferente a la patria potestad– a la madre, los padres presionan fuerte para evitarlo. “Nada sin mis hijos”, sería su eslogan.

El razonamiento es sencillo. Si mujer y hombre tienen idénticos derechos, la consecuencia es doble: regirá igualmente para el padre y la madre y debe aplicarse al cuidado de los hijos pequeños, tras una separación. No quieren que esa tarea y el uso de la vivienda sean asignados preferentemente a la madre, mientras que el padre ha de conformarse con ver determinados días a sus niños (el padre visitador) y con pagar cada mes la pensión estipulada.

Aragón en cabeza
Ideas parecidas subyacen en la primera ley reguladora de la custodia compartida, aprobada por el Parlamento de Aragón. Entrará en vigor el día 1 de agosto. Salvo que lo rechacen los cónyuges, el juez deberá inclinarse por conceder la custodia compartida de los hijos al padre y a la madre, tras la separación o divorcio. Surgen imitadores. Cataluña ultima también la suya, Valencia está en ello y el País Vasco hace cola.

¿Será eficaz el cambio? ¿Primará la propiedad compartida de los niños? El resultado es incierto, pues el punto de partida es inapelable. Veamos. Año 2009: de 340.512 permisos por nacimiento de hijo, el 98,3% se concedió a madres. Primer trimestre de 2010: de 28.727 excedencias laborales para cuidar del hijo, el 94,4% corresponden a mujeres. La custodia compartida significa que mamá y papá participarán en todas las responsabilidades afectivas, educativas y asistenciales de los hijos y disfrutarán de idénticas relaciones con ellos.

Como apunta Ignacio Tornel, experto en mediación familiar, “el ideal es que la educación y el cuidado de los hijos sea cosa de ambos padres, como antes de la ruptura. Ahora bien, eso ocurrirá si el padre y la madre tienen la suficiente serenidad para negociar la custodia y capacidad acreditada para educar a los niños”. Aunque Tornel se muestra escéptico sobre “la eficacia de la ley por sí misma”, reconoce que “puede crear una cultura favorable a considerar a ambos progenitores como opciones reales para recibir la custodia de los hijos”.

El mediador
Donde este experto pone el acento para favorecer la custodia compartida es en la mediación familiar. “Y Aragón carece aún de esa figura legal”. Aunque lo planea. “Cuando esta institución sea regulada, con dotación personal y económica adecuadas, la labor de un mediador creará espacios de reflexión para resolver los conflictos inherentes a una custodia compartida”, afirma Ignacio Tornel.

Es decir, sí a la custodia compartida, pero es un camino plagado de dificultades, que necesitará un apoyo de terceros. Porque la casuística es agobiante. Dos ejemplos. La hija de Manuel, con un niño de 2 años, acaba de separarse. “Si por ley se impone la custodia compartida, ¿qué pinta ya el juez?”. Y añade: “Lo único que sé es que cuando viene mi nieto de casa de su padre, está descontrolado”.

Juan tiene dos hijos de 16 años. Su esposa le pidió que dejara la casa. De entrada, los chicos se quedaron con la madre. Porque quiere estar cerca de sus hijos, Juan ha debido alquilar otro piso y pasar una pensión a los muchachos. Una ruina.

El emperador sin su corte
La tragedia de la separación y del divorcio se despliega en varios actos. Uno afecta a los hijos pequeños. Al final, tanto si la custodia se otorga a uno de los cónyuges como si es compartida, ambos habrán de tener en cuenta lo que el psicólogo Vicente Garrido llama "inteligencia educacional". Porque deberán afrontar una dificultad añadida: esos chicos necesitarán confiar en alguien. Como la familia ha quedado partida por la mitad, urge que los padres coordinen esfuerzos.

Inteligencia educacional es un intento de conocer bien la personalidad de cada hijo y, a partir de ese dato, aplicar una estrategia. Garrido lo da todo por perdido cuando los padres renuncian a establecerla.

Su libro Mientras vivas en casa. La Inteligencia Educacional aconseja descender a detalles concretos. Por ejemplo, fijarse en si el niño realiza acoso a compañeros de colegio, para evitar que termine siendo una persona violenta, e incluso un maltratador de mujeres. La inteligencia educacional será provechosa para comprobar el valor de la autoridad de los padres, y si esta capacidad es correctamente ejercida en cada caso. Se oye hablar de la tiranía de los hijos, mientras que algunos adolescentes hablan de la tiranía de sus padres. Los dos fenómenos son reales.

Hace pocos días caminaba yo por un parque. Eran las nueve de la mañana. Un muchacho de unos quince años, vestido con el desaliño al uso, mantenía esta gresca por el móvil:
– ¡No puedo ir al colegio porque tengo el polo sucio y porque me van a llamar la atención. Ya haremos un justificante! ¿Me entiendes?
Hablaba a gritos, fuera de sí, en tono agresivo. Sospecho que al otro lado del móvil, una persona adulta le aconsejaba no faltar a clase. Pero el adolescente no le daba tregua. Con bravuconería, chillaba:
– ¿Me entiendes abuela?, ¿Me entiendes abuela?, ¿Pero me entiendes?
Recordé una lúcida expresión de Vicente Garrido, los "hijos que han tomado, con violencia, el poder en su casa". Extremos así no ocurren, seguro, en el 90% de los hogares. Pero de haberlos, sería tarde para utilizar el método corrector del castigo. Tendríamos ya un sujeto engreído, un pequeño emperador cuyos padres son sus esclavos.

Ahora, ante la separación de sus progenitores, estos "emperadores" perderían el séquito hogareño al que tiranizar, y la emprenderán con quienes tienen al lado, la abuela, por ejemplo. Atentos, matrimonios con problemas.

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