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Los peligros que encierran los atracones de series

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Loa efectos del consumo adictivo de contenidos en bloque son más dañinos en los niños que en los adultos. Descubre cómo afecta a su cerebro y qué aconsejan los expertos para evitar los efectos nocivos del binge-watching.

 

Por Eva R. Soler

 

El binge-watching es el término que se utiliza en inglés para denominar lo que aquí se conoce como darse un atracón de series. Nos enganchamos a los episodios en bloque que ofrecen las plataformas de contenidos audiovisuales y no podemos parar de verlos, uno tras otro… Nos afecta a nosotros, como adultos, pero, ¿nos hemos parado a pensar de qué forma afecta esto a los menores, cuando su cerebro todavía no ha terminado de desarrollarse? Los expertos advierten de los peligros del binge-watching infantil y proporcionan recomendaciones para hacerle frente.

“El público infantil consume muchas horas de contenidos (si no hay suficiente control parental) y las plataformas están aprendiendo de los gustos de los más pequeños porque, al final, son las audiencias de su futuro; en el fondo, es una inversión”, afirma Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información de la UOC. “Del mismo modo que con los adultos, en las plataformas de streaming los contenidos para menores se estrenan en bloque (la temporada entera) para generar ese consumo adictivo que le resulta tan rentable. Lo que se persigue es tener a la persona enganchada, y aún más en el caso de un niño, cuyo consumo es naturalmente compulsivo”, añade la misma experta.

De esta forma, el mercado de plataformas de reproducción en continuo ha experimentado un gran crecimiento durante los últimos años. Según Barlovento Comunicación, durante 2020 la televisión de pago logró en España casi 8 millones de suscriptores y batió récords de audiencia. Otro estudio indica que en el año 2025 esa cifra aumentará a 17 millones de usuarios. “Las elevadas estadísticas de consumo hace que este servicio sea cada vez más imprescindible en el núcleo familiar y, por tanto, habrá menos tendencia a darse de baja en estas plataformas. Por otra parte, cuanto más consumo, mejor conocen a sus usuarios y más contenido dirigido a ellos podrán producir. Esta directriz tan clara se aplica exactamente igual en el caso del contenido infantil”, explica Neira.

 

Cómo afecta el binge-watching al cerebro de los niños

 

Por su parte, Diego Redolar, neurocientífico de la UOC y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, sostiene que conviene tener en cuenta que los menores tienen menos capacidad de control, dado que en las etapas iniciales del desarrollo hay diferentes ámbitos de control cognitivo, que dependen de regiones laterales de la corteza preforntal, que no funcionan completamente, ya que dichas regiones se encuentran todavía en proceso madurativo.

Para seducir a los espectadores más pequeños, las plataformas trabajan de forma similar a como lo hacen con adultos y utilizan recursos como el estreno en bloque, el encadenado automático de capítulos y la posibilidad de saltarse los créditos de entrada y salida. “Nuestro sistema nervioso tolera mal la espera y la demora. Tener la posibilidad inmediata de ver varios capítulos o temporadas podría activar regiones  de crítica importancia en el sustrato nervioso del refuerzo, como la corteza prefrontal medial, lo que facilitaría que la persona se enganchara con más facilidad a la serie” explica Redolar y advierte que en los niños esta respuesta se puede ver, incluso, más marcada.

Con el consumo obsesivo no sólo se activa nuestro sistema nervioso de refuerzo, sino que, además, se crea una relación más fuerte y empática entre el espectador y los personajes, explica el neurocientífico y añade que, en el caso de los niños, ese vínculo es aún más fuerte puesto que empatizan más con los personajes: “La animación se hace pensando en ese tipo de relación emocional tan profunda, con el objetivo de convertir a ese niño en un espectador muy intenso”.

Como explica Redolar, ante un maratón de series, el sistema nervioso puede generar dopamina, una señal química relacionada con el placer: “Aporta una recompensa natural e interna de placer que refuerza la relación con es actividad y el cerebro envía sensaciones positivas al cuerpo para que continúe esa tarea”.

 

La depresión post-atracón y otros peligros del consumo en bloque

 

Cuando se termina de ver la serie aparece lo que se conoce como pos-binge-watchin (algo así como “postatracón”), una especie de depresión por inmersión. Los niños, como los adultos, también sufren este fenómeno, sólo que, en su caso, los efectos podrían ser más dañinos, porque los niños no disponen de tantos mecanismos cognitivos para hacer frente a la situación, según explica Redolar.

Además, cuando una serie gusta al espectador se activa el sustrato nervioso del refuerzo, es decir, el cerebro insiste en seguir haciendo aquella acción porque le resulta gratificante. “El peligro radica en si esto supone que la persona deje de hacer actividades importantes como practicar ejercicio físico, salir con los amigos, perder horas de sueño… para dedicar más tiempo a ver series. Si esto es así, podría tener efectos sobre el desarrollo cerebral, dado que estos factores tienen una importancia crítica para dicho desarrollo”, advierte Redolar.

 

CONSEJOS PARA EVITAR CONSUMO ADICTIVO A LAS PLATAFORMAS EN STREAMING

 

María Guerrero, psicóloga experta en tecnología y familia de la plataforma de control parental Qustodio recomienda:

 

  • Dar ejemplo: Evidentemente, si los menores ven que sus padres usan gran parte de su tiempo libre delante de las pantallas viendo series o cualquier otro tipo de contenido, los niños entenderán que es algo aceptado y lo normalizarán.
  • Ofrecer alternativas: Es importante ofrecer a los hijos alternativas de diversión alejadas de las pantallas, transmitirles la importancia de realizar actividades familiares sin necesidad de utilizar la tecnología y cara a cara. Potenciar actividades como la práctica del deporte o la afición a la lectura.
  • Normas de uso: Es aconsejable establecer normas de uso como poner límite de tiempo, respetar las horas de sueño, pasar tiempo en familia y reservar momentos para realizar otras actividades.
  • No dejarles solos ante todo el contenido al que pueden acceder, supervisar que es adecuado y apropiado para su edad.
  • Enseñarles y hacerles conscientes de que tantas horas ante una pantalla conllevan una serie de peligros para su salud mental y física que puede tener consecuencias para su desarrollo, para su aprendizaje y para su forma de relacionarse con los demás.
  • Sopesar si detrás de ese consumo excesivo de series se encuentran carencias personales como problemas de autoestima, malas relaciones con sus amigos, etc.

 

 

 

 

 

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