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Obsesión por las notas

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Tengo un hijo de 13 años que siempre ha sido el primero de su clase. Ha empezado 1º de la ESO y a pesar de que sigue estupendamente, está muy inseguro. Tanto que tiene obsesión por estudiar. Hemos llegado a tal punto que no disfruta de su tiempo libre, pensando que así bajará en el curso. Está muy triste y no sabemos qué hacer.

Belinda
Valladolid

Estimada amiga, ante ese interés de su hijo por sacar las máximas calificaciones me hago varias preguntas cuyas respuestas le invito a buscar.

¿Anteriormente era buen estudiante, digamos de modo natural, sin que eso supusiera un problema para él ni para sus padres? ¿Ha habido algún momento o situación a partir del cual haya empezado a sentirse en la obligación de tener que demostrar algo? ¿Si se dio esa circunstancia, por qué ocurrió? ¿Quién le está influyendo? ¿Hay un ambiente especialmente competitivo en el colegio o en el hogar? A partir de las respuestas a estas preguntas, u otras parecidas, es como pueden empezar a perfilarse las soluciones.

Es muy diferente que esa dedicación tan intensa al estudio esté motivada por una sana inquietud intelectual o por otros intereses menos sanos como podía ser el desbancar a sus compañeros. Quizá la solución no haya que plantearla simplemente en el binomio tiempo de estudio-disfrute de tiempo libre.

El principal objetivo educativo que debemos plantearnos los educadores, padres o profesores, es que nuestros hijos o alumnos alcancen la mayor plenitud humana posible en todos los órdenes de su vida y además de forma equilibrada. En este sentido quizá sea bueno abordar el problema que nos ocupa de forma indirecta tratando de descubrirle a su hijo otros horizontes vitales.

Lo que realmente permite alcanzar una vida lograda es la calidad de los vínculos personales que uno logra alcanzar. Pienso que le haría un gran bien ayudarle a descubrir las necesidades, preocupaciones, anhelos de las demás personas que le rodean haciéndole, de esa forma, salir de sí mismo y de ese círculo cerrado de intereses que le pueden acabar ahogando vitalmente. Considero más aconsejable la actuación indirecta ayudándole a abrirse paulatinamente.

Por otro lado, sería bueno que percibiera que el amor de sus padres, o de las personas allegadas, no está relacionado con su mayor o menor rendimiento en cualquier aspecto de su vida, incluido, por supuesto, el académico.

Suele dar buen resultado pedir ayuda a algún familiar, vecino o amigo con quien el chico tenga una especial relación y cuyas opiniones valore especialmente.

José Fernando Calderero
Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación
Licenciado en Ciencias Químicas
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