fbpx

Siempre la misma película: ¿La vemos otra vez?

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Los niños tienen la tendencia a ver la misma película una y otra vez. Algunos psicólogos afirma que el motivo es que su cerebro utiliza la repetición como una herramienta de aprendizaje y recompensa.

 

Por Ana Veiga

Lo admito. He perdido la cuenta de las veces que he visto Regreso al futuro siendo pequeña y lo mismo puedo decir de Aladdin o El Rey León. Puede que, para los niños de hoy en día, el objeto de deseo haya cambiado pero el ritual sigue siendo el mismo. ¿Recuerdas cuántas veces has visto Frozen o Cars con tus hijos?

Según afirma un estudio de Netflix publicado en 2018, un usuario de Reino Unido había visto la misma película (Bee Movie)durante 357 veces en el mismo año. Y ante tal récord, la usuaria en cuestión ha decidido identificarse: su nombre es Gemma Chalmers, es de Reino Unido y aclara que el motivo de tal nivel de visionado no es culpa suya sino de su hijo de 10 meses. Como explica, es la única forma que ha encontrado para que deje de llorar.

Y no debe ser la única madre que acude a plataformas de streaming en busca de una herramienta para calmar a sus hijos. De hecho, Netflix está lanzando cada vez más contenido infantil y no sería de extrañar que fueran uno de los contenidos más vistos. «No somos grandes aficionados a dar números», ha admitido en más de una ocasión Melissa Cobb, vicepresidenta de Netflix y responsable de la programación infantil y familiar; pero sí aseguraban en un comunicado de prensa enviado a finales de 2018 que «casi un 60% de los usuarios de la plataforma a nivel mundial disfruta de contenido infantil y familiar cada mes».

 

Repitición y seguridad

Dice Leire Iriarte, vicesecretaria de SEPYPNA (Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente), doctora en Psicología y Profesora en la facultad de Psicología y Educación de la Universidad de Deusto, que “es habitual que los niños tiendan a repetir no solo las películas que ven, sino los cuentos que quieren oír, los dibujos que realizan o los juegos que despliegan”. Aunque las causas son variadas.

Por un lado, la repetición de una película o de un cuento “proporciona al niño seguridad, ya que es capaz de predecir lo que va a ocurrir y esto le da una sensación de dominio y control que constituye una necesidad para el psiquismo humano”. Siendo así, podríamos repetir el visionado de la misma película un par de veces a lo sumo. ¿O es que la recompensa que nos aporta aumenta proporcionalmente con el número de veces que la vemos? “El placer que proporciona experiencia no se agota con un solo visionado o lectura, sino que se mantiene más tiempo en el niño. A lo que se suma la satisfacción por entender cada vez mejor la película”.

Y esta última mención, el entendimiento, es la tercera de las causas de la repetición. “El argumento de una película o un cuento, por muy sencillo que sea, supone un reto para la mente del niño, que en ocasiones necesita más de una oportunidad para poder entender lo que ocurre. Además, cada vez que oye o lee un cuento, ve una película o realiza un dibujo, va captando o realizando pequeñas variaciones, pero para eso es necesario que hayan superado y comprendido todo lo previo”.

La repetición tiene importancia en diversos momentos evolutivos del infante. Y por eso, Iriarte cree que el objeto de repetición va variando “en función de las cuestiones que en ese momento son relevantes para el desarrollo de su psiquismo”. Así, sostiene que “durante el tiempo en que un tema o conflicto es de especial relevancia para el niño, tiende a elegir actividades que estén relacionadas con ello, lo que le permite explorar, conocer y profundizar, porque puede identificarse e identificar a otras personas significativas con los personajes de las películas, juegos, cuentos o dibujos y elaborar los conflictos y dificultades en las relaciones a través de estos medios”.

Esta conducta tiende a disminuir con el tiempo, aunque Iriarte aclara que mantenerse hasta la adolescencia. No tiene por qué ser un problema, a no ser que detectemos “algunos signos de alarma como una resistencia muy rígida y los mismos cuentos, canciones y actividades se mantienen durante mucho tiempo sin variar”, más asociados a conductas compulsivas como los Trastornos Obsesivo Compulsivos. No, no es que los niños sufran de TOC por ver Frozen una vez al día pero, como todo, es cuestión del momento, de la evolución que vayan viviendo y del equilibrio de esto con otras actividades.

Como padres y madres, no tenemos por qué prohibir la repetición pero sí podemos “presentar distintas opciones y ofrecer otras alternativas que los niños puedan ir tomando en la medida en que superan las distintas etapas, y poder también evaluar esa capacidad de adaptación y flexibilidad que hemos mencionado”, explica Iriarte. Sin embargo, la psicóloga matiza un punto: no obligar. “No debemos forzarles sino observar y estar atentos a lo que en cada momento les interesa y les ocupa de manera que les podamos ofrecer alternativas”.

 

Canta conmigo

¿Te has fijado que muchas de las películas y series infantiles apelan al joven espectador o tienen canciones? Pocoyo no para de hacer preguntas a los niños durante todas sus acciones y, en otros contenidos para menores de más edad, la música con estrillo pegadizo se cuelan entre aventuras. Joan Wenter, doctora en Psicología del desarrollo, mantiene que “una vez que un niño ha dominado el diálogo de una película o la letra y baile de una canción, quiere celebrar su éxito participando de lo que ha visto». Es decir, el niño quiere disfrutar -y demostrar- lo que acaba de aprender cantándolo en voz (bien) alta, lo que le hace querer (aún más) repetir el visionado.

Además de regodearse en su logro, repetir estas cantinelas hace que sean capaces de anticipar el futuro. “Para los niños pequeños, hacer predicciones correctas es la muestra definitiva de habilidad. Dado que la vida es bastante impredecible para ellos, se sienten especialmente competentes al poder anticipar lo que sucede”.

Esta predicción no solo les da seguridad sino que, gracias a los estímulos, atrae su atención y les ayuda a entender qué está pasando. El lenguaje audiovisual se forma a base de convenciones, como elipsis temporales, saltos de la historia de unos personajes a otros o causas y efectos que se muestran al cabo de unos minutos. Las canciones les ayudan a enlazar ideas y estructurar las historias mientras disfrutan de la proeza de saberse la letra.

0
Comentarios