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Siete razones para jugar al aire libre

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Los niños pasan menos tiempo al aire libre que los presos. Esto es lo que afirma el informe Play in Balance (Jugar equilibradamente), realizado dentro de la campaña Ensuciarse es Bueno, de las marcas OMO/Persil. Para realizar este estudio, se encuestó a 12.000 padres de todo el mundo. Y los resultados son, cuanto menos, llamativos. Los niños pasan de media una hora al día al aire libre; los reclusos de las prisiones de seguridad, dos.
Pero al margen de esa comparación, el resto de porcentajes tampoco indican que padres y madres estemos estableciendo una relación sana entre nuestros hijos y el medio ambiente.
Un 64% de los progenitores entrevistados considera que sus hijos no cuentan de las mismas oportunidades de juego que tuvieron ellos de niños. De hecho, el 40% cree que no disponen de lugares adecuados para que sus hijos jueguen de forma segura en su barrio.
Aunque el único problema que se ha puesto de relieve no es el de la falta de espacio, sino el de la falta de actitud de los menores. El 78% de los padres admite que sus hijos suelen rechazar a menudo cualquier juego que no sea tecnológico o tenga alguna relación con la tecnología. Una cifra parecida (el 80%) reconoce que sus hijos prefieren jugar a deportes virtuales en vez de a deportes “reales” al aire libre.
Y, a pesar de que no se niegan los beneficios del uso de las tecnologías en el juego, parece que las pantallas han desterrado a parques, carreras y balones. ¿Qué se están perdiendo las nuevas generaciones? ¿Estos nuevos hábitos de juego afectan a su salud?
Ventajas físicas
1 Aumenta la vitamina D. Esta vitamina se obtiene del sol y Según los estudios epidemiológicos del Profesor Holick de la U. De Boston, la vitamina puede protegernos de casi todo, desde la osteoporosis hasta el cáncer, la depresión, los ataques cardíacos y los accidentes cerebro-vasculares. Y lo mejor es que ¡tus hijos y tú podéis obtenerla tan solo saliendo a la calle! Basta con exponer brazos y piernas al sol durante 10 a 15 minutos al día y varios días a la semana.

2 Mejora la visión. Existe la idea de que muchas horas delante de una pantalla pueden estropear la visión de los más pequeños/as. Ahora, los científicos niegan esta afirmación pero afirman la contraria: estar al aire libre puede ayudar a los niños con tendencia a tener problemas de visión. «Entre los 5 y 9 años, el ojo de un niño sigue creciendo. Y a veces este crecimiento hace que la distancia entre la lente y la retina se alargue, lo que conduce a la miopía. Creemos que exponerlos a diferentes tipos de luz al aire libre puede ayudar a preservar la forma adecuada y la longitud del ojo durante ese período de crecimiento», explicó Donald Mutti, Jefe de Investigación del estudio elaborado la Ohio State University College of Optometry, en una nota de prensa. Por eso, proponen una cifra: 14 horas a las semana bajo luz natural para propiciar una mejor visión.
También están investigando si la luz visible al aire libre, y no sólo UVB, podría contribuir a una vista sana. “Incluso en un día nublado, la luz al aire libre es por lo menos 10 veces más brillante que la luz interior. Cuando una persona está al aire libre, ciertas células especializadas en la retina controlan la dilatación de la pupila, dejando entrar menos luz”, aclaró. «Nuestra investigación inicial sugiere que el alumno responde mejor si sus células han estado expuestas a mucha luz solar los días previos».

3 Más resistencia a enfermedades. ¿Por qué los niños siempre se meten cosas del suelo en la boca? Parece que puede haber una razón evolutiva –compartida por más especies- que se ha llamado “hipótesis de higiene”: los millones de bacterias que entran en su cuerpo con cada pedazo de tierra son necesarios para el desarrollo de un sistema inmunológico saludable.
El Dr. Graham Rook, profesor del departamento de infección del Centro de Microbiología Clínica del University College de Londres, considera que los organismos que estaban presentes en el lodo, el agua no tratada y las heces “pueden estar relacionados con lo que ha sucedido a lo largo de la evolución” y, como teníamos que convivir con ellos, “llegaron a activar la tolerancia del sistema inmunológico”. Pero la sobreprotección de los niños a todas esas bacterias puede volverlos más débiles y provocar que “su sistema inmunológico ataque a microorganismos que no debería estar atacando”.
Jugar al aire libre aumenta la actividad física de los niños y mejora su salud. Y no solo eso: también potencia sus habilidades sensoriales, gracias a su que implica moverse en superficies irregulares -rocas, ramas, superficies inestables como arena y barro…- y esto requiere equilibrio, agilidad, destreza y percepción de profundidad.

4 Mejor su coordinación y forma física. Jugar al aire libre aumenta la actividad física de los niños y mejora su salud. Y no solo eso: también potencia sus habilidades sensoriales, gracias a su que implica moverse en superficies irregulares –rocas, ramas, superficies inestables como arena y barro…– y esto requiere equilibrio, agilidad, destreza y percepción de profundidad.
Beneficios psíquicos
5 Menos estrés. Así lo apunta la encuesta realizada dentro del estudio Outdoor Recreation, Health, and Wellness de la organización Resources for the Future (RFF) -centrada en la investigación y análisis económico sobre recursos y medio ambiente-. En el documento insisten en que el ocio al aire libre reduce el estrés y produce respuestas fisiológicas y psicológicas positivas.

6 Mejores resultados académicos y atención. Una investigación de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign muestra que los ambientes naturales y actividades al aire libre pueden reducir los síntomas de TDAH en los niños de cinco años evaluados. Además, otro informe de la Universidad de Michigan realizado en 2008 ya afirmaba que, tras tener a los sujetos de estudio una hora en la naturaleza, su memoria y atención habían mejorado en un 20%.
Incluso, un informe de la National Wildlife Federation llamado Back to School: Back Outside, afirma que los menores que pasan tiempo en el exterior de su casa o colegio suelen mostrar mejor comportamiento en el aula, más motivación por aprender e incluso mejores resultados en pruebas de matemáticas, ciencias, lectura y ciencias sociales. Debido a esto, la NWF ha lanzado una campaña que se llama Be Out There (‘estar ahí fuera’) para fomentar actividades infantiles y educativas en exteriores.

7 Potencia la curiosidad y la imaginación. Pongámoslo de otra manera: Si siempre estás en los mismos espacios –la mayoría interiores-, cambiar de escenario por uno abierto y nuevo es todo un reto. Permite a los niños explorar, adivinar, comprender el funcionamiento del ecosistema y observar. Por eso, visitar espacios naturales anima a sus mentes a activarse.

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