La inseguridad afecta a los preadolescentes, especialmente a chicas en su barrio
Los investigadores analizaron la relación entre inseguridad y estrés psicológico en tres contextos: la familia, el barrio y la escuela. © ADOBE STOCK
El estudio, que publica la revista Social Science and Medicine, se ha llevado a cabo entre jóvenes de 10 a 12 años, edad a la que, según los autores, la influencia del entorno extrafamiliar (amistades, compañeras y compañeros de escuela) aumenta considerablemente. Esto, por un lado, permite diversificar las fuentes de apoyo social y emocional, pero, por otro, expone a los adolescentes a formas de violencia verbal y física fuera del ámbito estrictamente familiar, resalta el estudio, que pone por ejemplo el acoso escolar.
El estudio ha analizado los datos de una encuesta pionera que el Instituto de la Infancia y la Adolescencia hizo a cerca de 3.000 jóvenes adolescentes de entre 10 y 12 años escolarizados en la ciudad de Barcelona, por primera vez introduciendo una perspectiva de género. Hasta ahora se sabía que lo que genera sensación de inseguridad y sus efectos varían según la edad y el género, pero pocos estudios habían verificado si estas diferencias se pueden detectar en la preadolescencia. Por ello, los investigadores analizaron la relación entre inseguridad y estrés psicológico en tres contextos: la familia, el barrio y la escuela.
Los resultados indican que, a pesar del fuerte deseo de emancipación de los jóvenes adolescentes, el rol de los adultos (familiares, colectivo docente y, en menor medida, el vecindario del barrio en el que viven) es clave para contener riesgos. Otra conclusión es que tener un apoyo emotivo e instrumental de los adultos repercute positivamente en los niveles de seguridad y reduce el estrés psicológico, tanto entre chicas como entre chicos.
Los resultados indican que, a pesar del fuerte deseo de emancipación de los jóvenes adolescentes, el rol de los adultos (familiares, colectivo docente y, en menor medida, el vecindario del barrio en el que viven) es clave para contener riesgos
Aunque la exposición a la violencia se confirma como importante factor de riesgo tanto en chicos como en chicas, el estudio ha encontrado diferencias significativas entre sexos en dos aspectos: la definición de la inseguridad y la movilización del apoyo. «Las preadolescentes parecen haber desarrollado una idea de inseguridad más amplia que los chicos, posiblemente a causa de sus vivencias, puesto que han incorporado elementos de violencia emotiva que hemos encontrado menos presente entre los chicos», ha explicado Riccardo Valente, investigador del Grupo de Análisis Territorial y Estudios Turísticos (GRATET) del Departamento de Geografía de la URV.
Los resultados indican que las chicas se sienten más expuestas a la violencia emocional en la escuela, manifiestan más sentimientos de exclusión por parte de los demás y perciben mayor inseguridad en el barrio. También pone de manifiesto que ellas se encuentran en una fase más avanzada de transición hacia la edad adulta respecto a los chicos de su misma edad. «Esto hace aumentar el grado de emancipación de los adultos y la habilidad de movilizar la ayuda de los compañeros de escuela y amigos para sentirse más seguras», según el investigador. Así, según el estudio, las causas y consecuencias de la sensación de inseguridad son diferentes entre chicos y chicas en esta etapa de la vida.
Los resultados también indican que el apoyo emotivo e instrumental puede resultar insuficiente para reducir el malestar psicológico en contextos de inseguridad crónica y sólo es efectiva una intervención directa sobre las causas y, en este sentido, los autores proponen una línea de intervención con propuestas de urbanismo inclusivo de género y para adolescentes.