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Relación profesor-alumno en el campus virtual

Este 2022 llevo 20 años trabajando en el mundo universitario. Los 20 años han estado directamente relacionados con temas digitales (desarrollo de sistemas, marketing digital y e-learning).
Leire Nuere
Directora de la Unidad Online de la Universidad Francisco de Vitoria
9 de marzo de 2022
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Como suele pasar con prácticamente cualquier ámbito de la vida, en el transcurso, he descubierto verdades que cuanto más tiempo pasaba más fuerza cogían (el conocido “efecto Lindy” –la única forma de mirar verdaderamente hacia el futuro es ver qué ha resultado perdurable, sobreviviendo al tiempo, a sus golpes y sus asaltos–); modas pasajeras y tecnologías que podían ser disruptivas un día y, sin embargo, perecían al poco (Bluetooth, Blackberry…).

A la primera categoría corresponde una máxima que me acompaña desde mi primera clase online, hace 20 años, y que siempre le digo a mis alumnos que cursan sus clases en modalidad virtual o híbrida: “Nos vamos a conocer mucho”. De hecho, en algunos casos, les he podido conocer más y mejor gracias al entorno virtual y a las pantallas. Lo mismo que estas distraen y hacen que se pierda concentración, también nos permiten conocernos más y de otras maneras. Hay personas vergonzosas que necesitarían mucho tiempo para ganar la confianza suficiente para tener un trato más directo y se atreven más si se sienten resguardados tras una pantalla. O simplemente porque les ayuda a vencer el que un montón de miradas se “giren” en clase hacia el alumno que levanta la mano. En titulaciones online que se impartían en inglés, he visto como alumnos que no abrían la boca en clase por miedo a sentirse juzgados por su acento o su falta de fluidez, por videoconferencia se atrevían a participar de forma bastante activa. Siempre ha habido algo que me ha sorprendido para bien.

Las herramientas para el autoconocimiento y la autorregulación del aprendizaje se postulan como piedras angulares para un crecimiento de la persona a lo largo de toda su vida

A día de hoy, ese «nos vamos a conocer mucho», no solo lo expresaría, como hice aquel entonces, para referirme a la relación que entablaría con mis estudiantes. Lo haría extensivo, sin duda, a la comunidad que se genera y que lo he visto repetirse programa tras programa, da igual a qué disciplina académica nos estemos refiriendo. Y por comunidad me refiero a algo que va mucho más allá de grupos o equipos de trabajo. Va de personas que se apoyan, se animan, comparten recursos y conocimientos, además del trabajo que les convoca en cada ocasión. Un lugar donde todos aprenden juntos, y cada persona tiene un valor que sumar. Nuevamente, en el escenario virtual he visto desplegarse a personas que, de otra forma, no lo habrían hecho de la misma manera.

A la relación profesor-alumno, alumno-alumno (por pares –peerology– o en comunidad), se debe sumar la del alumno consigo mismo. Las herramientas para el autoconocimiento y la autorregulación del aprendizaje se postulan como piedras angulares para un crecimiento de la persona a lo largo de toda su vida. Se habla del lifelong learning, aunque quizás fuera mejor sustituir el learning por el crecimiento vital. Proyectos como RULER de la Universidad de Yale ponen de manifiesto la importancia de lo socioemocional en el desarrollo de la persona. Esta herramienta principalmente concebida para colegios se ha llevado al ámbito online para acompañar a los estudiantes.

  • Recognizing: reconocimiento de las emociones y las reacciones.
  • Understanding: comprensión.
  • Labeling: etiquetado, clasificación de lo que sucede a nivel emocional.
  • Express: expresión.
  • Regulation: auto-regulación.

Entre los principales beneficios de su aplicación, destacan:

  • Mejoras sustanciales en el ambiente en el colegio.
  • Mejoras en el rendimiento académico de los estudiantes.
  • Mejor calidad de las relaciones interpersonales.
  • Menos comportamientos agresivos.

Las relaciones personales se van engrosando conforme mayor contacto se tiene con las personas. El dicho popular “el roce hace el cariño”, es perfectamente trasladable el entorno online

Otras herramientas vienen de la mano de sistemas que ponen a disposición del alumno de sus datos de aprendizaje para que sepa y conozca mejor su forma de aprender, que gane consciencia y sepa aplicar las técnicas necesarias para mejorar o canalizar sus talentos. El proyecto Graf de la UOC es un buen ejemplo de cómo facilitar este autoconocimiento a sus estudiantes.

Por otro lado, las relaciones personales se van engrosando conforme mayor contacto se tiene con las personas. El dicho popular “el roce hace el cariño”, es perfectamente trasladable el entorno online. Precisamente porque este entorno lo que permite y potencia es “n” interacciones con el alumno. Desde un correo electrónico, un mensaje en Telegram, un foro, el feedback formativo a una actividad entregada, una wiki, un chat, entrar por voz o por escrito en una videoconferencia o interactuando con un chatbot… Y no todo tiene que suceder en el mismo espacio-tiempo, sino que es posible que ambas dimensiones se reconfiguren (en un aula física en un momento concreto, a un aula extendida, ampliada, donde de forma asíncrona, flexible y adaptada, se ajuste a los ritmos, velocidades y estilos de aprendizaje de las personas).

Asistimos a un auge de los asistentes conversacionales. Alexa, Siri, OkGoogle… pero también a numerosos chatbots, bien conocidos en el entorno digital como Edubots. Estos se usan tanto para facilitar la bienvenida e integración de los alumnos de primer curso (por ejemplo) en las universidades, como refuerzo para la mejora de la adquisición de conocimientos y competencias. Incluso para atender aspectos socioemocionales de los alumnos, que, por paradójico que pudiera resultar, sienten que estas herramientas no les juzgan y se conforman como espacios donde poder expresarse con libertad.

Entre los temas destacados en este post, no podría dejar de mencionar a la Inteligencia Artificial. Esta claramente no va a ser una tecnología pasajera. Es una de esas “tecnologías Lindy” que avanzan cada vez más fuertes conforme pasa el tiempo

Por último, entre los temas destacados en este post, no podría dejar de mencionar a la Inteligencia Artificial. Esta claramente no va a ser una tecnología pasajera. Es una de esas “tecnologías Lindy” que avanzan cada vez más fuertes conforme pasa el tiempo. La misma ha posibilitado (ya por fin) que se produzca el verdadero aprendizaje adaptativo. No solo para crear itinerarios personalizados de aprendizaje para los alumnos (y muchos alumnos al mismo tiempo, como ha demostrado la South New Hampshire University, adaptando diseños curriculares para más de 180.000 alumnos), sino para adaptar el crecimiento y la formación integral de los estudiantes, para conectarles con aquellos que pueden despertar en ellos sus mejores talentos o ponerles en las situaciones que mayor despliegue personal les puedan generar.

Puedo sonreírme en un día como hoy donde, mirando a mis orígenes online, hay mucho que ya creía allí. Que la mentalidad colectiva y el colaborativo serían piezas clave en el futuro, al igual que la creación, no de materiales didácticos, sino de verdaderas experiencias de aprendizaje (content experiences). También, en ese refresco de qué ha pasado en 20 años, claramente se advertía una clara necesidad sobre la capacitación de los docentes en estos escenarios virtuales. Los proyectos SELFIE de la Unión Europea para formadores de colegios y CHECK-IN para los docentes universitarios ponen de relieve que hoy, ahora y sobre todo tras el episodio pandémico que nos ha tocado vivir, no podemos seguir posponiendo esa capacitación sobre todo si queremos seguir generando y haciendo crecer la relación entre todos los que conformamos una comunidad educativa (profesores, familias, directivos de centros, docentes universitarios, departamentos de extensión universitaria…).

Pero no puedo solo hacer un repaso sin más de mi trayectoria en la relación virtual. Si hace unos años construía una fórmula “humanista” del e-learning, donde la experiencia de aprendizaje era resultado de una función que integraba factores exógenos (ej: el ambiente de estudio), endógenos (ej.: la calidad de la plataforma virtual) e intrínsecos (ej.: la capacidad de administrarse el tiempo), años más tarde me permito evolucionarla, gracias al trabajo de toda una comunidad HUB de Online Learning.

El impacto del e-learning y del hybrid learning (IMPehl) van a depender, sobre todo, de un factor realmente humano representado por el Acompañamiento -ACO- (concepto mucho más aquilatado y que potencia el florecimiento humano), uno de experiencia formativa digital -XPFD- y de un factor tecnológico -EDTECH-.

Y esta es la fórmula en la que creemos en la Unidad Online de la Universidad Francisco de Vitoria.

IMPehl = fn (ACO, XPFD, EDTECH)

Para ahondar en este y otros temas que tienen que ver con la relación en el proceso formativo, te invitamos a participar en el I Congreso Internacional “La potencia educativa de la relación” en la que Leire Nuere es además ponente. Más información sobre el congreso pulsando aquí.

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Comentarios

  1. Ronal Choquevillca
    20 de noviembre de 2022 01:49

    Que carreras hay para estudiar para magisterio de primaria ?