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Scholas Ciudadanía: Las claves

Se trata de un programa de participación ciudadana juvenil, pero es mucho más que eso. Todo pasa por que los jóvenes se sientan interpelados, vean que la experiencia va en serio y pongan su propia vida en el centro.
RedacciónMartes, 28 de junio de 2022
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Los jóvenes buscan el lenguaje que mejor les sirve a la hora de expresarse: la palabra, la pintura, el juego, la música...

A raíz de la celebración en Madrid de la sexta edición del Programa Scholas Ciudadanía en esta ciudad hacemos un recorrido por algunas de las claves que lo definen.

El origen en la crisis: Escuela de vecinos

2001, Argentina. La crisis no es solo económica, sino social y política. Es la época del “Que se vayan todos”, del corralito, de aquellos cinco presidentes en una semana. Ni la dirigencia política ni empresarial ni los adultos en general saben cómo hallar una salida. Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, pide a José María del Corral y Enrique Palmeiro que piensen algo distinto.

Ellos reúnen a jóvenes de Secundaria de varias escuelas de la ciudad de Buenos Aires: católicos, judíos, musulmanes; de escuelas públicas, privadas… Tras cuatro meses de trabajo entienden que el problema es la Educación, que se necesita un cambio en la misma para generar un cambio en la sociedad, los jóvenes con acompañamiento de expertos desarrollan una ley de Educación que es debatida y aprobada por unanimidad. Así nacieron en Argentina las Escuelas de Vecinos y las Escuelas Hermanas, que se desarrollaron y crecieron.

Desde 2013 Scholas se constituye como una Organización Internacional de Derecho Pontificio, con sedes en Argentina, Chile, Ciudad del Vaticano, Colombia, España, Estados Unidos, Haití, Japón, Italia, México, Mozambique, Panamá, Paraguay, Portugal y Rumanía, presente con su red en 190 países, integrando a más de 400.000 centros educativos y llegando a más de un millón de niños y jóvenes en todo el mundo. Su misión es responder al llamamiento a crear la cultura del encuentro, acercando a los jóvenes en una Educación que genere sentido hasta hoy, que es el Movimiento Internacional Educativo Scholas Occurrentes.

Participación juvenil

El programa Scholas Ciudadanía es un programa de participación ciudadana juvenil. Durante seis días, jóvenes de 15 a 17 años de la mayor diversidad posible de escuelas de una ciudad se juntan para poner en común los dolores y problemas que ven en cada una de sus comunidades, darse cuenta de que generalmente son compartidos, consensuar en la elección de dos de ellos y a lo largo de los siguientes días profundizar en las causas y consecuencias, los actores involucrados, salir y recibir a la comunidad para tener la mayor diversidad de miradas posibles y seguir trabajando en los porqués: por qué es importante esa problemática, por qué han elegido esa causa, cuál de los actores involucrados será la población destinataria de la propuesta que van a realizar… para, al quinto día, bajar a tierra y elaborar un plan de acción, una propuesta más detallada para abordar esa problemática. Quizá no puedan solucionarla solo ellos, pero los jóvenes sienten que pueden hacer algo al respecto.

Más que un juego

Entonces, ¿es solo un programa de participación ciudadana? Sí y no. Como explican desde el equipo del programa Scholas Ciudadanía, la intención es escuchar a los jóvenes. “Los jóvenes ya tienen voz, solo que no se escucha. Les proporcionamos un espacio en que puedan tener la confianza para expresarse”.

Sin embargo, frente a otros programas de participación, lo que sucede deja de ser un juego. “En otros programas los jóvenes juegan a que son los representantes de la ONU, a que se juntan para decidir cómo abordarían la paz en Libia, por ejemplo. Aquí trabajan con lo que les duele, con su propia vida puesta en el centro. Esto les interpela de otra forma, y las cosas empiezan a ser importantes”.

Además, frente a otros espacios en que se utilizan las herramientas como un medio para un fin, en Scholas Ciudadanía se concibe cada espacio como un fin en sí mismo, desde el primer momento. En este sentido, el Re-Creo no es una forma de romper el hielo y que luego los chicos sientan que pueden generar un cambio en su comunidad y la sociedad, sino que se considera un espacio de encuentro entre ellos y con ellos mismos.

A lo largo de la experiencia los jóvenes van trabajando el problema que han elegido, reflexionando y transformándose, con lo que se produce en ellos un cambio de mirada sobre el mundo. La transformación alcanza no solo a los jóvenes sino a los docentes que los acompañan y a los universitarios de Magisterio, Educación Social, Pedagogía, Psicología o postgrados de Solución de conflictos que colaboran como voluntarios, convirtiéndose así en un espacio formativo para todos.

Un círculo y, en el centro, el vacío

La esencia, para el equipo pedagógico del programa Scholas Ciudadanía, es que los jóvenes se sientan interpelados y se comprometan. Frente a lo que sucede muchas veces en el sistema educativo, en el que tienen la sensación de tener que cumplir, aprobar, se trata de un ejercicio de libertad en el que el joven deja de rendir cuentas y empieza a ser responsable, a responder.

“Para responder uno tiene que haber escuchado, y eso que escuchan es la vida de sus compañeros, su propia vida: ¿qué le falta a esa vida? ¿qué nos falta como jóvenes? ¿qué no está? Es una pregunta por el dolor, por la falta. Desde el círculo que generan los jóvenes, que está vacío en el centro, se genera el espacio para compartir, pensar y hacerse preguntas en direcciones en que tal vez nunca se las hicieron. Los participantes ya no intentan acertar con la respuesta que les pide el profesor sino que empiezan a hacerse sus propias preguntas”, explican los educadores de Scholas.

Corresponsabilidad

Dentro del programa, los jóvenes se preguntan qué pueden hacer ellos por el bien común más allá del día de la Clausura del Programa, del día donde comparten sus problemas y las propuestas de solución con la comunidad y todos aplauden, porque si ellos no hacen algo al respecto serán lo mismo que están criticando. Scholas hace un acompañamiento para que esos jóvenes lo pongan en marcha.

En sintonía con la Agenda 2030, aspira a transmitirle a los jóvenes que la responsabilidad de los cambios sociales, económicos y ambientales no es solo de los diferentes estados, sino de toda la sociedad: empresas, ONG, ciudadanos… y no solo los ciudadanos mayores de 18 años sino también los jóvenes.

Por eso la Fundación Scholas es parte del grupo asesor de la meta 4.7, trabajando con Naciones Unidas, Unesco y con los actores parte del Global Compact on Education.

Recientemente Scholas Ciudadanía ha recibido por parte de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidad el reconocimiento go!ODS 2022 por ser una metodología innovadora en la implementación del ODS 4: Calidad de Educación y Educación para la Ciudadanía.

Dolores compartidos

En el recién celebrado VI Programa Scholas Ciudadanía de Madrid, los estudiantes reunidos de distintos centros educativos de Madrid eligieron la problemática del ingreso en la Universidad, la EVAU y la deficiencia del sistema educativo, como así también los prejuicios y la discriminación.

El Ser, en lugar del tener

En la experiencia de Madrid los jóvenes han llegado a la conclusión de que el hecho de que el sistema les tase en función de su nota, después, cuando son adultos, les lleva a ser tasados por su salario, el coche que tienen, el barrio en el que viven: Haces para tener (un buen título, un buen sueldo…) y cuando tienes eres alguien, lo que te condena a querer tener siempre más y más.

Frente a esta concepción, el papa Francisco plantea la necesidad de primero encontrar quién eres (y es por ello que Scholas Ciudadanía propugna el encuentro con el otro y consigo mismos) y, una vez que vas entendiendo quién eres, ver qué quieres hacer, cuál es tu pasión, sin seguir caminos preestablecidos. Se trata de la armonía de los lenguajes de la cabeza, el corazón y la mente: que uno pueda hacer lo que siente y piensa, pensar lo que hace y siente y sentir lo que hace y piensa. Cuando eso está en armonía uno es feliz.

Diferentes lenguajes

El programa se realiza a través de diferentes lenguajes que cada uno tiene para expresarse: desde la palabra, la pintura, la música, el juego… Unos jóvenes cuentan mejor desde el baile, otros desde la palabra. Una comisión confecciona un mural; otra trabaja desde la música, otra desde la danza.

En el equipo de Scholas Ciudadanía hay educadores, artistas, profesores de teatro, de danza, de música, de pintura… Se trata de facilitarles a los jóvenes las herramientas para que luego ellos transmitan empleando esos lenguajes y dispongan del espacio que se les ofrece para ser, para compartir sus pasiones, sus dones, para dejar de ser solamente espectadores de la realidad, para crear desde lo que sienten que les falta.

“Los jóvenes empiezan a conocer desde un lugar que no tiene que ver con una máscara social. Se encuentran jugando, cantando, hablando de cosas serias… Desde lo que son, y no desde la escuela de la que vienen, el barrio en el que viven, las ideas políticas que tienen o la religión que profesan”. A su vez, ninguno de ellos “juega en casa”. Han salido fuera de los muros de su escuela y se les da un espacio para ser sus mejores versiones, para dar un paso al frente.

Los programas Scholas Ciudadanía que se pueden desarrollar en España son gratuitos para los colegios y alumnos  gracias al apoyo de la Comunidad de Madrid, el Banco Santander, Air Europa y la Universidad CEU San Pablo, entre otros. Y gracias a la implicación de los voluntarios y los docentes y educadores.

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