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Especial YouLead

Clément Bazoge: “Tener proyectos que nos motiven hace que movamos montañas”

Aunque son conscientes de la importancia del talento, desde Futureo consideran imprescindible la motivación de los alumnos. Eso es lo que ha llevado a la compañía francesa a patrocinar la próxima edición de YouLead
Marta Peiro del ValleViernes, 18 de noviembre de 2022
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Clèment Bazoge, uno de los fundadores de Futureo, posa para este diario en las oficinas de Siena Educación, situadas en Madrid.

Aunque la vida puede ir por muchos derroteros, la selección de carrera es un proceso importante que puede marcar a los estudiantes. Clément Bazoge y tres compañeros trabajaban en una empresa francesa dedicada a la educación cuando se dieron cuenta de lo perdidos que estaban muchos alumnos españoles y la falta que hacía en nuestro país un servicio que les ayudara a elegir su camino.

Así nació Futureo, una organización que trata de dar información y herramientas a jóvenes estudiantes para facilitarles la selección de estudios superiores. Pero no todo es el talento: la motivación tiene mucho peso en el éxito. Así lo afirma Bazoge, que explica a este diario cómo este factor hizo que su compañía quisiera colaborar con YouLead, el concurso de emprendimiento que arranca el 24 de noviembre.

Pregunta.– ¿Qué es Futureo? ¿A qué os dedicáis y por qué decidisteis empezar con esta propuesta?
Respuesta.–Una empresa que creamos cuatro personas con el objetivo de ayudar a los jóvenes a encontrar su camino y su profesión y trabajar su futuro. A través de un método que hemos desarrollado que tiene tres fases. Primero analizamos el autoconocimiento del alumno, que siempre es primordial antes de decidir lo que va a estudiar. Qué quiere ser. Es abrir el abanico, porque muchas veces uno conoce unas profesiones por sus padres, por su entorno… pero desconoce muchas otras.

¿En qué consiste ese método?
–El método tiene tres partes. Con la primera exploramos las posibilidades que tienen los estudiantes en cuanto a profesiones: que vean las que les encajan y descubran otras en las que no habían pensado. Hacemos una primera entrevista en la que el alumno nos cuenta dónde está, cómo se encuentra y por qué ha acudido a nosotros. Hacemos unas pruebas psicotécnicas y un cuestionario que rellena tanto el estudiante como la familia. Con esto llegamos a un listado de profesiones que corresponden a su perfil.

La parte de profundizar se hace con un proceso de coaching de la mano de un coach certificado. En tres sesiones identificamos qué carrera corresponde mejor a los deseos y el momento vital del alumno. Y digo momento vital porque las cosas cambian: con 17 ó 18 años eres de una forma y continuamente evolucionas. Pero en ese momento tienes que elegir la carrera o formación.

En esta fase nos parece muy importante que los padres se involucren. Porque algunos familiares tratan de imponer unos estudios específicos a sus hijos. Hay alumnos que estudian una carrera porque se lo dicen sus padres. Y sus gustos pueden coincidir… o no. Y sabemos que la influencia de los padres y del entorno familiar es grande.

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Las cosas cambian: con 17 ó 18 años eres de una forma y continuamente evolucionas. Pero en ese momento tienes que elegir la carrera o formación

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La última parte consiste en identificar, determinar dónde el alumno va a estudiar la carrera, sus opciones. Porque hace no tanto no había tantas posibilidades: si estabas en Madrid, estudiabas en Madrid. Ahora te puedes plantear estudiar en muchas partes del mundo. Ayudamos a elegir el centro educativo que mejor corresponde a su perfil. Porque hay que ser realista: en el sistema educativo español, ya sea en la universidad o Formación Profesional, manda la nota. Pero un alumno no es solo la nota. Una persona no se puede definir solo por eso.

Aquí entra la parte creativa: quizá a un estudiante no le dé la nota para cierta carrera en cierto centro, pero hay otros caminos. Y ahí aportamos nuestro conocimiento del sector para que encuentren el sitio que mejor les venga.

¿El que mejor le venga?
–Nosotros somos independientes de cualquier centro educativo, no cobramos de ninguno. Es decir, nuestra recomendación no viene de intereses. Podemos decir lo que tengamos que decir a una familia, y las opciones que les damos son las que nos parecen mejor, por razones que les explicamos. Y no vamos a decidir nunca por el alumno, le damos herramientas y guiamos pero no es decisión nuestra.

Además, no somos una plataforma, en esta época tan digital. No quiere decir que no seamos digitales, pero valoramos mucho la parte humana. Somos presenciales.

Todo el mundo tiene cualidades para hacer cosas bien y dedicarse a una profesión que le hará feliz. En el trabajo pasamos mucho tiempo, es una parte importante de la vida, y la idea es que corresponda a tus valores y a lo que eres. Porque al final puedes estar en un trabajo y ganar dinero, pero si no corresponde a tus valores, no encaja contigo.

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En el sistema educativo español, ya sea en la universidad o Formación Profesional, manda la nota. Pero un alumno no es solo la nota. Una persona no se puede definir solo por eso

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¿Cómo veis a las familias, saben apoyar a sus hijos en un momento tan importante como es el de elegir carrera, les imponen mucho… ?
–No imponen, no. Yo creo que no suelen decir “hijo, vas a estudiar esto porque lo decido yo”. Es más lo que conocen. Ellos trabajan en un ámbito, lo conocen, y pueden orientar en torno a él, a donde les parece que sus hijos van a tener una buena vida. Porque al final todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices y cada uno le da un significado distinto a esta palabra. Ser feliz para uno no es lo mismo que para otro. Pero si su hijo les dice que quiere estudiar otra cosa, genial.

¿Qué pasa cuando el hijo quiere estudiar una cosa y los padres piensan que es muy arriesgado? ¿Cómo vivís ese momento?
–Para eso está el coaching, para que tanto los padres como el niño entiendan lo que conlleva el camino que elija. Porque te puede hacer muy feliz, por ejemplo, ser actriz. Pero tienes que ser consciente de que es un trabajo en el que puedes tener picos y ganar mucho dinero porque tienes mucho éxito, pero también actuar en teatros de segunda, no poder vivir de ello y tener que trabajar de otra cosa para pagarte el alquiler. La idea del coaching es hacerles pensar en todo esto para que puedan tomar una decisión. Lo que queremos es que tengan toda la información y puedan reflexionar.

Las profesiones artísticas son más difíciles y crean más tensión porque las desconocemos, porque seguro que si el hijo de un fotógrafo le dice que va a serlo, al padre le gusta.

A las personas que hacen cosas que realmente les gustan, no las para nadie. Si piensas en famosos, en gente muy conocida… realmente son personas que trabajan mucho. Hay talento, sí, pero también mucho trabajo detrás. Y es que es gente apasionada y que no quiere hacer otra cosa. Han empezado de cero e ido poco a poco. Y esto vale para todos los ámbitos, para todos los trabajos.

Aparte de este proceso de coaching con los niños, ¿también concretáis algún proceso para las familias, para ayudarles a entender que sus hijos tienen que vivir sus vidas? ¿Cómo enfocar esa parte?
–Sí. Siempre habrá reticencias y es lo que crea malestar en la familia. Muchas veces los padres nos dicen que la selección de carrera es un tema tabú porque o causa pelea o los hijos no reaccionan. Se vuelve complicado, porque el niño se bloquea y la familia se preocupa y transmite su preocupación, pero de una forma que al niño no le agrada. Siempre es más fácil cuando hay una ayuda externa, porque cuando te lo dicen tus padres… son tus padres. Están en esa época. Y no es tan fácil elegir, porque supone renunciar a cosas. Pero hay que hacerlo porque el sistema es así, tienes que elegir en algún momento.

Ayudamos a los estudiantes, pero también a los padres de cierta forma. De hecho, muchas veces son ellos los que nos contactan, porque igual con 17 años no piensas en contactar con un profesional, y son los padres quienes toman las riendas.

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A las personas que hacen cosas que realmente les gustan, no las para nadie

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Generalmente, ¿son los padres los que os llaman?
–Sí, suelen ser ellos. Hay diferentes perfiles, porque hay estudiantes más mayores, de 20 años, que han empezado una carrera y se dan cuenta de que no se ven trabajando de eso por mucha seguridad que les pueda dar ese oficio. Al final pasamos muchas horas, gran parte de nuestra vida, en el trabajo. Todos tenemos que trabajar para vivir y ganar un sueldo, pero tampoco hace falta sufrir a diario durante 40 años.

¿Cómo veis a los alumnos de cara a su futuro profesional, sobre todo en el momento actual, en el que parece que hay tanta incertidumbre, malas noticias a diario…? ¿Tienen las cosas claras?
–Lo de la incertidumbre y las cosas que van mal… siempre ha sido así. Porque las buenas noticias no salen en la tele, si no es la guerra es la crisis, sino es que los robots van a cambiar el mundo y nadie va a trabajar… Hay que aislarse de ese ruido. Las cosas no están tan mal. Si uno sabe lo que quiere hacer y le motiva, le irá bien. Habrá altos y bajos, pero el que quiere trabajar, está formado y se lo curra, tiene muchas oportunidades.

¿Y los alumnos saben en lo que quieren trabajar?
–No. Pero lo digo porque los que nos contactan son los que no lo saben. Los que no, supongo que lo tienen claro. Hay profesiones muy vocacionales, como médico, veterinario… Lo difícil es cuando no lo consiguen y tienen que pensar qué hacer. Eso no es tan fácil.

Estabas comentando que ahora hay más opciones para estudiar. Esto debería ser positivo, pero ¿aturulla mucho a los alumnos tener tanto donde elegir?
–Sí, por eso estamos aquí. Para eso existimos. Antes, si mi padre era agricultor yo era agricultor. Y ahora se abre el abanico. Eso también es bueno, porque cada uno puede aprender una profesión que le gusta. Pero que haya tanta opción y al estudiante le guste todo puede crear cierta ansiedad. Elegir es renunciar a ciertas cosas.

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Que haya tanta opción y al estudiante le guste todo puede crear cierta ansiedad. Elegir es renunciar a ciertas cosas

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¿Cuentan los estudiantes con suficiente orientación y apoyo por parte también de instituciones escolares y ejecutivas? ¿Crees que ese sistema de apoyo y orientación está funcionando bien?
–Me preguntabas antes por qué Futureo. Empezamos con otra empresa educativa en Francia y había gente que nos contactaba para ayudarles con sus estudios en España. A una empresa francesa. Era como… ¿en España no tendrán algo así? Y no. Todavía es un servicio bastante nuevo. Hay orientadores en los institutos, y hacen un gran trabajo, pero los recursos son los que son: hay muchos alumnos y pocos orientadores. Y llegan hasta donde llegan, no pueden hacer milagros.

Uno a veces está muy perdido, y hay soluciones para todos. Las notas influyen, pero no solo: alumnos que son mediocres en el instituto llegan a la universidad y son buenísimos. Y eso es porque están donde quieren estar, les gusta, les motiva. Si tienes esa motivación le echas todas las horas que sea y no te cuesta tanto estudiar. Pero hay que pasar por esta fase de instituto para tener la información básica.

¿Por qué apoyáis YouLead? ¿Cómo creéis que puede ayudar?
–Cuando conocimos YouLead nos pareció súper interesante la idea y los proyectos que hacen los jóvenes. Se ven motivados, entregados a la causa, trabajando para llegar a los premios y presentar buenas ideas. Nos gustó el eslógan, “Descubre el talento que hay en ti”.

¿Qué creéis que puede salir de esta colaboración? ¿Os planteáis ir a más proyectos de Siena Educación?
–Obviamente. Nos apasiona la educación. Vemos que importa lo que hacemos y que todo el mundo quiere aportar. La idea es ayudar, impactar, y hacer que la gente encuentre su camino. YouLead puede cambiar vidas con sus premios y sus proyectos, porque para una persona de 16 ó 17 años tener mentoring con profesionales es una oportunidad única. Se trata de crear impacto y ayudar a los chicos a madurar, progresar y descubrir su camino, pero el trabajo lo hacen ellos.

Ese camino lo descubrimos a lo largo de la vida. Nunca paramos de aprender, cambiamos y lo que es verdad con 17 años igual cambia. Y eso está bien. Lo que no cambia es que tener proyectos que nos motiven hace que movamos montañas.

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