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Docencia compartida: nuestra experiencia en el CEIP "Gerardo Diego" de Santander

El CEIP "Gerardo Diego" es un colegio público de Santander, situado en la periferia de la ciudad. El alumnado del centro es diverso y una parte de las familias están en situación de vulnerabilidad.
Miércoles, 15 de febrero de 2023
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La pandemia trajo consigo una serie de hábitos novedosos en la Educación, que en algunos casos constituyeron una barrera más: la tecnología y la enseñanza no presencial. El confinamiento nos ha demostrado que cuanta menos edad tiene el alumnado más dependiente es de la figura del docente y la presencialidad en su formación. Como resultado de toda esta excepcional situación, hubo estudiantes que se fueron quedando atrás.

En nuestro centro siempre hemos procurado dar respuesta a la diversidad del alumnado que tenemos. Pero esta vez teníamos una casuística diferente, por ello, una vez que fueron desapareciendo las limitaciones para volver a la Educación presencial, nuestra preocupación fue cómo ayudar a aquellos estudiantes que más habían sido impactados durante la pandemia.

Somos un centro muy activo e innovador pedagógicamente y no dudamos en incorporar nuevas estrategias si observamos que su impacto en el alumnado es positivo. Tal es así, que trabajamos las áreas con una metodología adecuada a nuestro alumnado: prescindimos del libro de texto, desarrollamos proyectos en las áreas de ciencias e inglés, enseñamos lengua por talleres prácticos o matemáticas con el cálculo ABN, trabajamos la robótica y programación en todos los cursos desde los 5 años, etc. Todo esto, más ampliado figura en nuestra página web: http://cpgerardodiego.es/

En esa línea innovadora, además de apoyos y refuerzos (que ya los había), echábamos en falta algo más para trabajar con el alumnado al que nos hemos referido: una actuación coherente y consistente que se orientara específicamente a los cursos más afectados. En nuestro afán de buscar esa alternativa, barajamos varias ideas, si bien, la que mejor veíamos era la docencia compartida. De hecho, ya la habíamos experimentado en un curso alto de Primaria. Observamos que sus resultados fueron muy positivos. Ahora nos planteábamos implementarla en un primer ciclo, que era el que más demandaba esa atención.

¿Cuáles son las limitaciones que tiene el centro para implementar la docencia compartida? La fundamental es la disponibilidad de personal. Las plantillas docentes están tan ajustadas, que no favorecen este tipo de docencia. La idea no es que entren distintas personas en el aula (eso ya se hacía), sino que la docencia compartida requiere que dos docentes trabajen conjuntamente con ese grupo. Se consigue la docencia compartida cuando ambos docentes son capaces de trabajar como si fueran uno solo, por lo que va más allá de coordinarse, que es lo que hacen quienes entran en el aula esporádicamente.

Seguidamente explicamos un poco más qué es la docencia compartida para poder comprender mejor la propuesta. Para ello recogemos aquí lo que hemos incluido en nuestro PAD, como una estrategia más de respuesta docente ante la diversidad.

Objetivos: Reforzar competencias del alumnado de manera inclusiva, presenten o no alguna necesidad educativa.

Destinatarios: Alumnado de un mismo ciclo, nivel o área.

Profesionales responsables: Equipo Directivo, tutores/as, docentes de ciclo/nivel/área.

Aplicación: Durante el curso escolar

Temporalización: A lo largo del curso

Estrategias:

Este modelo de educación inclusiva ayuda a garantizar que todos los estudiantes tengan acceso al plan de estudios de educación general tengan necesidades educativas específicas o no. Las siguientes características definitorias identifican la relación única de la co-enseñanza.

  • Dos o más profesionales

Una relación de co-enseñanza puede consistir en una combinación de un docente de educación especial, un docente de educación general y/o un proveedor de servicios relacionado.

  • Impartición conjunta de instrucción

En la enseñanza conjunta, ambos profesionales coordinan y brindan instrucción sustantiva. Planifican y usan estrategias de alta participación para involucrar a todos los estudiantes en la instrucción.

  • Grupo diverso de estudiantes

Los docentes brindan instrucción para un grupo diverso de estudiantes, incluidos aquellos identificados con necesidades educativas y otros que no lo están.

  • Espacio de aula compartido

En una relación de co-enseñanza o enseñanza compartida, la mayor parte de la instrucción se lleva a cabo dentro del aula de Educación general. (Friend, M. y Cook, L. 2003).

Los equipos utilizan variaciones de co-enseñanza según las necesidades de los estudiantes y del contenido. Cada miembro del equipo de co-enseñanza puede aprovechar la oportunidad para cumplir varios roles. Esto ayuda a reforzar a los estudiantes la idea de que ambos individuos son «docentes» y les da a ambos profesionales la oportunidad de compartir las alegrías y los desafíos del aula. Las variaciones de la enseñanza conjunta se describen a continuación.

La conclusión final que podemos sacar tras haber trabajado la codocencia un curso escolar es la siguiente:

Contar con dos profesionales en el aula facilita una mayor inclusión del alumnado y permite atender mejor las necesidades individuales, tanto de refuerzo como de ampliación. La motivación del alumnado hacia el aprendizaje ha mejorado y sus resultados académicos muestran avances significativos.

También hemos observado que el alumnado se siente cómodo y acepta de muy buen agrado la presencia de varios docentes en el aula. Tanto para el alumnado como para el profesorado es muy enriquecedor la docencia conjunta, pero especialmente para los estudiantes porque les aumenta la confianza en sí mismos y les motiva a aprender, porque saben que tienen siempre a un docente dispuesto a ayudarles cuando lo necesitan.

El reparto de tareas entre los docentes permite actualizar las actividades en el aula y así poder presentar actividades que faciliten la inclusión de todo el alumnado. Además, la colaboración entre profesionales dentro del aula es muy enriquecedora, pues permite la formación continua al poder aprender unos de las buenas prácticas de otros, llevando la tradicional coordinación docente a otro nivel.

Referencias

Friend, M. y Cook, L. (2003). Interacciones: Habilidades de colaboración para profesionales escolares (4ª ed.). White Plains, Estado de Nueva York: Longman.

Walther-Thomas, C., Korinek, L., McLaughlin, VL y Williams, B. (2000). Colaboración para la educación inclusiva: desarrollo de programas exitosos. Boston, MA: Allyn & Bacon.

Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas.

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