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Trasbordo Arquitectura: "La calidad de los espacios forma parte de la experiencia vital del alumno"

Trasbordo es un estudio de arquitectura con 20 años de trayectoria en el territorio nacional que destaca por sus trabajos de ampliación y transformación de algunos de los campus educativos más prestigiosos de España, como British Council School, Oak House School o la Escuela Suiza de Barcelona, entre otros.
RedacciónViernes, 31 de marzo de 2023
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Vista de la maqueta del Plan Director del Campus British Council School, en Somosaguas.

Los centros educativos son un espacio central de nuestra vida en sociedad. Que sean lugares inspiradores y saludables es un deseo cada vez más fuerte en las familias. Que sean una herramienta útil y duradera para la educación de hoy es una necesidad vital para los centros. CAMPUS de Trasbordo, es un recorrido por estas visiones para definir el futuro de cada centro.

Desde 2003 en Trasbordo han desarrollado espacios y planes directores para centros educativos destacados en España: British Council School, Institución San Patricio, Oak House School, Escuela Suiza de Barcelona, St. George School Barcelona..

¿Por qué un estudio de arquitectura como Trasbordo se especializa en proyectos relacionados con el mundo de la Educación?
No es nuestra única rama de actividad, pero es cierto que tiene mucho peso en nuestro estudio. El motivo fundamental es que es un tipo de edificio muy favorable para un buen ejercicio de arquitectura.
Los colegios con los que trabajamos se caracterizan por dedicar mucha atención y cuidado a sus Campus. Los entienden como el lugar donde se expresa la institución y donde se materializa su propuesta educativa, y le piden que sea una herramienta útil para la Educación, un lugar inspirador y  una construcción duradera. Atender a esas tres cuestiones está en el centro de nuestra misión como estudio de arquitectura.

En los últimos años, las instituciones educativas están transformando sus Campus para adaptarse a unos métodos educativos en constante revisión, ¿afecta realmente el tipo de Campus a la calidad de la Educación que ofrecen estas instituciones?
Sin duda, y eso hace que se esté convirtiendo en un factor de fuerte competitividad entre instituciones privadas.
El espacio siempre tiene influencia en la calidad de la actividad que desarrollamos en él. En el caso de los Campus, la cantidad, el tipo, la organización y la calidad de los espacios van a formar parte de la experiencia vital del alumno en su etapa escolar, y esto lo valoran cada vez más las familias. Pero además de esta componente, que aplica a cualquier actividad, en el uso educativo y en el contexto de revisión profunda de métodos y pedagogía que está viviendo, el espacio puede ser un obstáculo o un aliado. Por este motivo se ha extendido últimamente la expresión “el tercer educador” en referencia al espacio. Y esto lo valoran cada vez más los docentes.

Visualización del espacio de aprendizaje tipo del Plan Director del Campus del Soto de la Institución San Patricio, en Alcobendas.

Pero, ¿no ha sido siempre así?
Hace 40 o 50 años nacieron gran parte de los centros privados que operan hoy en España, en un contexto de pedagogía tradicional en el que el desarrollo de la actividad no era tan sofisticado como hoy. Los alumnos permanecían la mayor parte del día en el mismo espacio y en la misma posición, atendiendo un mismo foco. Esto hacía que el Campus obedeciera a un diseño sencillo de repetición de la unidad “aula”, que solía buscar ser un espacio agradable. Los espacios exteriores, en general, no tenían apenas tratamiento.

Hoy, en cambio, la actividad educativa es mucho más dinámica y compleja por la aparición de nuevos medios de transmisión de información, la irrupción de métodos pedagógicos y didácticos alternativos, la diversidad de materias, y la propia idea de la Educación en una sociedad en estado de cambio acelerado. Esto hace que el diseño del Campus sea más complejo y deba atender a muchos más aspectos: Aulas especializadas por actividad, espacios flexibles para ocupaciones variables, espacios singulares para artes escénicas, actividades deportivas o tecnológicas, espacios educativos al aire libre, etc.

¿Hay algún otro factor que propicie que los centros educativos transformen sus Campus?
Aparte de lo anterior, salvo en los casos de nueva construcción, los centros más veteranos suelen contar con un parque de edificios y espacios exteriores envejecido, que no solo no responde a la necesidad funcional que acabamos de comentar, sino que no responde a los estándares de confort, nivel de equipamiento, calidad de ambiente interior y sostenibilidad actuales, que de algún modo todos exigimos. Esta combinación de motivos ha llevado a los principales centros de nuestro país a transformar sus Campus con la mirada puesta en las próximas décadas.

Vista aérea del pabellón de artes sobre piscina cubierta en Campus Oak House School, en Barcelona.

En vuestros proyectos soléis desarrollar procesos de participación con toda la comunidad. ¿Qué importancia dan las familias al Campus?
Siempre que desarrollamos una estrategia para un centro ofrecemos realizar un proceso de participación de la comunidad para contar con la visión del centro y de las familias a través de sus directores, docentes, padres y alumnos. En nuestra opinión, aquellos que lo hacen llegan claramente a mejores resultados porque durante el proceso se encuentran con hallazgos valiosos que les sirven para orientarse a largo plazo.

Lo que vemos en estos procesos es que las familias valoran mucho la calidad del Campus a la hora de hacer su elección. Por encima hay una combinación de factores evidentes relacionados con el ideario, la ubicación y las cuotas, que conocen bien los centros. Pero muchas de estas cuestiones tienden a homogeneizarse y el Campus pasa a jugar un papel determinante. Es un espacio que ocupa un lugar esencial en la infancia y en la adolescencia de sus hijos, y cada vez lo manifiestan con más claridad

En general entienden que debe ser un lugar seguro, saludable y alineado con la pedagogía y didáctica del centro, que cuente con espacios especializados y de calidad para actividades tecnológicas, deportivas y artísticas. Dicho así, parecen unos atributos fáciles de alcanzar, pero la realidad es que resultan una exigencia fuerte.

Imagen de la transformación de antiguo convento en aulas y espacios de encuentro y colaboración en el Campus St. George School, en Barcelona.

¿Los centros son realmente conscientes de todos estos factores que influyen en la calidad educativa? ¿Cómo responden a esta visión y qué errores deben evitar?
En general detectamos que los centros son muy conscientes, y que la mayoría lo entiende como algo central para afrontar las próximas décadas con éxito. Cada uno tiene su propio contexto y objetivos, pero la búsqueda de más espacio para poder especializar áreas y ampliar oferta de actividades, y la optimización del espacio existente para un uso más flexible y adaptado a las nuevas pedagogías, suele ser la demanda común. La actualización de las prestaciones y una mejor dotación, son también demandas comunes. A día de hoy, unos pocos empiezan a identificar la reducción de impacto, lo que conocemos como sostenibilidad de la edificación, como algo principal. Pero he de decir que sólo unos pocos lo afrontan con profundidad.

El principal error que deben evitar es abordar intervenciones desconectadas entre sí, enfocadas en un sólo aspecto y basadas en la urgencia. Esto hace en muchas ocasiones que la inversión se devalúe rápidamente y no consiga el impacto positivo que busca ni en la calidad de la Educación ni en las familias y alumnos. A largo plazo, además, suele implicar la desfiguración del Campus, y esto puede conllevar una percepción negativa de la institución.

Imagen de la biblioteca del Campus British Council School, en Somosaguas.

¿Qué recomendáis a los centros para llevar a cabo una transformación de sus espacios y cómo pueden abordarlo?
Les recomendamos desarrollar un Plan Director que les permita combinar las demandas, visualizar el potencial de su Campus y trazar una estrategia de acción para alcanzarlo. Es un proceso que dura unos pocos meses y que pasa por el reconocimiento de los objetivos estratégicos, de su modelo pedagógico y oferta educativa, de su realidad física y urbanística y de la cadena de valores de su comunidad, para identificar las fortalezas, las debilidades, las amenazas y las oportunidades del Campus. Sobre esa base, visualizamos diferentes escenarios de futuro y analizamos la viabilidad económica y la compatibilidad con la actividad para trazar un plan de acción.

La participación de la comunidad suele conllevar el beneficio de la alineación con la estrategia. Tras un plan director, generalmente centro y familias suelen compartir una visión de futuro que les motiva y genera sentimiento de pertenencia.

Aunque parezca muy complicado, un Plan de estas características se puede abordar en menos de un curso, y puede marcar de manera ordenada las inversiones a 5 o 10 años vista, compatibles siempre con la actividad académica.

Equipo trasbordo arquitectura: De izqda a derecha: Fernando Da Silva, Abraham Herreruela, Laura Peña, Irene Muñoz, Ignacio Capapé (socio), Justo Orgaz (socio), Enrique Cabeza de Vaca, Alberto Pompa, Alberto de Paredes.

¿Qué proyectos habéis realizado ya en vuestro estudio y qué otros proyectos estáis en proceso de realización?
A lo largo de estos años hemos desarrollado planes y proyectos para colegios como British Council School, Oak House School, Institución San Patricio, Escuela Suiza de Barcelona, St. George School Barcelona, entre los más destacados. En todos ellos, además de los planes directores, hemos realizado intervenciones de diversas escalas. Desde grandes ampliaciones, pasando por pequeñas transformaciones, hasta intervenciones tácticas basadas en mobiliario, que han tenido gran impacto en la Educación y en la percepción del Campus.

En estos momentos estamos trabajando en la reducción de impacto del British Council School, que tras varios años de ampliación y mejora de la calidad de sus espacios, aborda ahora un proceso muy ambicioso de descarbonización de todo su Campus. También estamos trabajando en dos planes urbanísticos en Barcelona que responden a Planes Directores con una visión de muy largo plazo. Ambos casos buscan la optimización de las posibilidades del Campus junto con la alineación plena con sus modelos pedagógicos.

Visualización de los espacios de aprendizaje, encuentro y colaboración del Plan Director de la Escuela Suiza de Barcelona.

¿Cómo deben evaluar la inversión las instituciones educativas interesadas en la transformación de sus espacios?
Nuestra experiencia nos dice que trabajar con un plan director no supone una mayor inversión y sí una mejor inversión. Los centros realizan muchas intervenciones de conservación y mantenimiento correctivo, y otras veces de reforma que atienden a asuntos urgentes o demandas recurrentes y no estratégicas. La suma de estas inversiones a lo largo de varios años suele ser elevada y puede no corresponderse con el resultado esperado en términos de mejora de la Educación, de calidad del espacio y de percepción por parte de la comunidad. Esa misma inversión planificada con un Plan Director, permite equilibrar las demandas y dirigir las intervenciones hacia una imagen final inspirada por las búsquedas de la institución a largo plazo.

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