La Xunta presenta 33 aportaciones a la Ley de Enseñanzas Artísticas y exige al Ministerio apoyo económico para su aplicación
Rodríguez lamenta las prisas del Gobierno del Estado por cerrar con urgencia una batería de leyes educativas y la falta “de rigurosidad” de la nueva norma de artísticas.
La Xunta eleva al Gobierno del Estado las aportaciones de Galicia al anteproyecto de Ley de Enseñanzas Artísticas, un borrador que se abordó en la Conferencia Sectorial de Educación en la que participó el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades, Román Rodríguez. En total, el Gobierno gallego remite al Ministerio 33 alegaciones entre las que destacan la equiparación real entre las titulaciones de enseñanzas artísticas superiores y las universitarias, el refuerzo económico necesario para la aplicación de la noticia normativa y las reivindicaciones relativas a la gestión del profesorado.
Rodríguez desgranó esta treintena de propuestas presentadas y que fueron dialogadas previamente en una mesa de trabajo con los directores de los conservatorios de Música y de Danza y de las escuelas de Arte y Superiores de Diseño, Arte Dramático y de Conservación y Restauración de Bienes Culturales dependientes de la Xunta, a los que asisten 6.000 alumnos.
También lamentó “la falta de rigurosidad por parte del Gobierno del Estado” que queda patente en esta propuesta de texto legislativo, al generar un “nuevo caos” en el que alcanza a la gestión académica y en los nuevos cuerpos docentes como ya está sucediendo con la ley de Educación y la ley de FP. Tras apuntar a las “demasiadas prisas” por cerrar todo el marco legislativo educativo, advirtió de los “efectos negativos” que después les toca arreglar a las comunidades autónomas.
Acceso a las mismas ayudas
Una de las principales propuestas es que se remarque de manera explícita que los estudiantes de enseñanzas artísticas superiores tengan exactamente la misma consideración que los universitarios en relación a cuestiones como el acceso a las ayudas públicas al estudio, a la cultura, a la promoción profesional, a la movilidad, o a las prácticas remuneradas, entre otros.
“Muchas convocatorias de ayudas –matizó el conselleiro– van dirigidas solo a universitarios y obvian la existencia de los de artísticas superiores simplemente por desconocimiento”. De ahí que una de las reivindicaciones de la Xunta sea que estos derechos deben hacerse extensivos a todos los efectos. También se demanda la creación de un registro único de centros y de titulaciones, que blindará a los estudiantes en el marco europeo a la hora del reconocimiento y homologación de títulos.
No separar centros profesionales y superiores
Por otro lado, la Xunta es contraria a la propuesta normativa de avanzar hacia una diferenciación de centros que imparten especialidades de enseñanzas artísticas profesionales de una banda y superiores por otra. En Galicia, los centros que imparten simultáneamente estas enseñanzas artísticas son, en palabras del conselleiro, “un modelo de éxito” por las sinergias y las facilidad para los estudiantes que amplían estudios. Por contra, su segregación podría derivar en “importantes problemas logísticos” en cuanto a la disponibilidad de nuevos edificios y profesorado.
También se rechaza que las artísticas superiores se tengan que someter a un nuevo proceso de acreditación y verificación universitaria cuando ya disponen de un órgano específico de validación y actualización de los currículos, el Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas.
Definición clara de nuevas figuras docentes
Del mismo modo, el conselleiro reclamó que la normativa “vaya acompañada de una memoria económica que resulta absolutamente imprescindible” para que las comunidades autónomas puedan asumir el incremento de gasto que van a suponer los deberes que derivan de su aplicación práctica. Román Rodríguez se refirió, en concreto, a que la nueva ley recoge figuras como profesorado emérito, profesorado especialista de nacionalidad extranjera y profesorado visitante. También contempla que el personal de administración y servicios pueda asumir tareas técnicas. Todas estas figuras, según las advertencias de la Xunta, “no cuentan con una definición clara que debe concretarse en la futura ley”.