Reducción de textos, el arte de la síntesis

En este post, te animamos a trabajar este recurso, como lo hacemos con los dictados para niños pequeños o los comentarios de texto en bachillerato.

Sintetizar no significa decir menos. Al contrario, puede ser la clave para mejorar la comunicación y llegar a públicos que, de otro modo, no se interesarían por esos contenidos. El auge de Internet y sus métodos de comunicación han elevado al podio informativo a los resúmenes. Incluso los textos largos incluyen entradillas, resúmenes y ladillos que sintetizan sus mensajes.

Más allá de mejorar la redacción de los adolescentes, aprender a sintetizar contenidos contribuye al desarrollo de destrezas personales. ¿Qué te parecen estos beneficios?:

• Mejora la capacidad de comprensión.
• Permite aprender y retener mejor los contenidos, por lo que incrementa el rendimiento al estudiar.
• Enseña a discriminar lo importante de lo secundario. Es decir, a jerarquizar las ideas.
• Promueve una comunicación más directa y eficaz, centrada en lo troncal.
• Aumenta el sentido crítico y la discriminación de informaciones.

Solo por ello, ya sería valioso trabajar en las clases de ESO la sintetización y la reducción de textos. Adicionalmente, existen otras buenas razones para hacerlo, centradas esta vez en la propia comunicación escrita.

¿Por qué necesitamos hoy saber escribir buenos textos cortos?

Te presentamos una relación de contenidos con los que todos convivimos actualmente. Ilustra a la perfección la importancia de esta técnica. Se convierte en una guía motivacional para que tus alumnos entiendan qué les aportan estos ejercicios:

• Redacción y envío de correos electrónicos, tanto en el plano personal como profesional.
• Perfiles en redes sociales.
• Textos en los canales sociales, como los caracteres limitados de Twitter.
• Pies de fotos en la abundante comunicación visual actual.
• Mensajes y eslóganes publicitarios.
• Descripciones y fichas de productos del marketing digital y el comercio electrónico.
• Informaciones escritas en los videojuegos.

Como ves, los jóvenes conviven en gran medida con la creación y recepción de estos contenidos. Así que te sugerimos aprovechar estas actividades con las que se identifican.

¿Necesitas buenas ideas para enseñar a sintetizar contenidos? En breve vamos a proporcionarte algunas referencias. Lo principal es que seas creativo y tengas confianza: ¡crea tus propios ejercicios! Nadie como tú conoce a tus alumnos, sus preferencias, motivaciones e intereses. Así que adapta estos formatos a las necesidades concretas de tu aula.

Poda de textos

Es la ejercitación clave que siempre has de potenciar. Consiste en elegir un texto motivador y reducirlo progresivamente: primero al 50 %, luego hasta un 25 % del total y, finalmente, a un único párrafo. Conviene trabajarlo de forma progresiva: empieza por un texto de unas quinientas palabras y, cuando se familiaricen con la técnica, aumenta la extensión de partida.

Para recortar los textos, dales estas recomendaciones:

• Eliminar repeticiones, aclaraciones y redundancias.
• Mantener lo principal y eliminar lo secundario, los recursos y los ejemplos.
• Reducir los adjetivos, los adverbios, los nexos y las oraciones subordinadas.
• Elegir palabras y frases cortas.
• Centrarse en lo mollar: definir cuál es la idea central y sus dos o tres matices distintivos.

Creación publicitaria

El objetivo es, por equipos, crear una pieza de publicidad que sintetice las características de un producto o servicio. Puedes usar como referencia páginas web corporativas de las empresas que más les atraen.

Pídeles que profundicen en la esencia que hace especial esa marca. Una vez analizada, encárgales que redacten el texto de un cartel, un banner o una cuña de radio con pocas, pero impactantes, palabras.

Sinopsis de un libro o película

Solicítales que elijan su libro favorito, el que ellos quieran. Este ejercicio individual consiste en redactar la sinopsis que aparecería en su contraportada para animar a la lectura. Esa redacción, de no más de ciento cincuenta palabras, ha de reflejar de qué va el contenido y motivar para leerlo.

Una variante, para los no lectores, es enfocar este ejercicio hacia su película o serie favorita. Haz que se sientan un crítico de cine e invítalos a crear un texto para publicar en sitios como Filmaffinity y contar de qué va ese trabajo audiovisual.

Reduce la letra

¿Nos vamos al mundo de la música? Los jóvenes son incondicionales de muchos grupos y solistas. Este trabajo consiste en elegir la letra de una canción favorita y explicar su tema en menos de treinta palabras. La idea es plasmar qué cuenta la letra con las menos palabras posibles.

Ultracortos

Terminamos con esta actividad enfocada a crear un cuento ultracorto, de no más de veinte palabras. Busca ejemplos inspiradores en Internet como referencia de partida para motivar al alumnado.

¿Te hemos animado a trabajar la reducción de textos en tus clases de Lengua? Verás cuántas ventajas se derivan de ello. ¡Mándanos tus comentarios y experiencias para que todos nos beneficiemos de ellas!