CCOO reivindica la FP para luchar contra la "España vaciada"
España «se vacía». Parece mentira que se diga esto, cuando justo ayer se conoció que nuestro país había alcanzado su récord de población: 48.345.223 habitantes, el máximo de la serie histórica, aunque fue en gran parte gracias a los nacidos en el extranjero. Pero si observamos los datos, nos encontramos con algo paradójico: España tiene las dos provincias más pobladas de la Unión Europea, pero a la vez posee el número más alto de unidades territoriales deshabitadas, en concreto, 426.000. Más incluso que Suecia, que sufre de este mal debido a que en el norte del país las condiciones climatológicas son bastante adversas.
Aunque el número de habitantes siga creciendo en España, la regresión parece inevitable debido al envejecimiento de la población. Esto solo podría remediarlo una llegada masiva de inmigrantes, que en principio no parece entrar en los planes, ya que el sistema parece ir tomando forma a «sobrevivir con lo que hay», como es el caso de las pensiones, las cuales cada vez se mantienen con un ratio menor de trabajadores/pensionistas, y este disminuirá aún más.
Este envejecimiento de la población afecta sobre todo a las zonas rurales. Provincias como Zamora, Jaén, Cáceres, Badajoz, León, Palencia y Córdoba son las habituales a perder población, si miramos la comparación de un año a otro. Todo ello en favor de otros territorios como Madrid y la costa este del país, que son las que más crecen, dejando el interior vacío. Y es que según datos del estudio de CCOO. de la Formación Profesional en el medio rural, tan solo el 16% de la población ocupa el 84% del territorio restante. Y esto no tiene previsto solucionarse al corto plazo, ya que entre 2011 y 2020, los entornos rurales perdieron un 7,1% de población, mientras que las zonas urbanas crecieron un 2,1%.
La tasa de jóvenes que habitan en el medio rural está 28 puntos por debajo de la tasa de jóvenes que habita en el medio urbano. Este indicador muestra la presencia relativa de menores de 15 años respecto a mayores de 65. En el medio rural hay 51,6% menores de 15 años y en los municipios pequeños, 41,8%. En cambio, en los municipios urbanos hay un 79,6%.
La población joven en ámbitos rurales normalmente, cuando llega a la edad de estudios posobligatorios, tiene dos opciones: permanecer en su municipio y trabajar en algún negocio local, ya sea ajeno o familiar, o bien en el campo (agricultura o ganadería generalmente); o en cambio, elegir la vía de los estudios y tener que marcharse de su casa con grandes posibilidades, debido a que no disponen de un centro educativo cercano para esas modalidades, y el transporte público en estas zonas es deficiente.
Desde CCOO reclaman como «indispensable» la colaboración público-privada para el aumento de oferta educativa de FP en las zonas rurales y evitar que los alumnos potenciales tengan únicamente la opción privada, que conlleva un gran gasto para las familias. Además, exigen una adaptación de los ciclos de FP medios y superiores a las necesidades del mercado laboral de las zonas rurales, así como la actualización con otros títulos, relacionados principalmente con la digitalización, la Industria 4.0, el big data, la inteligencia artificial, la transición ecológica y la economía circular, entre otros.
Aunque la proporción varía en función de las modalidades, la mayoría de estudiantes suelen ser hombres, ya que los jóvenes (que son los principales inscritos a estudios reglados) son principalmente varones. En las FP básicas, Grados Medios y Superiores, los hombres son siempre mayoría, aunque la distancia entre ambos sexos se hace más pequeña en función la Educación es más avanzada. Sin embargo, las tornas se cambian si la Educación es online. Aquí, las mujeres son mayoría en la mayoría de ciclos de Grado Medio y Superior.
Esto se debe principalmente a que las mujeres mayores (de 30 años en adelante) constituyen un número bastante grande de estudiantes en las modalidades online. Sin embargo, en los grados presenciales, los hombres jóvenes (de 16 años en adelante) son lo predominante, aunque la tendencia de las mujeres va en aumento.