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Inteligencia Artificial y Educación Con el apoyo de SEK Education Group

La inteligencia artificial tiene cantera y estudia en Galicia

Ni catastrofismos fáciles ni optimismos apresurados, “hay que pensar y analizar”. Así aborda la inteligencia artificial (IA) uno de los centros educativos referentes en Galicia en esta materia. En 2008 mereció la visita de Stephen Hawking y sus alumnos ya aplicaban la IA cuando aún no se hablaba de ella en el aula. Javier Turnes, vicedirector del centro, y Jorge Gómez, profesor de Tecnología, nos cuentan cómo ha sido el camino hasta aquí.
Rubén VillalbaViernes, 6 de octubre de 2023
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El instituto ganó el segundo Premio Ética y Ciencia 2015-2016 por su proyecto 'Implicaciones éticas de la inteligencia artificial'.

Sucede que los profesores se ven a veces en la tesitura de tener que enseñar para lo que ni siquiera han sido formados. Es una queja habitual desde que la tecnología irrumpiera en las aulas, pero más aún desde que lo ha hecho la inteligencia artificial (IA): la euforia no deja paso a la reflexión y el docente se ve envuelto en un juego cuyas reglas desconoce: “La ley es general, pero el día a día del aula es singular”, sostiene Javier Turnes, profesor de Filosofía y vicedirector del IES “Rosalía de Castro” de Santiago de Compostela, que en los últimos años se ha posicionado como uno de los centros educativos referentes en Galicia en el campo de la IA y las enseñanzas STEAM.

Galicia ha sido de las primeras comunidades autónomas en implantar asignaturas específicas de IA, en concreto, dos optativas: una en 4º de ESO (IA para la sociedad) y otra en 1º de Bachillerato (Tecnologías inteligentes). Turnes lo contempla como una oportunidad para abrirse a los nuevos horizontes, aunque lamenta la falta de previsión en el diseño de tiempos para la planificación, la experiencia, la observación y la formación del profesorado.

Pero lejos de la queja, se pusieron manos a la obra e hicieron de la necesidad virtud. Fue Jorge Gómez, profesor de Tecnología, quien puso la primera piedra que ha llevado al centro a ser hoy ejemplo y guía para otros en el a veces tortuoso camino de la IA y las nuevas tecnologías aplicadas a la educación. “Cuando la consejería las implantó, nosotros ya llevábamos tiempo trabajando estos contenidos en 2º de Bachillerato, en la asignatura TIC II, pero estas nuevas materias exigen ir un paso más allá”. Porque ese es el reto, explica Jorge, “formar al profesorado en un campo tan en constante cambio como la IA”.

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Los alumnos abordan la parte técnica en las materias de tecnología e IA y la complementan con un abordaje más reflexivo y de pensamiento crítico en las asignaturas humanísticas, con investigaciones ensayísticas

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Sabe de lo que habla. En 2015 tuvo que impartir la asignatura optativa de Tecnología en 4º de ESO: “Tenía que hablar de IA cuando aún casi no existía; entonces recurrí al cine”. Fue así como dio a luz al proyecto Implicaciones éticas de la inteligencia artificial, que mereció el segundo premio Ética y Ciencia 2015-16 de la Fundació Víctor Grifols i Lucas. Fue el culmen de lo trabajado a lo largo de la materia, en la que los alumnos tenían que analizar y debatir, a partir de películas, dilemas éticos de la IA, concluyendo la actividad en un ensayo. ¿Debemos desarrollar máquinas con una inteligencia superior? ¿La IA debe tener emociones? ¿Hay que programarla con criterios morales y éticos? Estas fueron algunas de las cuestiones sobre las que reflexionaron, aunque fue el de la creatividad, explica Jorge, “el tema sobre que suscitó mayor interés”.

“Todo suena muy a ciencia ficción”, asegura Javier, “pero es ya una realidad, por eso los alumnos tienen que conocer las bases de esa realidad en la que viven y en la que van a desarrollarse profesionalmente”. El enfoque desde el que trabajan en el centro contempla las dos caras de este nuevo escenario: “Los alumnos abordan la parte técnica en las materias de tecnología e IA y la complementan con un abordaje más reflexivo y de pensamiento crítico en las asignaturas humanísticas, con investigaciones ensayísticas sobre los posibles sesgos de la IA”.

Esta doble perspectiva se refleja en los proyectos que anualmente desarrolla y presenta el alumnado. Uno de ellos estudió, por ejemplo, la implantación de chatbots en la web del instituto con el objetivo de mejorar la atención y resolver las dudas de los estudiantes. Otro alumno aplicó este mismo sistema para ayudar a alumnos con dificultades con los ejercicios de Matemáticas. Una exalumna fue más allá y centró su investigación en los tres tipos de algoritmos que intervienen en las recomendaciones de Spotify: los de caja blanca, los de caja negra y los de caja gris. “Los primeros son los más transparentes con nuestros datos, pero la realidad es que los negros, más opacos, responden mejor, lo que plantea un debate ético y legislativo al respecto”, explica Jorge.

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La IA nos permitirá conocer mejor a nuestros alumnos, obteniendo y relacionando datos e información a la que nosotros no llegamos

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Este proyecto llevó a Judit González, su autora, a ganar el segundo Premio Stephen Hawking para Jóvenes Investigadores, que convoca el centro desde hace cinco años y en el que participan estudiantes de Bachillerato de toda Galicia. Los galardones llevan el nombre del famoso astrofísico, que en 2008 visitó el instituto para presentar la traducción de su obra La clave secreta del universo y que mediante carta expresó “el honor que supone para mí que el premio de noveles investigadores lleve mi nombre”.

Judit estudia ahora el Grado en Inteligencia Artificial en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), con la que desarrolló su proyecto de Bachillerato y con la que el instituto colabora, en concreto, con el Centro Singular de Investigación de Tecnologías Inteligentes (CITIUS). Durante el desarrollo del proyecto, el alumno cuenta con un tutor de este centro que le asiste en la parte de contenido, constituyendo así un vínculo entre los ámbitos universitario y preuniversitario que acerca al estudiante a su siguiente etapa.  

Javier y Jorge hablan con agradecimiento del CITIUS y con orgullo de Judit, pero también de Irene Armesto, alumna del centro y ganadora de la última edición del premio por el diseño de un acelerador magnético. Ellas y el resto de alumnos recogen el testigo de un instituto con clara vocación científica e investigadora, que es, además, de los pocos centros públicos de Galicia que ofertan Bachillerato Internacional. 

Son varios ya los logros alcanzados, aunque nunca suficientes. Los desafíos que plantea la IA para el aula emplaza al profesorado a seguir asumiendo nuevos retos. Uno será continuar ahondando en la dimensión ética de la IA a través de la literatura: “Queremos llenar la biblioteca del centro de libros que aborden dilemas éticos de la IA para que el alumnado reflexione sobre la privacidad de los datos o el capitalismo de vigilancia al que estamos sometidos”, explica Jorge, para quien otras de las tareas pendientes será incorporar la IA como una herramienta más para el docente: “Nos permitirá conocer mejor a nuestros alumnos, obteniendo y relacionando datos e información a la que nosotros no llegamos; veremos cosas que hasta entonces no veíamos”.


«Inteligencia artificial y educación» es un espacio para abordar, en colaboración con SEK Education Group, los retos y oportunidades de una de las mayores revoluciones de la educación: la inteligencia artificial (IA).

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