6 tips para fomentar la sostenibilidad en la infancia

Sin duda, la educación ambiental y la conciencia sobre la sostenibilidad son aspectos cruciales en la formación de las generaciones futuras y algo a lo que, por suerte, cada vez damos más importancia en nuestra sociedad actual.

Inculcar estos valores desde la infancia no solo contribuye al bienestar del planeta, sino que también forma a personas conscientes y responsables. Para ello, la concienciación sobre este tema es esencial que se trabaje tanto desde los centros educativos como desde el ámbito familiar, ya que, entre todos, podremos conseguir que los más pequeños adquieran hábitos y sean conscientes sobre la importancia que requiere cuidar del entorno que nos envuelve.

Así pues, ¿cómo podemos fomentar esto e inculcar estos valores desde edades tempranas? A continuación, analizamos una serie de consejos que, efectivamente, ayudarán a que esto suceda desde sus primeros años de vida.

1. Prácticas diarias sostenibles, ¡el mejor ejemplo está en casa!: La sostenibilidad debe forma parte de nuestro estilo de vida, siendo la familia el ejemplo para conseguir estos valores. Inculcar hábitos sostenibles desde una edad temprana es clave y para los más pequeños, el ejemplo más importante son sus padres, hermanos y familia en general. Por ello, más allá del aprendizaje en el colegio, es importante que todos estos valores se fomenten también desde su propio hogar. Por ejemplo, enséñales a apagar las luces cuando no las necesiten, a cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes, a no dejar la nevera abierta demasiado tiempo o a no tener la TV encendida si no la están viendo y prestando atención. Establecer rutinas diarias sostenibles contribuirá a que estos comportamientos se arraiguen en su vida cotidiana, formando ciudadanos conscientes y responsables.
2. Exploración de la naturaleza: Una forma efectiva de despertar el interés de los niños por la sostenibilidad es a través de la exploración de la naturaleza, sin olvidar el hecho de cuidarla y aprender de ella. Organiza excursiones a parques locales, jardines botánicos o reservas naturales. Permite que los más pequeños observen y descubran la diversidad de flora y fauna que existe a su alrededor. Otra manera de fomentar esto en casa es practicar una economía circular, donde aprovechemos los recursos, reduzcamos el consumo de materiales no biodegradables y hagamos un consumo responsable. Esta experiencia directa les ayudará a familiarizarse con la naturaleza, entender la importancia de cuidar nuestro entorno, preservar la biodiversidad y a valorar los ecosistemas.
3. Proyectos de reciclaje creativo: Además de apostar por el reciclaje, tanto en casa como en el aula, y separar correctamente los envases, del vidrio, papel y cartón o basura orgánica, también podemos convertir el mismo en una actividad creativa que, sin duda, les encantará. Con ello, podemos enseñarles que los objetos aparentemente inservibles pueden tener una segunda vida. Fomenta la creatividad al transformar envases vacíos en juguetes, manualidades o incluso instrumentos musicales. Este tipo de actividades no solo enseñará sobre la importancia del reciclaje, sino que también fortalecerá su capacidad creativa, además de pensar de manera innovadora y sostenible.
4. Huertos y cultivo de plantas: La conexión directa con la alimentación y la agricultura puede ser una herramienta muy valiosa para enseñar sostenibilidad. Por suerte, la instalación de pequeños huertos urbanos es una tendencia que se está instaurando en nuestra sociedad y cultivarlos, tanto en casa como en el colegio, será algo muy positivo para su desarrollo y compromiso con el medioambiente. Que los niños puedan plantar y cuidar sus propias verduras y frutas les proporcionará una comprensión práctica del ciclo de vida de los alimentos, fomentando la apreciación por la agricultura sostenible y la importancia de consumo local y de cercanía.
5. Juegos educativos: Si hay algo que atrae verdaderamente la atención de los más pequeños, ¡son los juegos! Por ello, aprender de una manera lúdica siempre es una buena opción. Transforma el aprendizaje sobre sostenibilidad en una experiencia mediante juegos educativos. Hay una amplia variedad de juegos de mesa, aplicaciones y actividades que pueden enseñar a los niños acerca de la gestión de recursos, el reciclaje y la importancia de reducir el consumo de plásticos, por ejemplo. ¡No nos olvidemos de los libros! Donde pueden aprender acciones sencillas para ser “guardianes del planeta Tierra”. Todo esto no solo educa, sino que también refuerza la idea de que la sostenibilidad puede ser divertida y emocionante.
6. Dar a conocer a jóvenes referentes en sostenibilidad: Muchos jóvenes destacan por sus acciones para cuidar el planeta y se convierten en auténticos influencers de sostenibilidad, utilizando sus canales para compartir su aprendizaje experiencia. Esta idea puede proporcionar tiempo en familia, descubriendo historias inspiradoras para mostrar a los niños cómo pequeñas acciones pueden marcar la diferencia.

En conclusión, la educación sobre sostenibilidad desde la infancia es esencial para construir un futuro más equitativo y saludable que tanta falta hace en nuestra sociedad actual y en un futuro a muy corto plazo. Con ello, no solo se promueve el conocimiento, sino también la formación de actitudes y comportamientos que serán fundamentales para preservar nuestro planeta para las generaciones futuras.