León XIV y la educación: un interés "vital" con enfoque agustiniano y visión matemática

Con la ayuda del padre Ángel Camino tratamos de conocer mejor al nuevo papa León XIV fijándonos, en este caso, en sus ideas sobre educación.
José Mª de MoyaMartes, 20 de mayo de 2025
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León XIV saluda a los feligreses reunidos en la Plaza de San Pedro tras ser elegido papa el pasado 8 de mayo. © VATICAN NEWS

De la mano del padre Ángel Camino, de la Orden de San Agustín (OSA), vicario episcopal de la Vicaría VIII de la Archidiócesis de Madrid y amigo personal del papa León XIV indagamos en la visión educativa del nuevo papa.

El padre Ángel Camino, amigo del papa León XIV.

«Creo que ya se ha visto desde su saludo en el balcón de San Pedro que no es un hombre que improvisa lo que dice. Siempre prepara sus discursos, los medita, los confronta con personas de confianza. Además, dado que es un hombre que habla cinco lenguas, tiene un sentido universal que seguro que motivará a muchos a soñar en grande y a trabajar en grande», avanza el padre Ángel Camino.

¿Qué lugar ocupaba la educación en la vida y pensamiento del entonces cardenal Agustino que hoy es León XIV?
–La educación ocupa un lugar muy importante para el Papa León XIV. Su constante preocupación por la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo de Chiclayo así lo demuestra. Además, ha impulsado la formación filosófica y teológica del clero diocesano de Chiclayo. Ha apoyado a las instituciones educativas diocesanas y ha promovido una renovación muy importante en la Oficina de Educación Católica (ODEC) que se encarga de la formación religiosa en las escuelas públicas.

Ha hablado sobre la educación en diversos discursos en la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo, también en la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y en diversos encuentros en escuelas diocesanas en Chiclayo, pero sobre todo recuerdo cómo se ha recorrido toda la España agustiniana. Que el Papa León XIV tiene interés por la educación lo dice el mismo hecho de que durante 12 años se recorrió todos los colegios agustinos de España en varios momentos, saludando a los profesores y alumnos.

León XIV
Visita de Robert Prevost, entonces prior general de la Orden de San Agustín, al colegio San Agustín de Madrid en su 50 aniversario, en 2009.

Él mismo ha sido formador y profesor de Derecho Canónico y Teología en sus años en Trujillo (Perú), contribuyendo a formar a muchos jóvenes que hoy son sacerdotes u obispos y dan testimonio de su afán por formar personas con valores que contribuyan a la sociedad y al mundo.

El interés por la enseñanza en el Papa León XIV es vital, lo lleva consigo mismo. El amplio historial académico que tiene demuestra su interés por el estudio. Su actitud es ante todo cristiana y, particularmente, agustiniana. Le interesa que la educación sea una búsqueda de la verdad que conduce a Jesucristo, que no se reduzca a un mero adoctrinamiento o a una transmisión de los estereotipos intelectuales de moda. Por otro lado, valora mucho el tema de la amistad en el marco educativo. La amistad entre estudiantes, entre profesores y alumnos, entre familia e institución.

Siente una preocupación muy grande por la formación integral de la persona que le ha llevado a exhortar a todos sus sacerdotes y fieles a unir al estudio la espiritualidad, la virtudes morales, y, de modo particular, un serio interés por conocer los desafíos del mundo actual, tales como la inteligencia artificial y todas las nuevas tecnologías. Es un gran conocedor de las nuevas tecnologías y sabe usarlas en la justa medida. Siempre intenta estar actualizado y tiene mucho interés en usar todas las herramientas que ofrece la tecnología al hombre de hoy.

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Le interesa que la educación sea una búsqueda de la verdad, que no se reduzca a un mero adoctrinamiento o a una transmisión de los estereotipos intelectuales de moda

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¿Qué reflexiones compartía sobre el papel del profesorado en la sociedad actual?
–León XIV es defensor del cumplimiento serio y responsable del deber educativo. Es consciente que los profesores cumplen un papel fundamental. Al mismo tiempo que exige el mayor nivel posible a los profesores, exige una seria correspondencia por parte de los directivos educativos para que velen por el bienestar de los profesores y por la defensa de todos sus derechos.

¿Cómo describiría su visión sobre el papel de la familia en la educación de los hijos? ¿Era partidario de una colaboración estrecha entre hogar y escuela?
–No solo es partidario de la colaboración entre hogar y escuela, sino que es un continuo promotor de la educación que empieza en casa y que se prolonga en la escuela. Esto lo lleva muy dentro de sí porque es parte de su propia experiencia personal. Viene de una familia cristiana que le ha inculcado los valores humanos y cristianos que luego se han fortalecido a lo largo de su vida y formación.

¿Tenía alguna opinión o sensibilidad particular respecto a la educación en contextos de pobreza, exclusión o desigualdad?
–Su experiencia misionera le ha permitido palpar las desigualdades educativas que existen en los distintos niveles de la sociedad. Por eso, nunca ha dejado de insistir en la necesidad de aprovechar todas las oportunidades que la vida y la sociedad puedan brindar para seguir formándose en todos los niveles. Por otro lado, su experiencia nunca le ha llevado a una especie de pesimismo respecto de los responsables de la educación en la sociedad sino que sabe descubrir que, donde falta una educación buena a nivel de ciencias, aflora otro tipo de sabiduría que muchas veces sorprende incluso al más aventajado.

¿Se mostraba interesado por el diálogo entre fe y ciencia dentro del ámbito educativo? ¿Cómo entendía esta relación?
–Su horizonte siempre ha sido Fides et ratio de Juan Pablo II, y también los discursos sobre fe y razón de Benedicto XVI. En su persona se integran una profunda fe cristiana y un serio sentido de la historia presente. Sabe que la fe se vive en el hoy histórico que nos corresponde a cada uno. No deja de pensar que el mundo ofrece nuevos desafíos para la fe, pero sabe descubrir, con la ayuda de la gracia de Dios, que la fe siempre tiene una respuesta.

Agustino, matemático y filósofo

El nuevo papa ha sido recibido con los brazos abiertos por entidades diversas. Desde Escuelas Católicas hasta la Orden de San Agustín pasando por la Real Sociedad Matemática (RSME).

Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois, Estados Unidos), Robert Prevost cursó estudios en el seminario Menor de los Padres Agustinos y en la Universidad de Villanova, Pennsylvania, donde se licencia en Matemáticas y estudia Filosofía. En 1977 ingresa en el noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) de St. Louis, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo de Chicago. Licenciado en Teología en la Catholic Theological Union de Chicago, estudia Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino en Roma.

Además de formar a muchos jóvenes que hoy son sacerdotes y obispos, también ha dado clases de matemáticas en la Mendel Catholic High School de Chicago y de Física en la escuela secundaria St. Rita.

Como dejó escrito en una carta por el 50 aniversario del colegio San Agustín de Madrid, para Leon XIV la educación agustiniana, «inspirada en los principios de apertura a la trascendencia, libertad y solidaridad, tiene por finalidad el desarrollo integral de la persona humana» de forma que los colegios agustinianos sean «un fecundo instrumento de diálogo entre la razón y fe».

Y, como no podía ser de otra forma, comenzó su homilía en su primera misa como papa citando a San Agustín, en este caso el arranque de Confesiones:

“Nos has hecho para ti, [Señor,] y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”

El mismo nombre elegido por Robert Prevost como papa es toda una declaración de intenciones, pues a León XIII se le atribuye, además de sentar las bases de la Doctrina Social de la Iglesia, la apertura de esta a la investigación, permitiendo la coexistencia entre ciencia y fe.

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