Irene Ranz: "La formación que ofrece el Grado Medio TECO a los jóvenes es muy de tierra, muy de la vida"

El Colegio “Jara”, ubicado en la localidad madrileña de Valdemorillo, contará, en el curso 2021-22, con la Formación Profesional de Grado Medio Técnico en Conducción de Actividades Físico-Deportivas en el Medio Natural-TECO.

Tal y como expresó el centro, esta titulación podrá complementarse con otras, como sacarse el carné de conducir o el curso de socorrista, y “permitirá a sus jóvenes estudiantes obtener una formación más completa y, a su vez, un enriquecimiento personal en una etapa esencial de su crecimiento”. Para conocer más a fondo esta iniciativa educativa, la directora del centro, Irene Ranz, explicó a MAGISTERIO algunas cuestiones clave.

Pregunta. ¿En qué consiste el Grado Medio TECO y a quién se dirige? 

Respuesta. —El Grado Medio TECO, en general, está dirigido a personas que les gusta la naturaleza, el deporte y los animales. Para nosotros, es especialmente significativo, ya que, en nuestro modelo de trabajo inclusivo, tanto en la atención y la intervención extraescolar, como en la escolar, atendemos a niños con diferentes perfiles. Entre esos perfiles, hay uno que lo conforman alumnos que, en la parte más académica, tienen más dificultad, pero son estudiantes con una alta capacidad en empatía, en inteligencia emocional y con una alta habilidad en lo social.

TECO permite ganar ese tiempo de madurez y de crecimiento personal para poder conseguir un desarrollo exitoso. La formación que ofrece TECO a los jóvenes es muy de tierra, muy de la vida. De igual modo, este grado tiene un primer año más académico, pero, en el segundo curso, los alumnos tienen un trimestre de prácticas, lo cual nos deja nueve meses libres, y nuestra idea es completar ese tiempo con otras actividades que les coloquen en la vida y les den fuerza y seguridad. No obstante, pueden venir estudiantes que son buenos académicamente, pero a los que también les gusta la naturaleza, aunque su camino natural, en general, es el Bachillerato. 

¿Por qué surge esta iniciativa?

—La Fundación Aprender surge para atender a niños con dificultad de aprendizaje y toda nuestra labor se dirige a cómo generar caminos y metodologías de éxito para potenciar lo mejor de todos los alumnos, pero, en especial, de aquellos niños con alguna característica particular, dentro de que no somos Educación Especial. 

Con respecto al Grado, Jara tiene la autorización para impartir TECO desde el principio. Cuando nos hemos puesto a montar la Formación Profesional, y hemos hecho un análisis profundo de nuestros estudiantes y de lo que TECO es, hemos visto que teníamos una herramienta superpotente. TECO nos permite hacer un mix, es decir, hacer Educación formal reglada, junto a todo el trabajo de acompañamiento más pedagógico. Ahora, lo que estamos trabajando es la programación y cómo lo vamos a hacer para cumplir, por supuesto, los objetivos curriculares y, además, los objetivos personales que nosotros añadimos para nuestros chicos. 

¿Cuántos alumnos podrán iniciar esta formación el próximo curso?

—El número está limitado a 24, aunque, normalmente, a nosotros nos gusta trabajar por debajo de 24 niños con dos profesores. De igual modo, nosotros no concebimos los estudios sin una figura de psicopedagogía que acompañe el proceso de los chicos.

¿Cuál va a ser la metodología de TECO?

—Seguiremos con el modelo Helix de la Fundación Aprender, lo que significa que seguiremos sin libros. Tampoco usamos libros en Bachillerato. El libro de texto cierra, constriñe, pone los contenidos sueltos y, para nosotros, los contenidos tienen que estar conectados con la realidad, es decir, los contenidos hay que descubrirlos, que los chicos aprendan investigando, y no de forma pasiva estudiando un libro o escuchando una explicación. En TECO, lo haremos exactamente igual, a través de una programación. Los alumnos van a investigar esa parte teórica y elaborarán los temas. 

Los alumnos, durante el segundo curso, podrán realizar estancias en Inglaterra. ¿Cómo serán?

—Nosotros tenemos convenio con Aprender Viviendo. Trabajamos con ellos en la organización de todos los programas, desde los campamentos de verano, hasta que los niños vayan a estudiar allí un año entero. Todos los diseños de estas estancias se hacen pensando cuáles son las necesidades de cada alumno, es decir, si los chicos ya tienen su título de la ESO, si lo único que necesitan es inglés o si les viene bien que allí se apunten a un curso. Además, esta iniciativa es muy beneficiosa porque los jóvenes aprenden inglés, uno de los grandes problemas que nos encontramos en algunos niños con dificultades de aprendizaje. 

De igual modo, se fomenta un grado de autonomía importante. Salir de casa y estar fuera unos meses, lejos de esa dependencia familiar, en un entorno cuidado, protegido y cercano, les da autonomía en la vida. Por lo tanto, no solo te quitas el miedo al inglés, sino que también conectas con otros chicos en otro idioma, ganando seguridad, experiencia y madurez. 

También vais a ampliar la oferta educativa en Bachillerato en las modalidades de Arte y Ciencias. ¿Por qué? 

—Como te digo, tenemos unos perfiles muy heterogéneos. Además, artes es algo muy nuestro. Para nosotros, el arte es una forma de expresar, de comprender, es transversal e, igualmente, tenemos conocimiento de que, en la zona, hay escasez de plazas y hay demanda. En el caso de las ciencias, en Jara, tenemos unos laboratorios fantásticos y muy equipados que nos permiten impartir esta enseñanza en buenas condiciones.

Por último, ¿seguiréis creciendo?

—Sí. Estamos diseñando un proyecto precioso de continuidad después de TECO hacia el  desarrollo de profesiones muy demandadas en el ámbito sociosanitario. Al final, es una oportunidad para que los jóvenes devuelvan a la vida la ayuda que ellos han recibido. Es un proceso maravilloso.

• Estudios y trayectoria. Licenciada en Ciencias Químicas, trabajó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas durante 23 años. Desde 1999, investiga sobre dislexia y sobre qué dice la ciencia sobre su origen, con el fin de poder abordar su intervención integral, desde la causa y no desde el síntoma. Además, desde 2003 participa en la divulgación de lo investigado, participando en numerosos cursos y conferencias. 
• 2007-actualidad. Irene Ranz es presidenta de la Fundación Aprender, cuyo objetivo es posibilitar que las personas con dificultades específicas de aprendizaje consigan, con éxito, su desarrollo integral en igualdad de oportunidades, a partir de una enseñanza adecuada, apoyo y seguimiento hasta la vida adulta y profesional.