Aumenta un 25% el pesimismo sobre el futuro laboral de los hijos de las familias en situación de vulnerabilidad
A+Familias surgio en el año 2020, y ayuda a las familias no solo con una prestación económica, sino con un acompañamiento individualizado. © A+FAMILIAS
Más de la mitad de familias con trabajos temporales tienen miedo a perder la vivienda y uno de cada tres trabajadores (32,4%) tiene bastante o mucha incertidumbre sobre si podrá seguir pagando el alquiler o la hipoteca de la vivienda en la que vive.
Son algunos de los datos que ha recabado el Instituto Universitario de la Familia de la Universidad Pontificia de Comillas en base a encuestas con 803 familias en situación de vulnerabilidad de los barrios de Carabanchel, Usera, Villaverde, Puente de Vallecas y Villa de Vallecas, algunas de las cuales son atendidas por la asociación A+Familias.
En el estudio, además, se percibe que se ha doblado el porcentaje de los que afirman que su situación laboral perjudica mucho a las relaciones en su familia:
“Mi hijo me dice que mis trabajos son mediocres, que no sirven para nada, que trabajo para nada”, lamenta una madre que atiende la asociación A+Familias.
El estudio muestra cómo la pandemia y la crisis económica están suponiendo un daño severo en la economía de estas familias. Así, una de cada cinco familias piensa que la crisis está influyendo negativamente en su vida familiar. Al tiempo, el pesimismo sobre el futuro laboral de los hijos ha aumentado un 25%. La estrechez económica y el malestar de los padres en el trabajo acaba revertiendo en el ambiente en casa, con un aumento palpable de las relaciones conflictivas con los hijos.
Nacida en 2020, la asociación A+familias trabaja por hacer frente a las circunstancias en las que viven estas familias con el desarrollo de un modelo de intervención social cada vez más innovador y dignificante basado en una ayuda económica que permita a las familias a adquirir los recursos más básicos, mediante un modelo de cupones digitales, tarjetas de débito La Caixa y del supermercado Carrefour, pero no solo. A esta prestación, en base a un acuerdo con la startup de lucha contra el desperdicio alimentario Encantado de Comerte, se suma el acompañamiento individualizado de un equipo de trabajadores sociales que busca la reinserción social de estas familias, para que puedan salir del sistema de ayudas y autoabastecerse. A ambas actuaciones se añade una red de recursos propios en colaboración con otras entidades sociales, consistente en talleres, formaciones y encuentros sobre temas como la eficiencia energética, la economía para la autonomía o la Educación emocional.
