La patronal, en cambio, no suscribe esta restricción y sostiene que los distintos modelos de prácticas no laborales, incluidas las no obligatorias o extracurriculares, «representan la vía de entrada de los jóvenes al mercado laboral en estos momentos». Pérez Rey rechaza esta postura y se muestra tajante: «La prioridad del Ministerio, de acuerdo con la reforma laboral pactada con los agentes sociales, es poner fin a esta práctica tan dañina del ‘falso becario’«, recuerda, y sostiene que toda práctica extracurricular o no obligatoria «debería canalizarse a través de un contrato formativo».