fbpx

¿Por qué filosofar en el aula? ¡Idea! Pregúntaselo a tus estudiantes con el Programa de Filosofía para Niños

Filosofía para Niños es un programa y un movimiento educativo con multitud de materiales y profesionales. ¿Quieres convertir tus clases en una comunidad de investigación? Adolescentes y niños pueden llegar a ello. Aprovechando que se celebra durante el mes de abril el XXXI Encuentro Internacional de Filosofía para Niños conozcamos un poco más acerca del tema.
Ársel ÁlvarezJueves, 4 de abril de 2024
0

® JORM SANGORN

Por mucho tiempo, la frase “los niños son el futuro” ha servido para justificar desde acciones políticas a campañas de publicidad; sin embargo, hoy día el dicho va perdiendo su lugar en el pódium de los tópicos de educación frente a otro más sugerente: “los niños son el presente”. Pero ¿qué quiere decir?

Para algunos se trata de darles protagonismo en la búsqueda de propuestas y soluciones sobre determinados problemas de la actualidad. Para otros (en las antípodas de los anteriores), significa planificar espacios y tiempos en el ajetreo del mundo adulto para que jueguen y sean “ellos mismos”. Y mientras a las escuelas llegan metodologías que responden este u otro objetivo (o a todos al mismo tiempo), los niños son nicho de mercado para diversos productos cuyos fabricantes son quizá los primeros en comprender que, efectivamente, son el presente.

¿Qué podemos hacer los profes? Si os ha pasado como a mí, habréis sido invitados a probar diversas estrategias, formaciones reveladoras, quizá os habéis apasionado, y habréis tenido éxitos y fracasos en diferente proporción. Supongo que también les habéis preguntado a ellos… a los niños. ¿No? ¿Qué es lo que quieren las niñas y los niños?

Uno de los primeros en hacerlo fue Sócrates. Ese les preguntaba a todos… seguramente conocéis la historia. Como no sabía nada, andaba por las calles de la Atenas clásica buscando alguien que sí supiera; pero como nadie estaba a la altura de un verdadero saber, todos quedaban igualados en su ignorancia. Y, por cierto, también terminaban muy enfadados con él.

Los únicos que no se molestaban con Sócrates eran… ¿se adivina quién? Sí, los niños (los jóvenes en realidad). Pues ellos, que eran destinatarios de múltiples ofertas educativas por parte de los profesores de la época (los sofistas), se divertían viendo cómo este viejo, feo, y extraño personaje ponía en ridículo a sus aspirantes a maestros.

Luego, la historia cuenta que la filosofía se fue volviendo más y más académica, hasta que de pronto los filósofos comenzaron a hablar un lenguaje que no entendía nadie, tras lo cual les dieron una patada en el trasero y los fueron echando de todas partes (hasta de la academia, ya que hoy día cuenta con tan pocas horas curriculares). Bueno, esta es parte de la historia.

Realmente nunca han dejado de existir personas con esta actitud subversiva y sincera, esas que buscan la sabiduría en los demás (incluso en aquellos que no saben que la tienen). Por suerte, algunas de estas personas son filósofos, y algunos de ellos, incluso, han tratado de formular estrategias para que esto de filosofar juntos sea coser y cantar. Os voy a presentar al más famoso de todos ellos, Matthew Lipman.

Matthew Lipman y el programa de Filosofía para Niños

En un momento de los años 70 y en algún lugar de EEUU, este autor comenzó a escribir un cuento para explicar la lógica. Conforme el cuento iba tomando forma y crecía, comenzó a comprender que estaba escribiendo una novela, pero no una sobre filosofía, sino que la propia novela era filosófica. Exponencialmente este trabajo creció hasta conformar un programa para filosofar con niños de 4 a 18 años (bueno, no tan niños, algunos ya se afeitan con esa edad).

Las novelas se pueden leer con gusto como si se trataran un relato común, y de hecho esa es en parte la idea. Los mismos personajes encaran sus aventuras desde alguna perspectiva filosófica, de una forma tan natural que los lectores podrán identificarse con uno o con otro. Los temas no son directamente filosóficos, es decir, no es común que un personaje presente “de pe a pa” una corriente de pensamiento; sin embargo, las ideas se van formando, como ocurre en la vida real, y la trama las lleva a contradecirse, a generar conflicto… ¡en ocasiones incluso peleas! Vamos, que las novelas reflejan situaciones que podrían ser vividas por los lectores.

Y esa es una de las ideas fundamentales que un profesor puede aprovechar en clase. Las ideas de los niños en clase y los personajes de las novelas forman una especie de caleidoscopio. Lipman ha dispuesto un método y manuales para utilizarlas.

Los manuales ayudan mucho porque, cuando los profes aplicamos la Filosofía para Niños, no debemos anticipar un objetivo preciso. En ellos encontramos un montón de ejercicios, y a veces materiales en paralelo (como poemas, cuentos). Todos estos materiales están organizados entorno a varios temas que es posible que salgan al hilo de la lectura. Así, aunque no hayamos definido un objetivo para nuestra clase, la lectura puede dar pie a que surja algún tema para el que encontraremos recursos en los manuales. No tenemos más que recurrir a ellos y dejarnos guiar junto con los estudiantes.

El método de la Filosofía para Niños se basa en la agenda de preguntas. Es sencillo. Primero la lectura; segundo la agenda de preguntas en la que después de leer un fragmento, los niños hacen preguntas y todas se anotan (cualquiera sirve, no hay buenas, malas, ni preguntas absurdas); tercero, se abordan las preguntas, pero ellos responden o buscan cómo responder… Si tenemos la suerte de que alguna de ellas es más filosófica, la reconoceremos por su propia naturaleza, pues dará lugar a más perspectivas, más ideas que hacen falta para profundizar, más intervenciones, y ahí es donde los manuales nos pueden ayudar. A fuerza de repetir la dinámica, los niños se habitúan a reconocer este tipo de preguntas y profundizar en ellas, preguntas como ¿por qué tenemos que venir a la escuela?, ¿todos los que beben alcohol son alcohólicos?, ¿los adultos nos mienten?…

El trabajo de Lipman es muy amplio. Ha elaborado material teórico sobre los estilos de pensamiento, o sobre el papel de la educación. Y ha sido tan sugerente que ha contagiado a personas alrededor de todo el mundo, así que hay muchos más autores que han sumado sus propuestas a la suya, se celebran varios congresos anuales en diferentes partes del mundo, y te apuesto a que si googleas “centro de filosofía para niños” más el nombre de tu provincia, encontrarás uno cercano en el que podrás adquirir formación y materiales.

El programa de Filosofía para Niños

Te voy a presentar una sinopsis de las novelas. Ojo que, si bien están ordenadas por edad, los problemas filosóficos no entienden de eso, y las preguntas pueden hacerte volar tengas los años que tengas. La edad responde más bien a los protagonistas de los relatos, por lo que si buscas que tus estudiantes conecten con ellos puedes basarte en eso.

  • Elfie. Poniendo nuestros pensamientos en orden. (De 4 a 5 años)

Elfie tiene miedo a intervenir en el aula, se dice a sí misma que no sabe pensar. Acaba de entrar en primaria en una escuela nueva, se admira de sus compañeras, y se pregunta cómo pueden hacer lo que hacen. El lío comienza cuando el director de su escuela propone un concurso, lo cual le encanta, pero… ¡es un concurso de pensar!

  • Kio y Gus. Asombrándose ante el mundo. (De 6 a 8 años)

Kio y Gus están descubriendo el mundo y la naturaleza, ¿qué son los colores?, las formas, sus propios sentidos y a ellos mismos. Una es ciega, y sin embargo, sus percepciones descubren algo nuevo para todos. Y un misterio, la historia de la ballena que el abuelo conoció, llamada Leviatán, y su promesa de llevarlos a conocerla.

  • Pixie. En busca del sentido. (De 9 a 10 años)

Pixie es… ¿una niña? Tardaréis unas páginas hasta descubrirlo, ¿qué características os permitirán hacerlo? Todo es un misterio en su escuela, inventa una historia, deben descubrir un animal misterioso en la visita al zoológico, y en medio no para de hacer preguntas a todo el mundo… algunos piensan que son demasiadas.

  • El descubrimiento de Harry. Investigación filosófica. (De 11 a 12 años)

Harry se distrajo en clase de ciencias, y de pronto tuvo una revelación. “Todos los planetas giran alrededor del sol” había dicho el profesor, “pero” piensa él “no todo lo que gira alrededor del sol es un planeta”. ¡Si le das la vuelta a la oración deja de ser verdadera!  ¿Qué está pasando? Acaso ocurre esto con más cosas. Ojalá el pobre Harry pudiera seguir pensando en sus descubrimientos lógicos, pero se va a meter en más de un lío. Lo sorprendente es que sus descubrimientos lógicos ¡parecen servir en lo que le ocurre!

  • Lisa. La investigación ética. (De 12 a 15 años)

Lisa está inquieta, “¿puedo querer a los animales y al mismo tiempo comérmelos?”, “¿cómo puedo saber lo que es bueno?”, “¿qué son los derechos?” Discute con todos los compañeros, a veces con más voluntad de entenderse, otras la conversación está demasiado cargada de sentimientos.

  • Suki. ¿Por qué escribir? (De 15 a 16 años)

Su profesor les a cada estudiante escribir una poesía. ¿Cómo es posible escribir?, ¿no es necesario tener la experiencia de algo para escribir sobre ello? Suki tiene un problema terrible con esta tarea.

  • Mark. La investigación social. (De 17 a 18 años)

Conflictos, conflictos y más conflictos. En la escuela de Mark han comenzado una investigación después de unos destrozos en el instituto fruto de una pelea durante un partido. La prensa da información confusa al respecto, las habladurías no terminan de aclarar la situación. Diferentes puntos de vista contrapuestos aprovechan para hacerse presentes y nadie tiene claro qué hacer, si se está procediendo con justicia, o qué. Mark, precisamente, tampoco se libra del peso de la justicia, o al menos de tener algún encuentro con la policía… ¿será lo mismo?

Con estos materiales y si les das tiempo, quizá una de las inquietudes de tus estudiantes resulte ser su papel como niños en la sociedad. Pero no te preocupes si cuando suceda tienes la impresión de que deberían llegar a una solución, porque no se trata de eso la filosofía: filosofar busca renovar la reflexión, no finalizarla. Y si mantienes la constancia periódicamente, las virtudes de la filosofía (el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, y el pensamiento cuidadoso) irán reforzándose y será evidente en otras áreas. Varias investigaciones han demostrado la eficacia del método.

XXXI Encuentro Iberoamericano

Del 11 al 13 de abril se celebra en Roa de Duero (Burgos) el XXXI Encuentro Iberoamericano de Filosofía para Niños.

Puedes encontrar más información aquí.

0
Comentarios