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Dibujando, eligiendo y creando

Con el dibujo de grafismos los niños pueden crear motivos para diseñar en los distintos cursos de Primaria. Para ello es necesario que vayan adquiriendo destreza con un lápiz grafito antes de pasar a un lápiz óptico, un ratón o un simple puntero. Con esta práctica, comprenden que los grafismos son un recurso muy útil en el dibujo.
Isabel Jiménez ArenasViernes, 12 de abril de 2024
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® JRCASAS

En el escenario pedagógico actual, la manualidad y el trazo en el dibujo son fundamentales en equilibrio con el mundo informatizado.

Hoy en día, los niños pueden iniciarse desde muy pequeños en el dibujo digital. En cuanto a aplicaciones, hay muchas opciones gratuitas para Android en Play Store. Y, por ejemplo, en Amazon venden varios tipos de ewriter, también llamadas tablet LCD, donde dibujar figuras que se iluminan sobre un fondo negro.

De hecho, podemos afirmar que casi todos los niños que llegan a Primaria han utilizado alguna vez una herramienta digital. Probablemente habrán comenzado simplemente dibujando con su dedo en un smartphone. La tecnología les habrá abierto una puerta a muchos escenarios creativos. Y es que las aplicaciones hacen fácil el trazo y la coloración.

Bien utilizadas, las aplicaciones y programas para dibujar son herramientas que divierten a los niños. Posteriormente, cuando hayan adquirido destreza, también podrán utilizar un lápiz óptico en una tableta gráfica. La variedad de opciones para dibujar digitalmente es bastante amplia y está en continuo desarrollo.

Sin embargo, como docentes, es fundamental no olvidar que estamos trabajando una asignatura que desarrolla la capacidad de comunicación. Por consiguiente, debemos considerar que el uso excesivo de pantallas puede llegar a impedir este desarrollo. El psicólogo Rafael Guerrero explica cómo «la expansión y normalización de los dispositivos tecnológicos tanto en niños y adolescentes como en adultos ha hecho que disminuya de manera significativa el contacto visual entre nosotros». Y afirma que «dejamos de interpretar las emociones correctamente al no mirar a los ojos y no podemos adaptar nuestra conducta en función de las emociones de los demás si no las conocemos». En consecuencia, limitar el tiempo que nuestros alumnos trabajan con una pantalla delante es más que aconsejable.

Limitar el tiempo que nuestros alumnos trabajan con una pantalla delante es más que aconsejable

También hay que tener en cuenta que el niño o la niña que aprende en el entorno escolar desarrolla su inventiva a través del dibujo y, sobre todo, su sensibilidad hacia la expresión plástica.

En este sentido, el desarrollo del motor fino le permite dibujar formas y transformarlas porque ya en la etapa infantil ha venido trabajando la conexión entre sus manos, dedos y ojos.

Por lo tanto, tiene sentido seguir incrementando los proyectos manuales ya que, en un momento dado, pueden ejecutarse también con las herramientas digitales.

Con este objetivo, hay variedad de posibilidades. Una forma atractiva es el dibujo de grafismos con los que luego puedan crear motivos para diseñar. Se trata de una práctica divertida que pueden realizar niños en los distintos cursos de Primaria, dibujando sobre el papel y luego, si se quiere, utilizando una tablet o un ordenador. Para ello es necesario que vayan adquiriendo destreza con un lápiz grafito antes de pasar a un lápiz óptico, un ratón o un simple puntero.

Con esta práctica los niños comprenden que los grafismos son un recurso muy útil en el dibujo. No estamos hablando solo de las particularidades en la letra de cada uno, sino de un conjunto de formas que repetidas forman un diseño que es posible aplicar a múltiples objetos.

En un principio introduciremos el concepto mostrando ejemplos de distintos garabatos para que, después, del modo más libre posible, dibujen los suyos propios. Seguidamente les plantearemos el ejercicio.

El primer paso es hacerles dibujar libremente en una hoja de su bloc, utilizando un lápiz grafito, los trazos que quieran. Se trataría de garabatear libremente. Es mejor que no utilicen el color para concentrarse en la forma.

El segundo será hacerles dibujar en otra página un rectángulo de 20 x 25 cm, o de 15 x 20 cm, para crear cuadrículas de 5 x 5 cm. En ellas dibujarán repetidamente cada uno de los motivos que más les hayan gustado.

Algo flexible, desde el punto de vista metodológico, es explicar las partes de la actividad a medida que va terminando cada una de ellas. La razón es que esto puede influir en cómo nuestros alumnos se expresan con el lápiz. Ir paso a paso puede favorecer la libertad creativa. O sea, que es mejor no adelantarles que tendrán que elegir solo los grafismos que más les gusten. Y, una vez terminado el dibujo libre, pasar a indicarles que dibujen la cuadrícula y la rellenen con sus dibujos preferidos. Con este fin, dividiremos nuestro tiempo lectivo dedicando una pequeña parte a la introducción en la pizarra digital. También podríamos utilizar otro tipo de pizarra que haya en el aula, la verde o blanca. Posteriormente, recurriremos de nuevo a ellas para proponer cada nueva parte del ejercicio.

Los resultados serán variables. Algunos niños crearán fácilmente grafismos que repetir a partir de los garabatos y otros emplearán más tiempo. A su vez, dependiendo de su imaginación y capacidad de abstracción, harán dibujos más o menos figurativos.

Y nosotros, ¿cómo intervenimos en su aprendizaje? Más que dedicarnos a corregirles, nuestra función será de acompañamiento, pues su creatividad no debe verse limitada. Es más, elogiaremos en lo posible sus creaciones, lo cual no impide hacerles sugerencias para mejorar. Tales como que no se repriman ante cualquier trazo, por insignificante que les parezca, o que no teman equivocarse y no tengan límites en sus dibujos. Lo haremos de manera que su autoestima no se vea afectada.

Por ejemplo, viendo el trabajo en la foto, ¿qué se os ocurre decirle a la niña? En la primera parte del ejercicio, yo le diría que ha dibujado formas interesantes parecidas a las hojas de las plantas y la animaría a hacer más garabatos, o sea a ‘rellenar más la hoja’.

En la segunda parte, si nos fijamos, ha repetido el mismo dibujo en varias casillas. Además, en otras ha dibujado un solo elemento como la luna. Aquí se le puede pedir que dibuje varias lunas iguales, y más pequeñas, en el mismo recuadro, formando una especie de red. También le haría comprender que es como si los dibujos pudieran seguir repitiéndose más allá de la línea que delimita cada casilla, pero no los podemos ver. Dibujando solo la mitad o una parte del grafismo que repetimos, hacemos entender la continuidad del mismo en el plano. Podéis ver algunos ejemplos en la sección ‘Aprendizaje’ de mi web.

Y llegamos a la última parte de la actividad. Una vez nuestros alumnos hayan terminado las dos partes del ejercicio, será muy gratificante poner en común el trabajo. Para este menester, podemos recurrir de nuevo a la pantalla proyectando las fotos de los dibujos en las cuadrículas. Este es un momento muy importante para que cada alumno explique el motivo por el que ha elegido tal o cual dibujo para su grafismo, y qué le sugiere. También es conveniente animar a los niños a hablar sobre los dibujos de los demás. Esto les ayudará a desarrollar su capacidad de análisis de una obra artística.

Te invito a dejar comentarios sobre los resultados si decides hacer esta actividad en tu aula. También a que compartas actividades parecidas que hayas realizado.

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Comentarios

  1. Eduardo
    19 de abril de 2024 21:14

    Me interesa todo lo que tenga que ver con arte y dibujo. Muchas gracias por enseñar de manera que todos podemos desarrollar a partir de una idea una bonita actividad con nuestros hijos. El artículo me parece muy cercano. Muchas gracias

    1. Isabel
      24 de abril de 2024 14:05

      Gracias por leerlo Eduardo y por tu comentario. Me alegro de que le encuentres utilidad. Lo cierto es que, cuando escribo estos artículos, también pienso en los padres no solo los maestros.