Por desgracia, la dislexia se entiende a menudo, de manera simple y equivocada, como la consecuencia estricta de una serie de genes que una persona en concreto ha heredado. Estos genes, de forma determinista, darían lugar al expresarse a un cerebro deficitario que presentaría dificultades irreparables para leer y escribir. Las evidencias de las que disponemos no parecen apoyar una visión tan simple de la dislexia.
Opinión
Sin ninguna duda, la educación del siglo XXI enfrenta una serie de desafíos que requieren una transformación profunda en su enfoque y sistema. En este contexto, se necesitan personas que, además de poseer conocimientos y formación específica, también cuenten con habilidades blandas como la comunicación efectiva, la empatía, el respeto o el trabajo en equipo. Estas competencias juegan un papel crucial en el éxito personal, educativo y profesional.
En la actualidad, pugnan dos tipos de feminismo. Uno preocupado directamente por la suerte de las mujeres. Y otro que se interesa más por la ideología que por el propio destino de la mujer en la sociedad. El primero es el histórico, el inquebrantable e inasequible al desaliento, que se remonta incluso al movimiento sufragista, mientras que el segundo ni siquiera atina con el concepto de fémina. Ambos están en lucha por ver quién triunfa, pero me temo que las que realmente están perdiendo la batalla son las mujeres.
Como cada año desde hace medio siglo, el 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Infancia, una celebración proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1954. Cabe destacar que el objetivo de la misma no es otro que promover el bienestar infantil y concienciar a la sociedad sobre los derechos de la infancia.
Acompañando a los niños y niñas tras la DANA: Pautas para las familias