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Formación Profesional en Madrid y Cataluña: ¿de nuevo las plazas se quedan cortas?

Con dos modelos opuestos, la Comunidad de Madrid volverá a confiar en el "buen trabajo" de los centros privados mientras que Cataluña, que ha dado preferencia a los alumnos de 4º de ESO, se resistirá a concertar nuevos grupos, pero ninguna de las dos parecen capaces de absorber la creciente demanda en estos estudios.
RedacciónJueves, 18 de agosto de 2022
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Uno de los ciclos en el que más personas se queda sin plaza es Cuidados Auxiliares de Enfermería. © EDUCAMADRID

El curso pasado fueron noticia las colas de estudiantes queriendo estudiar Formación Profesional por el auge de estos estudios. Sobre todo en las comunidades autónomas de Madrid y Cataluña, miles de ellos se quedaron sin plaza.

El asunto llegó incluso al Defensor del Pueblo, que analizó si las campañas promovidas para fomentar estas enseñanzas entre los jóvenes, con la FP como una estrategia de país, habían ido acompañadas, o no, de un incremento del número de plazas, y si las administraciones educativas habían hecho sus deberes a la hora de planificar su oferta.

¿Qué ha cambiado desde entonces? 

El pasado mes de junio, la Federación de Enseñanza de CCOO en Madrid alertaba de cómo la escasez de plazas de FP lleva el camino de convertirse en un problema crónico. Así, si el curso pasado casi 30.000 jóvenes madrileños se quedaron sin plaza pública, según el sindicato, las 10.000 nuevas plazas públicas que se ofertarán a partir de ahora se siguen quedando cortas.

El sindicato puso entonces el acento, además, en el ascenso de la privada en estas enseñanzas, con el 32% de la oferta en FP Básica y 34% en Grado Medio (en Grado Superior la pública sigue copando el 90% de la oferta), algo que para que la responsable de FE-CCOO de Madrid, Isabel Galvín, es denunciable: “Muy pocas familias pueden permitirse los 5.000 euros al año que cuesta la Formación Profesional privada. Desmantelar el sistema público de FP dejará a miles de jóvenes sin oportunidades laborales y sin plan de futuro. Incluso las familias que puedan permitirse a duras penas la privada se verán forzadas a endeudarse durante años, como ya sucede en países con un sistema educativo privatizado, como Estados Unidos o Gran Bretaña, donde la deuda educativa es un problema crónico de las nuevas generaciones”, en palabras de la responsable de FE-CCOO de Madrid, Isabel Galvín.

La ministra de Educación, Pilar Alegría, incidía entonces en esta misma línea, asegurando que miles de jóvenes se volverían a quedar sin plaza en FP un año más.

El pasado fin de semana,  el secretario general del PSOE-M y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, cifraba en 33.257 los jóvenes que se quedarán sin plaza pública de Formación Profesional en la Comunidad de Madrid, en base a los cálculos de CCOO, lo que supone un 55% de los jóvenes que querían estudiar FP. El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, le respondió asegurando que en dos años se han creado 25.000 plazas y que la oferta pública, «junto con el sector privado, que hace un muy buen trabajo», permitirá absorber toda la demanda. Unas cifras que repetía la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que presumía además de los 600 profesores nuevos que habrá en Formación Profesional el curso 2022-23 y calificaba los datos de CCOO de «retorcidos».

Nunca llueve a gusto de todos en una comunidad que ha recibido 53 millones de euros del Plan de Modernización de la Formación Profesional y a la que, mientras, algunos acusan de no permitir que ciclos de nueva creación se impartan en la privada.

El plan catalán

En Cataluña, el plan del conseller Josep Gonzàlez-Cambray ha permitido que el 96,2% de los alumnos de 4º de ESO consigan plaza en alguna de las opciones solicitadas (un 88,6% en la primera).

Esto se ha logrando dando prioridad a los alumnos de Secundaria, con la creación de nuevas plazas, con el fomento de la FP online, y, en última instancia, aumentando las ratios.

El cambio en el proceso de preinscripción ha penalizado, como era de esperar, al resto de aspirantes, los no procedentes de 4º de ESO, pues solo el 50% ha logrado la plaza a la que aspiraba. En total, 20.000 alumnos están pendientes de si finalmente tendrán plaza o no el curso que viene, para el que hay 27.000 vacantes, lo que evidencia los desajustes entre la oferta y la demanda. Desde UGT Formació Professional, Jesús Martín ha criticado la falta de previsión de la Generalitat, que hará que haya jóvenes que se queden sin plaza por segundo año consecutivo. Por otra parte, Escola Cristina de Cataluña ha acusado a Cambray de dejar a gente sin plaza con tal de no concertar más grupos en ciclos de alta demanda.

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