Tres meses después, la OCDE sigue sin aportar una explicación de qué sucedió en España en el ciclo 2018 y siguen sin publicarse los resultados de nuestro país en el dominio principal. El caso español, lejos de ser una anécdota, siembra importantes dudas sobre la consistencia de esta evaluación internacional tras los cambios metodológicos introducidos en 2015 y 2018.