El maestro de las Burujas

Un divertido cuento fantástico, traspasado de suave humor irónico en cada una de sus páginas, e ilustrado maravillosamente por el propio autor. Ya el título completo del libro, El maestro de las Burujas: alquimia y arte culinario en una mágica novela de Zamonia.

Novela gastronómica de Zamonia de Gofid Letterkerl, recontada por Hildegunst von Mythenmetz, traducida del zamonio e ilustrada por Walter Moers, da perfecta cuenta de por dónde van los tiros estilísticos del libro. La trama transcurre en Sledwaya, ciudad del reino de Zamonia, y describe la singular relación entre el poderoso alquimista Eisspin, Maestre de Burujas y gobernante en la práctica de la ciudad, y el gratito –un gatito parlanchín– Eco.

Como el hambre arrecia, Eco llega a un trato con Eisspin para saciar su hambre. Durante un año le servirá todo tipo de sabrosos manjares, pero transcurrido ese tiempo, Eisspin será libre para usar su cebado cuerpo para sus experimentos, que incluye la extracción de su manteca. Y es que en efecto, Eisspin considera que alquimia y cocina son ciencias semejantes: “mezclar cosas conocidas y utilizarlas para crear algo radicalmente nuevo: he aquí la esencia del arte culinario y también de la alquimia”.

Moers crea un mundo muy interesante donde reina la miseria y la enfermedad por culpa de gente como Eisspin, y presenta criaturas de lo más pintorescas, todo un derroche de imaginación. Valgan como botón de muestra los muscílagos, murciélagos con cabeza de ratón, o las velas dolientes. El autor inserta en la trama una gran variedad de cuestiones que hacen pensar, un poco al estilo de Michael Ende en La historia interminable. Por ejemplo, Eco al principio está feliz de comer todo lo que quiere, pero pronto se da cuenta de que no puede venderse tan barato. También se observa en Eisspin la crueldad y la ambición desmedidas, guiadas por ese principio tan deleznable de que “el fin justifica los medios”, y la insensibilidad con que hacen comentarios que hieren a las personas. La primera conversación con los muscílagos incluye una interesante apelación a su conciencia, a lo que ellos responden con un dar la vuelta a los criterios que deberían guiarles, “arriba es abajo y abajo es arriba”, “¡Lo incorrecto es correcto y lo feo es bello!”.

Runaway the dream of the turtle

El estudio español Pendulo, creadores de míticas aventuras gráficas como Igor: Objetivo Uikokahonia y Hollywood Monsters, triunfó más adelante con su saga Runaway, que definió totalmente su estilo y goza de una vida saludable, con su tercera entrega recién estrenada en PC y nuevas versiones para la portátil de Nintendo.

Precisamente el juego que nos ocupa es una adaptación para Nintendo Wii de la segunda parte, The Dream of the Turtle, la cual nos meterá de lleno en lo que, al parecer, iban a ser unas vacaciones en el paraíso para Brian y Gina, sus protagonistas. Pero desafortunadamente sufren un accidente de avión que les separará en medio de la jungla. A medida que nos vayamos abriendo camino, iremos conociendo a multitud de esperpénticos personajes y daremos más de una vuelta al mundo.

La versión de Wii es una excelente oportunidad para descubrir las bondades de este género que siempre ha tenido una cultura muy arraigada en el PC desde finales de los años 80. Ahora en Wii, el control permanece casi inalterado, haciendo el Wiimando las funciones del ratón para señalar los puntos clave en la pantalla, dirigir al personaje y utilizar los objetos del inventario; todo con la comodidad de la que hacen gala las consolas.

La edad de oro

Lo que antes resultó ser un género de referencia, las aventuras gráficas, parece ahora haber sido relegado a un segundo plano tras el boom que han supuesto los videojuegos, ya que el público masivo se decantó por los títulos de acción más rápidos y menos exigentes a la hora de pararse a pensar un momento. Pero no por ello la aventura va a dejar de existir, y Runaway es uno de los mejores ejemplos de que aún hoy día este género tiene algo que decir y donde la paciencia es recompensada a través de sus innumerables puzzles de lógica e inteligencia.

De esta manera, Runaway logra esa máxima deseada por todos de “aprender mientras te diviertes”. Todo ello con grandes dosis de humor y un estilo visual muy amigable que empatiza perfectamente con el de los dibujos animados de toda la vida, donde se combinan los escenarios en dos dimensiones con personajes creados mediante tecnología ‘cel-shading’, una técnica que hace que un dibujo parezca plano cuando en realidad está realizado en tres dimensiones.

De igual modo que las anteriores generaciones crecieron con este tipo de juegos, ahora los más jóvenes –el título está recomendado para mayores de 12 años– serán capaces de descubrir cómo interactúan ciertos objetos combinados entre sí y qué resultados se obtienen de ir probando las diferentes opciones. Sin duda, un juego que demuestra que lo clásico sigue teniendo lugar en esta industria sin necesidad de llevar siempre un arma a la espalda.

Ficha técnica

Plataformas: Wii
PEGI: +12
Género: Aventura Gráfica
Desarrollador: Péndulo Studios
Distribuidor: Digital Bros.

Precio: 39,95€
Extras: Ninguno
Multijugador: No
www.runaway-thegame.com

Con medidas de conciliación, las españolas tendrían más hijos

Las mujeres españolas siguen sin poder compatibilizar plenamente sus deseos de ser madres con su carrera profesional. El 86,83% de las mujeres encuestadas aseguran que tendrían más hijos si se llevaran a cabo medidas que realmente facilitaran la conciliación laboral y familiar.

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Tan sólo el 21,91% asegura que no tienen más hijos porque no quieren. Además, el 40,04% afirma que la crisis es uno de los motivos por los que no tienen más hijos. Aunque disponen de derechos como la reducción de jornada o la excedencia, la mayoría de las mujeres ni los solicita porque no pueden permitirse reducir su sueldo mensualmente. El 49,65 de las encuestadas trabajan ocho horas diarias, y el 70,57% no se ha acogido a ninguno de estos derechos, según la encuesta on line realizada por www.mibebeyyo a 16.000 madres.

La transición del pecho al biberón

Cuando decides tener un bebé casi siempre tienes la voluntad de dar el pecho, pero no siempre es posible. Los biberones MAM motivan en el bebé el movimiento natural para su alimentación y reducen el grado de confusión cuando se combina dar el pecho con el biberón, facilitando el proceso de destete.

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MAM ofrece los productos más adecuados para cada edad del bebé acompañándoles en su aprendizaje, desde la succión del amamantamiento o del biberón hasta llegar a beber de un vaso. Uno de los desarrollos más innovadores de los diseños MAM es el biberón anti-cólicos. El secreto está en su base ventilada que permite que el alimento del bebé quede totalmente libre de burbujas de aire.

Las alubias mágicas

La compañía “La bicicleta” de la Sanpol, bajo la dirección de Ana María Boudeguer, representa la versión teatral del cuento Las alubias mágicas. El mundo mágico de las hadas, ogros y milagros de estos cuentos tradicionales tiene su contrapartida en la vida real. Y si la mitad del gozo de los niños al seguir la peripecias de estos ya mitológicos personajes consiste en emocionarse con la vitalidad de la aventuras, la otra mitad surge del reconocimiento, en los exagerados personajes y situaciones con las que se encuentra en su mundo real.

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La importacia de los tres primeros años de vida

El palabras de Emilce Dio Bleichmar, “El apego es un sistema motivacional del niño recíproco a los cuidados del adulto, que será el encargado de la heteroconservación de la cría humana, debido a la prematuridad para la autoconservación con la que nacemos”.

En la Segunda Guerra Mundial, diferentes profesionales de la medicina pudieron trabajar con niños huérfanos en internados. Estos infantes estuvieron perfectamente atendidos desde el punto de vista nutricional, higiénico y educativo por médicos y enfermeras que rotaban constantemente. Cumplían rigurosamente las normas de las diferentes instituciones que los acogieron, se adaptaban sin problemas a unos hábitos que regulaban la convivencia en los centros y promovían la autonomía progresiva de los niños, para que éstos pudieran ser independientes cuando alcanzaran la edad adulta.

A pesar de estas condiciones favorables, muchos niños murieron o sufrieron graves trastornos mentales que la ciencia no sabía bien a qué variable atribuir. Padecieron la depresión anaclítica (Spitz). No hace falta ir tan atrás en el tiempo para observar casos así. En muchos internados de Rusia y China vemos niños con esa desconexión interpersonal cada vez que alguien con una cámara de video cuelga unas imágenes de la vida en estos centros por internet.

Estos casos constituyeron una situación extrema y promovieron una profunda reflexión entre educadores, asistentes sociales, psicólogos, psicoanalistas y personal médico.

Lo más interesante y paradójico de estos niños es que ninguno de ellos pidió ayuda. No fueron bebés querellantes, no gritaban ni se enfadaban con los distintos educadores y enfermeros que cuidaban de ellos, no sonaron las alarmas, no constituyeron un motivo de preocupación porque aparentemente su crecimiento procedía más o menos bien. Habían desarrollado lo que hoy se conoce como un apego evitativo.

Los niños con esta modalidad de vínculo son aquellos que interiorizan progresivamente una falta de atención por parte de los tutores adultos a sus necesidades afectivas más nucleares, y por lo tanto no muestran un comportamiento de querella con sus referentes afectivos porque no tienen las suficientes expectativas de que su queja pueda tener sentido práctico. Lo más interesante de este patrón es que la ruptura de las expectativas de cuidado y atención por parte de los padres tiene lugar en interacciones pequeñas, que no llaman la atención del adulto y que no se procesan de forma consciente por parte del niño. Se van almacenando modularmente en un tipo de memoria que se denomina procedimental (aquélla que se adquiere a base de hábitos regulares y que posteriormente no exige un procesamiento por parte de la conciencia: la utilizamos para caminar, hablar, conducir, tocar un instrumento, etc).

Este proceso tiene diferentes consecuencias en el niño: la vinculación no atendida queda registrada en un órgano cerebral denominado amígdala, que es un archivador de nuestro repertorio emocional. Sin embargo, al no tener conciencia de lo que ocurre, no habrá una memoria episódica de dichas rupturas. Por lo tanto, estas vivencias no se almacenarán en el hipocampo, la región cerebral encargada de memorizar sucesos relevantes para la subjetividad del niño. En resumidas cuentas: la falta de conexión intersubjetiva con el adulto hace que el niño no sea capaz de registrar sus propias necesidades emocionales, desatendiéndolas y mostrando un aparente estado de serenidad. Es lo que ocurre en el famoso cuento de El traje del Emperador, en el que éste no se percata de su desnudez y no es capaz por tanto de atender una necesidad nuclear como es el cuidado y la protección de su vulnerabilidad.

¿Y si trasladamos este modelo a familias con una forma de vida más normalizada? ¿Cómo podemos percatarnos de que este patrón está teniendo lugar en la motivación del niño? Son aquellos niños que pasan la mayor parte del tiempo desconectados de sus propias emociones y de la interacción emocional con los demás. Tienden a jugar solos, con poco sentido de la complicidad o de la empatía, y en general aparentan tener un estado de serenidad y falta de conflicto. Al estar desapegados, pueden dirigirse a cualquier adulto extraño y jugar con él sin mostrar ningún miedo. Sin embargo, como sus niveles de cortisol (hormona del estrés) en sangre indican, las situaciones cargadas de ansiedad les afectan igual que a los otros niños, pero ellos no tienen tendencia a expresarlo. Los adultos tenemos que tener mucho ojo con esta modalidad de apego, porque los padres tienden a pensar que a su hijo no le pasa nada.

Es más, cuando le ven dirigiéndose a extraños con aparente soltura piensan que su hijo es desenvuelto socialmente, sin trabas, sin condicionamientos ni prejuicios. Éstos son los niños que pasan desapercibidos en el colegio porque sacan buenas notas, tienen amigos, son responsables…y luego en la adolescencia tienen trastornos de alimentación, depresión o alexitimia. Es decir, en una época de descontrol como la adolescencia, tienden a compensar su angustia controlando el peso o las emociones de forma excesiva y patológica. ¿Cómo podemos percatarnos de que esto está ocurriendo? Porque son niños adultos. No se comportan como niños, y tienen una inversión de roles con el adulto, que da cuenta de su falta de espontaneidad en el contacto con el otro, de su escasez de genuinidad en el contacto interpersonal o intersubjetivo.

Otra modalidad de apego inseguro es el denominado ambivalente o resistente. En este caso comprende aquellos niños inquietos, nerviosos, siempre preparados para llamar la atención. Son los que no se calman con el consuelo de los padres. No olvidemos que los niños son esponjas que absorben el clima de ansiedad en el entorno familiar. Esta dificultad para tranquilizarse comienza en el proceso de amamantamiento. Dar el pecho no es sólo un gesto con finalidad nutritiva. En el momento de amamantar hay una madre que mira a los ojos del bebé, que hace arrumacos, busca la complicidad, proporciona calor corporal, sostiene físicamente, y todo esto concluye en un sentimiento general de seguridad que promoverá la futura autoestima del niño.

¿Y si en el amamantamiento el bebé se encuentra con una madre con dificultad para regular su propia ansiedad? ¿Qué ocurrirá si se encuentra con una madre de mirada esquiva, que se inquieta si el bebé come o no come, que no transmite seguridad, que tiene dificultad para regular los horarios de las tomas o tiende a compensar la intranquilidad del bebé amamantando a destiempo? Por supuesto, en este proceso educativo hay que incluir a la figura del padre en pie de igualdad, y no desestimar su papel como referente a la hora de transmitir calma y de entonar emocionalmente con el niño. Lo que tenemos que tener en cuenta es que el proceso de organización emocional del infante va de la heterorregulación (cómo se regulan emocionalmente los padres) a la autorregulación. Los padres se la juegan en esta etapa, porque de ellos depende ni más ni menos que la futura capacidad de sus hijos para regular sus propios estados anímicos. Estos niños, a través de la queja, la querella, la llamada de atención, la hiperactividad…nos están haciendo un inmenso regalo: nos envían el mensaje de que necesitan nuestra ayuda. Si no sabemos proporcionársela adecuadamente, pueden evolucionar hacia el nivel evitativo e instalarse en el desapego y la desconexión del
contacto con el otro.

Por último, tenemos a los niños con un patrón de apego seguro. Retomando el cuento de El traje del emperador, el niño protagonista que es capaz de percatarse de que el emperador va desnudo sería un buen ejemplo de lo que es la seguridad en el infante: la capacidad de mantener la espontaneidad a pesar del condicionamiento adulto. Son aquellos niños que crecen en un ambiente de incondicionalidad que les permite mirar con sus propios ojos, expresar sus propios sentimientos, idealizar la figura de los padres para mantener vivas sus ilusiones, mostrar su rabia abiertamente cuando se sienten excluidos, regular sus estados de ansiedad y miedo con un adulto que les procura tranquilidad y es capaz de ejercer de traductor de sus procesos emocionales.

Los niños aprenden a hablar en el encuentro con el adulto, que es capaz de simbolizar lo que al bebé le pasa. Las diferentes sensaciones que atraviesa el infante son puestas en palabras y el lenguaje se convierte en la puerta de acceso al mundo de los mayores. Los niños que se encuentran con buenos traductores, que saben ponerse en su lugar y acertar con precisión cuáles son sus verdaderas necesidades, son aquéllos que pueden acceder a este patrón de apego seguro.

Bugaboo y Natalia Vodianova se unen para luchar contra el SIDA

La supermodelo y (Bugaboo)RED aúnan fuerzas para incrementar la aportación de recursos al Fondo Mundial en la erradicación del SIDA en África. De esta forma, Bugaboo continúa con su firme compromiso de reducir el número de transmisiones de esta enfermedad de madres a sus hijos nonatos.

Una vez más, Bugaboo, empresa líder de movilidad, ha reunido el esfuerzo desinteresado de una mujer ejemplar que ha sabido combinar una dura labor profesional con la maternidad, la supermodelo Natalia Vodianova. Fundadora y presidenta de Naked Heart Foundation (Fundación Corazón Desnudo), una organización solidaria que lucha por proveer a los niños de un entorno seguro y estimulante donde jugar en zonas urbanas de Rusia, Natalia afirma que la campaña (BUGABOO)RED es “una maravillosa e inteligente colaboración”.

Desde el 1 de octubre de 2009, Bugaboo realiza una aportación única del 1% de todos sus ingresos al Fondo Mundial para ayudar a financiar programas contra el SIDA en África. “El virus es un enemigo muy listo y el hecho de que niños nazcan con este enemigo me pone enferma”, señala Natalia. La campaña gira entorno a la imagen de la supermodelo de 28 años, madre de tres hijos, rodeada de bebés de diferentes etnias y nacionalidades –que simbolizan la gran familia mundial de Bugaboo–, y cubierta por una vaporosa tela de seda roja, representativa de la colaboración con (RED)TM –programa solidario para la captación de recursos del Fondo Mundial en el que se incluye (BUGABOO)RED-. “No me involucro en cada acción solidaria que se cruza en mi camino. (BUGABOO)RED vale particularmente la pena porque el SIDA es el mayor enemigo de la humanidad”, apunta la joven estrella.

El mensaje que lanza la compañía con (BUGABOO)RED expone una nueva manera de entender la responsabilidad global. “Algo realmente positivo está pasando en el mundo de la moda”, dice Natalia. Programas como el de (RED)TM son cada vez más visibles en el actual mundo de las pasarelas. “Si no tomas una posición socialmente responsable, estás fuera del club”.

Los orígenes humildes de su familia le hacen tener más que presente la necesidad de contribuir de forma solidaria con la sociedad. “Fui criada por una madre soltera, con una hermana pequeña que está discapacitada mentalmente”, dice. Para paliar estos apuros, Natalia trabajó desde los 11 años en la parada familiar del mercado de su ciudad natal –Nizhni Novgorod, la tercera ciudad más grande de Rusia-, y continuó trabajando para la familia después de mudarse a los 15, antes de ser descubierta a los 17 y de mudarse a París para ser modelo.

Su vida la llevó desde muy pequeña a ser responsable de si misma y de quienes le rodean. Sin embargo, la maternidad supuso un gran cambio positivo. “Te vuelves más consciente y responsable. Cuando te involucras en la infancia de tus propios hijos, es muy triste ver a otros niños sufriendo”, asegura Natalia.

Así, la estrecha colaboración de la supermodelo con Bugaboo tratará de incrementar los 19.3 billones de dólares que ya destina el Fondo Mundial a la financiación de programas contra el SIDA.

Educar las emociones a través de los cuentos

Durante su intervención en las V Jornadas de Educación Infantil, la psicóloga y terapeuta Begoña Ibarrola definió la importancia de que los niños adquieran habilidades emocionales y el papel del cuento para trabajar las emociones en el aula.

“Educar para la vida es hacer ver a los niños que no todos los días son felices y esto no se consigue edulcorando los cuentos”, según declaró la psicóloga y terapeuta infantil Begoña Ibarrola durante la celebración en Madrid de la V Jornadas de Educación Infantil, organizadas por Ediciones SM bajo el lema “Educar las emociones a través de los cuentos”.

Durante el acto, al que asistieron más de 1.200 docentes de educación infantil, Ibarrola señaló que “desarrollar las habilidades emocionales de los alumnos hace que disminuya el fracaso escolar, previene el acoso y crea climas más saludables en los colegios”. “Para tener éxito en la vida es más importante que los niños adquieran determinadas habilidades o competencias emocionales a que sean inteligentes”, entendiendo por competencias el conjunto de conocimientos, capacidades, cualidades y comportamientos que contribuyen al éxito en un puesto de trabajo o en la ejecución de una determinada tarea, afirmó Ibarrola.

Vivir en otros

En este sentido, defendió el papel de los cuentos para trabajar las emociones en el aula ya que “gracias a los cuentos el niño tiene la posibilidad de multiplicar o expandir su experiencia a través de las vivencias de los personajes y tiene la oportunidad de explorar la conducta humana de un modo comprensible”. Tradicionalmente se han atribuido al cuento cinco funciones. La función mágica, por estimular la imaginación y la fantasía; la lúdica, por entretener y estimular; la estética, por servir para transmitir enseñanzas morales e identificar valores; la espiritual, al contribuir a comprender las verdades metafísicas y filosóficas y la función terapéutica. A las que Ibarrola, durante su intervención, incorporó una sexta, la del cuento “como factor clave para la educación emocional de los más pequeños”.

Así pues, los cuentos se convierten en magníficas herramientas para educar las emociones y comprender nuestro mundo interior, a la vez que permiten adentrarnos en la vida de otros, observando el mundo y las miles de vivencias que en ellos se plasman desde una distancia de seguridad. Cada cuento es un mundo donde se presentan situaciones que el niños puede imaginar y con el que se puede identificar fácilmente, por lo que su lectura tiene sentido por sí misma. Pero, además ofrecen la posibilidad de realizar actividades prácticas relacionadas con el cuento en la que se emplean los diferentes tipos de lenguaje –corporal, pictórico, verbal…-, lo que permite explorar el mundo de emociones y sentimientos de los niños a partir de diferentes ángulos, al mismo tiempo que ofrecen la posibilidad de desarrollar su creatividad y su capacidad de generar respuestas propias.

Garabatos (II)

Continuamos con la segunda parte de Garabatos y en este número trataremos el garabato controlado o longitudinal, el circular y con nombre.

Habitualmente, entre los 18 meses y los 3 años el niño inicia la primera etapa de autoexpresión, nombrada el Garabateo. Dentro de esta etapa, el garabateo irá evolucionando, y por ello se diferencian cuatro periodos: descontrolado (PADRES 03 abril), controlado o longitudinal, circular y con nombre.

Controlado o longitudinal

En cierto momento el niño descubre que hay vinculación entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel. Esto suele ocurrir unos seis meses después que ha comenzado a garabatear, es un paso muy importante, pues el niño descubre el control visual sobre los trazos que ejecuta, y representa una experiencia vital para él. En esta etapa los niños se dedican al garabateo con mayor entusiasmo, debido a que coordinan entre su desarrollo visual y motor, lo que estimula e induce a variar sus movimientos en forma horizontal.

En esta etapa los trazos del niño serán casi el doble de largos, y en algunas ocasiones tratará de emplear colores variados en sus dibujos. También les gusta llenar toda la página. Ensayan varios métodos para sostener los lápices, procurando agarrarlo de forma parecida a los adultos. Los trazos toman una dirección impredecible. En este periodo el niño tampoco tiene intención creativa, simplemente su placer deriva de las sensaciones kinestésicas y de su dominio sobre sus movimientos. De manera general en esta etapa se pueden destacar las principales características:

  • Dirige su mano, con la vista, sobre la superficie donde grafica (coordinación visual-motora).
  • Al placer táctil y kinestésico se le suma su interés visual por las conquistas gráficas que va obteniendo.
  • Aparecen trazos horizontales combinados con verticales.
  • Emplea diferentes colores en sus dibujos.
  • Experimenta con diferentes intensidades de prensión del trazo.
  • Se interesa por investigas con utensilios nuevos qu le permita dibujar o moldear.

Circular

Después de asegurar su dominio, el niño empieza a realizar movimientos más difíciles. Él mismo se pone a prueba desde el momento en que se siente seguro al coger un lápiz, y a la vez, irá trabajando su tolerancia a la frustración cada vez que intente mejorar la reproducción que haya realizado. Como consecuencia, aparecen las líneas circulares, las cuales precisan de movimiento en los que interviene todo el brazo. El rol de los adultos (padres, maestros, etc.) en esta etapa es muy importante, ya que la participación con el reconocimiento en la experiencia es lo más importante, no el dibujo en sí. De manera general en esta etapa se pueden destacar las principales características:

  • Aparecen reiteraciones de trazos: circulares, líneas cortadas, puntos, etc. con centros de intersección.
  • Controla los espacios gráficos aunque a veces por el entusiasmo excede los límites del soporte.
  • Se reconoce autor por los trazos
  • Puede superponer y alinear algunas piezas de construcción, sin combinarlas entre sí.
  • Se interesa por dejar marcas reiteradas en los materiales moldeables.

Con Nombre

Alrededor de los tres años, el niño observa aquello que ha reproducido, y a veces, empieza a adjudicar un significado a su representación. Es entonces cuando el niño comienza a dar nombre a sus garabatos, aunque en el dibujo no se pueda reconocer a nadie. Esto indica que el pensamiento del niño ha cambiado, del pensamiento kinestésico asociado al movimiento, al pensamiento imaginativo y simbólico, pues conecta los movimientos realizados para el dibujo con el mundo circundante, y aunque no siempre exista una intencionalidad representativa antes de empezar el dibujo, sí se le otorga un significado al mismo al haberlo finalizado.

Poco a poco el niño, dibuja con una idea previa sobre lo que va a dibujar. Sigue disfrutando del movimiento físico y si le dan un nuevo instrumento para dibujar, el niño pasará un tiempo considerable para ver como es en todos sus aspectos, tal y como lo haría un adulto. En esta etapa se pueden mencionar las siguientes características primordiales:

  • Ejecuta formas cerradas, generalmente circulares y trazos sueltos que asocia con objetos de la realidad, dándoles así un nombre.
  • Dedicará mucho más tiempo al dibujo.
  • Los garabatos son muy diferentes entre sí.
  • Hay intención representativa previa o posterior, aunque un adulto no pueda reconocer el objeto representado.
  • A veces anuncia que es lo que hará antes de comenzar, y muy a menudo cambia de nombre mientras trabaja o cuando ha terminado.
  • Usa el color con criterio subjetivo para reforzar el significado de las formas.
  • Al modelar aísla trozos de material. Moldea estos trozos con intencionalidad, les da nombre y puede hacerlos actuar como si fueran objetos reales.
  • Con material de construcción logra estructuras sencillas.
  • Ante utensilios nuevos para dibujar, experimentará con él hasta hallar su menor uso.
  • Acostumbran a acompañar sus creaciones con descripciones verbales. Necesitan que el adulto les escuche, no que dé significado a las creaciones del niño.