Vuelve CyberOlympics, las Olimpiadas de Ciberseguridad para centros educativos

Los alumnos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de toda España pueden participar en la competición que constará de una fase online y otra final de retos presenciales, que se disputará el 29 de noviembre en Valencia. Los equipos pueden inscribirse hasta el 14 de octubre a las 13.00h.

 

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), entidad dependiente del Ministerio de Economía y Empresa a través de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, ha abierto el plazo de inscripción para participar en la quinta edición de las Olimpiadas de Ciberseguridad para centros educativos (CyberOlympics), cuya final se celebrará en el marco de CyberCamp 2019, el gran evento de ciberseguridad que se celebrará del 27 al 30 de noviembre en Valencia.

Centros de Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de toda España podrán participar en esta competición por equipos donde se pondrá a prueba las habilidades técnicas del alumnado en distintos campos de la seguridad en Internet y en las nuevas tecnologías. Una de las finalidades de este tipo de competiciones es concienciar e inspirar a futuros expertos hacia una carrera profesional orientada a las TIC con el fin de contribuir a construir un ciberespacio más seguro, promover el talento en materia de ciberseguridad y ensalzar el potencial existente en las aulas. Para formar parte de esta competición sólo se requiere motivación, curiosidad, ganas, capacidad de aprendizaje y habilidad en el uso de Internet, además de algunos conocimientos adicionales en informática, programas y redes.

El campeonato se desarrollará en dos fases. En la fase online, que se disputará del 21 al 31 de octubre, los equipos deberán resolver una serie de retos de habilidad en modo war game, en un tiempo concreto y siguiendo unas instrucciones específicas. Los diez mejores centros de esta fase se clasificarán para la fase presencial, que se celebrará el 29 de noviembre en CyberCamp 2019, y podrán optar a diversos premios. Asimismo, todos los participantes que lleguen a la fase final aspirarán a formar parte de la selección nacional en los European Cyber Security Challenge, el mayor campeonato técnico a nivel europeo en materia de ciberseguridad.

 

 

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El año pasado, un total de 232 centros educativos y 1.631 alumnos, de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años, de toda España, se inscribieron en estas Olimpiadas de Ciberseguridad. Los equipos pueden inscribirse hasta el 14 de octubre a las 13.00h a través de la web.

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‘Tengo un niño o una niña con cardiopatía en el aula’, una guía para docentes de La Fundación Menudos Corazones

 

Este útil recurso, disponible para su solicitud o descarga en la página web de la entidad, ha sido editado gracias a la colaboración de Sham (Grupo Relyens) y la Fundación Quaes, así como a pequeñas aportaciones económicas de un reto deportivo solidario.

 

 

La Fundación Menudos Corazones publica una nueva edición actualizada de su guía para el profesorado con el objetivo de informar sobre la atención y los cuidados especiales que el alumnado con cardiopatía puede necesitar. Al tratarse de la enfermedad congénita más frecuente en España, es muy probable que cualquier docente, a lo largo de su vida profesional, haga suyo el título de este recurso: Tengo un niño o una niña con cardiopatía en el aula.

Ante esta realidad, es habitual que surjan muchos interrogantes: ¿cómo debo reaccionar frente a posibles episodios derivados de su patología?; ¿cómo afectan las operaciones a su ritmo escolar?; ¿qué tratamiento siguen?; ¿es recomendable que realicen ejercicio físico?; ¿cómo ayudo a niños y niñas con cardiopatía que sufran acoso escolar en el aula? La guía responde a estas y otras preguntas, a la vez que propone ideas para favorecer que el alumno o la alumna con cardiopatía viva su escolaridad con normalidad y la máxima integración posible.

“Las niñas y los niños con problemas de corazón son más vulnerables frente al acoso escolar y la exclusión” reconoce Amaya Sáez, directora de Menudos Corazones. “Los profesionales de la enseñanza tienen un papel decisivo a la hora de evitar este tipo de conductas. Con esta guía, pueden ser más conscientes de sus necesidades y potenciar sus talentos, aprender a tratar con naturalidad su cardiopatía y las circunstancias que la rodean, sensibilizar a la clase y fomentar valores como la empatía y la convivencia”, valora.

La cuarta edición actualizada de este recurso, publicado por primera vez en 2002, está disponible para descargar o solicitar en la página web de la entidad (https://www.menudoscorazones.org/cardiopatias-congenitas/recursos/tengo-un-nino-con-una-cardiopatia-en-el-aula/). Los contenidos se agrupan en cuatro bloques: qué saber sobre las cardiopatías congénitas, cómo pueden afectar al niño o a la niña en el colegio, de qué manera apoyar al alumnado con esta patología crónica durante sus hospitalizaciones y, por último, cómo abordar las posibles situaciones de acoso.

Tengo un niño o una niña con cardiopatía en el aula ha contado con la colaboración económica de Sham (Grupo Relyens), que apoyó mayoritariamente el reto deportivo solidario liderado por Jesús Golderos a favor de Menudos Corazones, al que se sumaron otras aportaciones individuales; y de la Fundación Quaes, a través de sus becas destinadas a proyectos desarrollados por entidades de pacientes.

 

Escuela de Padres 3.0: Sobreprotección, educar a niños autónomos

Protegerles es instintivo; constituye un aspecto vital dado que el respeto, el cariño y la seguridad que les proporcionemos determinará su salud psicológica y emocional. La sobreprotección, sin embargo, se define como el exceso de cuidado y/o protección de los hijos por parte de los padres que va más allá de lo razonable; una sobre indulgencia que termina incapacitándolos para su vida futura. En consecuencia, lejos de favorecer su autonomía e independencia, motivamos una personalidad débil.

 

Por Marta Prado Bullido y Óscar González.

Muchos de nosotros arrastramos falsas creencias y tendemos a confundir sobreprotección con amor, lo que obstaculiza nuestra labor de educarles para la vida. No nos damos cuenta de que “sobreprotegiendo” al niño no le estamos ayudando en absoluto sino, más bien, todo lo contrario: la sobreprotección es la desprotección más absoluta. Asimismo, el miedo a que algo pueda sucederles y nuestra resistencia a aceptar los cambios que se van produciendo en sus distintas etapas de desarrollo, también nos lleva a actuar de esta manera.

Como padres, debemos permitirles tomar sus propias decisiones, equivocarse y gestionar su propia vida desde el conocimiento y la responsabilidad. Allanarles continuamente el camino justificando una -desmesurada- protección tiene efectos contraproducentes. Veamos algunos de ellos:

  • Favorece la dependencia.
  • Produce una baja tolerancia a la frustración.
  • No alienta a la madurez personal.
  • Crea problemas de autoestima.
  • Incita a la violencia física y/o verbal.
  • Dificulta las relaciones sociales.

Está claro que proteger a nuestros pequeños sin pasar el límite resulta complicado, por lo que debemos tomar conciencia y tratar de buscar el equilibrio. Una buena manera de comenzar es enseñarles a valerse por sí mismos desde edades tempranas y permitirles enfrentarse a diversas situaciones, aceptando el error como una valiosa oportunidad de aprendizaje. Tenemos que enseñarles a crecer, y crecer -queramos o no- implica desprenderse de nosotros.

Los padres hemos de ser conscientes de que educamos para ayudarlos a crecer y sobre todo para ayudarlos a partir. Deben aprender a ser lo suficiente autónomos para que llegue un momento en que no nos necesiten…

Anne Bacus en su libro 100 ideas para que tus hijos sean autónomos plantea algunas cuestiones que todos nos deberíamos hacer:

  • ¿Sigue siendo pequeño a tus ojos? ¿Sigue siendo “tu bebé” con diez años?
  • ¿Cómo te sientes cuando tu hijo gana autonomía? ¿Orgulloso por él y por ti mismo o más bien triste por el papel que pierdes?
  • ¿Sientes nostalgia cuando lo recuerdas más pequeño, y por tanto, más dependiente?

Nuestro objetivo debe ser educar en la responsabilidad. El niño al que le enseñamos a valerse por sí mismo crece con la seguridad de que puede seguir avanzando con la ayuda y supervisión de los adultos que le impulsamos a crecer y mejorar pero no a depender de nosotros.

Como destaca Maite Vallet: “A lo largo de la infancia, para crecer, el niño necesitará asumir constantes desprendimientos: el parto, el destete, el paso de alimento líquido a sólido, el ser alimentado a utilizar los cubiertos; de ser bañado y vestido a bañarse y vestirse…”

 

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Ayudarles a partir

Educamos para ayudarlos a partir. Ayudamos a nuestros hijos a que sean responsables y autosuficientes, en una palabra, lo bastante autónomos como para que no nos necesiten. Vivir la infancia junto a un progenitor inquieto y ansioso predispone al niño al mismo temperamento. La visión de un mundo peligroso frenará su impulso y, por tanto, su constante crecimiento. Para conseguirlo debemos permitir que el niño se enfrente a las dificultades:

  • Que aprenda a pensar por sí mismo. Para ello debemos preguntarle el porqué de las cosas, qué es lo que cree él…
  • Que realice actividades con otros niños.
  • Practicar algún deporte o tarea que requiera de esfuerzo, constancia y rutina.
  • Permitirles adquirir autonomía dejándoles hacer las cosas aunque se equivoquen. Los errores también son una oportunidad para aprender.

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Disciplina positiva para que las mañanas no sean un caos

Durante el curso escolar las mañanas pueden convertirse en un auténtico caos. Cuesta sacar a los niños y niñas de la cama -sí, aunque el fin de semana a las 7.00 h. estén en pie­–, cuesta desayunar a tiempo y cuesta que se vistan. Analizamos cómo se puede simplificar este proceso.

 

Por Diana Oliver

 

Sobre cómo afrontar las mañanas para que no se conviertan en un auténtico caos hay muchos textos escritos. Basta con teclear el asunto en la barra de Google para que aparezca un listado con más de un millón de entradas. La cuestión es que pocas veces se repara en cómo afecta este caos matutino a la relación que cada día estamos construyendo con nuestros hijos e hijas, qué herramientas –reales– tenemos a nuestro alcance para que el clima familiar sea el más agradable posible y qué tenemos que cambiar para que esas herramientas tengan –de verdad– alguna utilidad. Es en este sentido es en el que trabaja la Disciplina positiva: una metodología que facilita herramientas siempre que haya habido un cambio previo en la mirada a la infancia. “Como personas adultas tenemos que tomar perspectiva y tener en cuenta los factores propios del desarrollo evolutivo de las niñas y niños, pero también su necesidad de adultos de referencia que muestren su amor incondicional para generar un vínculo afectivo de calidad”, explica Arantxa Arroyo, maestra de Educación Infantil certificada como Educadora de Aula y Familias en Disciplina Positiva.

Emociones, capacidad de resolución de conflictos y autocuidado

Recuerda Arantxa Arroyo que la regulación emocional depende del nivel madurativo de las niñas y niños pero, a medida que van creciendo, también dependerá de las estrategias que les enseñemos. “La regulación emocional en la primera infancia es un proceso de corregulación: su estado dependerá del nuestro”. Esto se produce, según Arroyo, por las neuronas espejo que, como su propio nombre indica, copian los estados emocionales del otro. Es por ello que la experta incide en que debido a que nosotros, como adultos, ya tenemos esa madurez biológica somos quienes debemos poder gestionar un conflicto. “Si entramos en una “lucha de poder”, las relaciones transversales se desvanecen y llegan las jerárquicas en las que uno, por supervivencia, intentará sobreponerse de una forma u otra”, explica.

Lo anterior viene a decir algo sabido cuesta asimilar: para poder enseñar a nuestros hijos, antes debemos aprender nosotros. Es decir, que si nuestra regulación emocional es deficiente es probable que nos cueste poder ayudarles a regular sus propias emociones. No siempre es fácil. Influyen nuestras propias mochilas pero también otro buen número de factores: el estrés, las dificultades económicas, la ausencia de conciliación, las expectativas… Un cóctel que, sin que sirva de excusa, no se lo pone nada fácil ni a las familias más concienciadas e implicadas.

Lo sabe Arantxa Arroyo, quien afirma que seguramente nos lleguemos a plantear: “Vale, yo todo esto ya lo sé pero al final acabo gritando”. Para la educadora hay un elemento clave que en nuestra lista de prioridades vamos relegando al último lugar: el autocuidado. “Debemos tatuarnos que la persona más importante en nuestra vida somos nosotras mismas y que todo lo demás depende del tiempo que dediquemos a cuidar nuestra salud física y emocional. Dedicarnos tiempo mejorará nuestras relaciones familiares y sociales”, señala.

Herramientas para que las mañanas no se conviertan en una batalla

Si nos centramos en las mañanas, que suele ser el momento más conflictivo del día, es sabido que hay premisas que pueden hacerlas más fáciles. Entre ellas, mantener una buena rutina de sueño –lo que implica cenar antes y acostarnos pronto– o dejar todo preparado la noche anterior. En esto último ayuda mucho dejar la mesa del desayuno lista, pensar el desayuno, elegir la ropa del día siguiente y preparar las mochilas así como nuestros propios bártulos. Pero hay más. Hay algunas herramientas “extras” que pueden hacer mucho más fácil ese tránsito de casa hacia el colegio. Herramientas, todas, que pasan ineludiblemente por ese cambio necesario de mirada a la infancia.

 

  1. Medir el tiempo: La maestra de Educación Infantil y experta en Disciplina Positiva Arantxa Arroyo opina que lo primero que debemos hacer es asimilar que el concepto “tiempo” es algo que para niñas y niños pequeños es totalmente abstracto. “La comprensión del paso del tiempo es un proceso muy complejo que hace falta una madurez cerebral para ello”, explica. Para ayudarles a interpretarlo recomienda hacernos con diferentes relojes de arena para que de manera muy visual los niños y niñas ver la cantidad de tiempo que ha pasado y qué tiempo les queda. “Será un elemento externo el que les va marcando el transcurso de la mañana y no nuestra voz”, apunta.
  1. Establecer rutinas: Otra herramienta que la educadora ve útil es la de tener unas rutinas establecidas para hacer más sencillo el tránsito del tiempo entre que se levantan y llegan al colegio. “Se trata de una tabla temporal en la que encontramos las diferentes acciones (en forma de pictograma, dibujo o foto) que hay que hacer en un periodo de tiempo, y que ayudan en la autonomía de las niña y niños externalizando el recordatorio materno/paterno de lo que toca hacer a continuación”, explica.
  1. Escuchar a nuestros hijos e hijas: De nada sirve lo anterior si no se trata de una actividad familiar en la que se le pregunte al niño o la niña cuáles son las acciones necesarias en la mañana y en qué orden. “A veces el momento “vestirse” es una verdadera odisea y he podido comprobar como muchas familias después de preguntar a su peque en qué momento querían hacerlo y éste decidirlo, la vestimenta dejaba de ser un problema. Al contar con ellos, preguntarles y tenerles en cuenta a la hora de tomar decisiones estaremos fomentando su sentimiento de pertenencia e importancia en la familia, algo fundamental para su desarrollo físico y emocional”, insiste Arantxa Arroyo.
  1. Acompañar emocionalmente una situación conflictiva: Durante las mañanas, y pese a haber establecido todas las herramientas anteriores, pueden aparecer situaciones conflictivas. Para enfrentarnos a ellas Arroyo aconseja emplear la fórmula RePeSA: Reconocer el sentimiento (“Te has enfadado mucho porque no encontramos la goma que te gusta”), Permitirlo (“Yo también me frustro cuando no encuentro algo que estoy buscando”) y Proponer Soluciones Aceptables (“¿Quieres respirar conmigo para calmarnos o prefieres salir del baño para despejarte?”). “Esto no quiere decir que el conflicto se disipe de manera inmediata, pero seguramente ayudará a rebajar tensión y la niña o niño se sentirá comprendido, lo que mejorará la situación”, cuenta.
  1. Tener en cuenta sus necesidades fisiológicas: Por último, debemos tener en cuenta que en emociones como la frustración a menudo influye que las necesidades fisiológicas estén cubiertas. “Si el niño o la niña ha dormido mal o tiene hambre tenemos que tenerlo muy presente y entender que es prácticamente imposible que pueda abordar de manera racional estas situaciones, puesto que es tanto biológica como fisiológicamente imposible”, nos recuerda la experta en Disciplina Positiva.

Siesta en el cole: ¿Es necesaria?

Muchos niños acostumbrados a dormir la siesta tienen que prescindir de ella cuando llegan al colegio. ¿Qué repercusiones puede tener esto sobre su salud y sobre su rendimiento? ¿En qué casos es necesaria?

 

Por Terry Gragera

“La siesta es un periodo de sueño esencial para el buen desarrollo del sistema nervioso central del preescolar”, apunta el doctor Gonzalo Pin Arboledas, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP). “No todos los niños maduran a la misma velocidad y, por ello, no todos los niños dejan de necesitar el periodo de la siesta a la misma edad. La recomendación actual es que es necesario dar la oportunidad de dormir la siesta al preescolar hasta al menos los cuatro o cinco años de edad. Retirarla de manera brusca a todos los niños por igual a determinada edad sería equivalente a exigir que todos los niños anduvieran perfectamente a los 12 meses de edad”, advierte el experto.

Sin embargo, lo más habitual es que la siesta se mantenga en los centros escolares en el primer año de Educación Infantil, cuando el niño cuenta con tres años, pero que luego se retire definitivamente en segundo, con cuatro años.

¿Qué aporta la siesta?

Un estudio reciente publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) destaca los beneficios de la siesta para los niños de entre tres y cinco años. Así, se ha constatado cómo los niños que duermen siesta a esta edad aumentan su rendimiento académico, ya que hay una mejora de la capacidad de recordar. Cuando el sueño se distribuye entre varios periodos, alguno de ellos corto, como la siesta, hay una mejor consolidación de la memoria a corto plazo, que es más limitada cuando los niños son pequeños.

Apoya esta tesis el doctor Pin Arboledas: “La siesta permite al preescolar asimilar lo que ha aprendido, controlar mejor sus impulsos y su conducta, así como prepararle cognitivamente y conductualmente para lo que queda de día, mejorando su capacidad de aprendizaje y su conducta el resto de la jornada”.

Los niños que a esta edad tienen déficit de sueño pueden manifestar distintos problemas como “alteraciones conductuales, mal humor, más berrinches, inquietud motriz, falta de atención o de concentración… hasta trastornos físicos. En este sentido podemos concluir que existe una cierta relación, en determinados casos, entre el fracaso escolar y un mal dormir”, explica Sonia Esquinas, especialista en Psicología conductual infantil del Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS), de Madrid.

La siesta y un buen descanso nocturno no están reñidos, aunque a veces se crea lo contrario. Así lo explica el representante de la Asociación Española de Pediatría: “La relación siesta-descanso nocturno va en dos direcciones. Aquellos niños que necesitan la siesta, pero a los que se impide realizarla, tienen un sueño de peor calidad por la noche, pues hay menos tiempo de sueño profundo. Una siesta adecuada en tiempo y momento en el niño que la necesite mejora la conducta al final del día y la calidad de su sueño”.

Eso sí, es necesario que la siesta se produzca siguiendo algunas normas. “Si realizamos la siesta en un momento inadecuado del día, más tarde de las 17 horas, podemos retrasar o dificultar el inicio del periodo de sueño nocturno”, aclara el doctor Pin Arboledas. En cuanto a la duración, “no debe sobrepasar las dos horas”, aconseja Sonia Esquinas. “Nos daremos cuenta de que nuestros hijos no están teniendo un sueño adecuado si necesitan dormir más siesta que la indicada”.

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¿Se puede exigir la siesta en el colegio?

Los colegios tienen su propia organización y es difícil, como padres, poder intervenir en la misma. Por este motivo, en países como Portugal se está intentando regular desde el parlamento la posibilidad de que todos los preescolares puedan acceder a la siesta.

En España aún es preciso un cambio de mentalidad. “Es necesario que los centros educativos sean conscientes de que la siesta es una necesidad fisiológica fundamental para el buen desarrollo presente y futuro de su alumno, tan necesario como un menú saludable” y no solo en las escuelas infantiles, apunta el Dr. Gonzalo Pin Arboledas, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP). “El primer paso sería información y formación. No son necesarias grandes instalaciones; a veces es más complicado cambiar las ideas que buscar espacios”, puntualiza el especialista.

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Francia es el destino más elegido para viajar en familia por primera vez fuera de España

Fabulist Travel, la plataforma de viajes para familias, ha elaborado el informe ‘Europa & Familia’, que analiza la forma en la que viajan las familias españolas por el Viejo Continente. Una de las principales conclusiones del informe son los principales países elegidos por las familias, con Reino Unido, Alemania y Francia ocupando las tres primeras posiciones.

Mención aparte merecen los parques de atracciones europeos, que se encuentran entre las actividades preferidas por las familias. De hecho, el 66,22% de ellas se decanta por viajes que incluyen parques temáticos frente a un 33,78% que los descarta. Durante 2019, los estudios Warner Bros de Harry Potter de Londres se han coronado como el parque temático más visitado por las familias españolas, con un 17% sobre el total. Le siguen de cerca los alemanes Legoland (15%), Europa Park (11%) y Playmobil FunPark (10%).

La familia viajera estándar está compuesta por cuatro miembros, padres con dos hijos. Si bien es cierto que cada vez son más las familias numerosas (tres hijos o más) las que se animan a salir fuera de España, éstas lo hacen en un porcentaje muy inferior. La organización del viaje corre a cargo de las madres en un porcentaje muy superior (78%) frente a los padres sobre los que cae la responsabilidad de organizar las vacaciones familiares.

El verano sigue siendo la estación favorita de las familias para viajar. Los meses de junio a septiembre acaparan un 63,43% del total. Agosto es el mes rey con diferencia, con un 33,33% por ciento de los datos y destaca también el periodo vacacional de Navidad, con un 19,3%.

Los progenitores contratan el viaje de media con poco más de dos meses de antelación a su fecha de inicio. Sin embargo, hay que destacar que los viajes que tuvieron lugar en enero fueron los que se contrataron en la mitad de tiempo, mientras que las familias que viajaron juntas en junio fueron más previsoras, al superar los tres meses de antelación. En cuanto al tiempo medio de decisión de compra de un viaje familiar por Europa, desde que éste se solicita, ronda los 11 días. Este espacio de tiempo se va reduciendo ostensiblemente en los meses de abril y mayo, previos a la temporada alta.

La duración media de los viajes familiares por Europa ha sido de 3,97 días. Las estancias más cortas han tenido lugar en febrero (2,5 días) y las más largas en agosto (5,5 días).

En cuanto al tipo de alojamiento y transporte, las familias viajeras optan por la comodidad de un hotel family-friendly frente al clásico apartamento. De igual forma, el transfer privado gana al coche de alquiler por un ajustado 57,9% frente a un 42,1%.

Motivaciones para viajar

Según el informe Europa & Familia de Fabulist Travel, la principal motivación para viajar con niños fuera de España es divertirse y pasarlo bien en familia (50,1%), mientras que la segunda razón para animarse a coger las maletas es que los niños aprendan otras culturas (26,4%). Otras causas que nos empujan a viajar son la de desconectar (19,9%) y que los niños practiquen otro idioma (0,6%).

Sobre los idiomas, en ningún caso éstos suponen una barrera para animarse a viajar por Europa. Solo el 16,7% de los encuestados asegura que alguna vez ha desechado un destino por no hablar la lengua local del país.

En cuanto a sus preferencias, las actividades a realizar en el destino son clave para decantarse por un viaje en un 39,9% de los casos. El destino en sí motiva al 32,3%, mientras que un itinerario asequible es esencial para un 15,4% de las familias.

El destino europeo más habitual que eligen las familias cuando viajan por primera vez a Europa es Francia (53%). Le siguen Inglaterra (13%), Alemania (9%), Portugal (8%) e Italia (8%).

Sobre la hospitalidad, casi la mitad de las familias encuestadas aseguran que en el destino se han sentido igual de acogidas que en España (45,8%), que han sido más hospitalarios (9,7%) y peores anfitriones (7,3%).

Madres por el clima: preocupadas por el futuro del planeta

No solo los jóvenes están liderando los movimientos para protegernos frente al cambio climático, un grupo de madres y padres se han organizado para implicar a centros educativos, políticos y otros órganos de decisión en la lucha por preservar el planeta. Se hacen llamar Madres por el Clima.

 

Por Terry Gragera

La idea partió de un chat de WhatsApp. En él, un grupo de madres compartía preocupaciones por la crianza de sus hijos, entre las que estaba la contaminación y sus repercusiones sobre la salud y el desarrollo de los pequeños. Comenzaron a movilizarse, a ser cada vez más, hasta que crearon Madres por el Clima, con la intención de actuar frente a la destrucción del planeta. “Aunque somos una mayoría de madres, en absoluto está circunscrito a ellas, aun habiendo surgido de un colectivo de madres. Son muy bienvenidas todas las personas que se quieran sumar”, explica Yetta Aguado, de la Coordinación de Madres por el Clima.

 

Madrina en los colegios

En Madres por el Clima se apoyan en los centros escolares para llevar a cabo sus acciones, por eso han creado la figura de la Madrina, como impulsora de iniciativas de educación ambiental. En esta tarea no están solos, pues se alienan con otros colectivos o propuestas como Teachers for Future o Fridays for Future. “No obstante, somos conscientes de que cada centro escolar tiene unas dinámicas propias y animamos a que los propios centros escolares tomen la iniciativa también en el marco de su propio funcionamiento, bien desde los propios equipos directivo o bien desde las AMPAS”, puntualiza Jesús García, de Coordinación de la entidad. “Los centros escolares son lugares básicos en la formación y el desarrollo de nuestros hijos, y como tales se muestran muy interesados en la mayoría de las ocasiones en poder desarrollar iniciativas como la nuestra, que es, sin duda, un eje del futuro de la infancia”, afirman Yetta Aguado y Jesús García. “Abordarlo con protagonismo por parte de los centros no es sino llevar la educación a la realidad presente, y es algo que entendemos fundamental”, recalcan.

Entre las propuestas a la comunidad escolar por parte de Madres por el Clima hay dos destacadas:

  • Apoyo al Fridays for Future. Jóvenes de todo el mundo han elegido los viernes como día para salir a la calle y denunciar el estado del planeta. Desde Madres por el Clima han apoyado esta iniciativa proponiendo que los viernes los niños lleven al colegio la “camiseta por el clima”, una prenda blanca donde se insertan mensajes contra la contaminación ambiental.
  • Sostenibilidad en los menús escolares. Otro de los objetivos es lograr que, al menos, un 50% de la comida de los menús escolares y las máquinas de vending de los centros sean sostenibles. “Creemos que todos este tipo de medidas son factibles porque son una cuestión de voluntad, pero no deben quedar supeditadas a sensibilidades personales. La sociedad está preparada para afrontar estos cambios, pero muchas veces las autoridades no acompañan, haciendo difícil que la ciudadanía tenga herramientas para lograrlo”.

El movimiento está presente, aunque sea con carácter virtual, en muchas ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Badajoz, Sevilla, León, Murcia, Alicante, Tarragona… Han llegado a muchas comunidades autonómicas donde “se funciona con total autonomía, pues tratamos de que la organización sea descentralizada para que cualquiera pueda sentirse legitimada para llevar a cabo iniciativas en su propio ámbito vital”, detallan. Madres por el Clima no se alinea políticamente en ningún partido. “Entendemos que la emergencia climática en la que nos hallamos inmersos afecta de manera global. A partir de ahí, estamos dispuestas a hablar con todo el mundo”.

 

 

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Tres retos urgentes

Para Madres por el Clima hay tres retos urgentes a los que nos enfrentamos en relación al cambio climático:

  1. Reducir las emisiones de CO2a la atmósfera y descarbonizar nuestra economía.
  2. Reducir drásticamente el uso de plásticos, particularmente los de un solo uso, por el daño que causan a los océanos.
  3. Conseguir que los gobiernos y las administraciones públicas escuchen a la comunidad científica que está dando la voz de alerta para llevar a cabo cambios drásticos en nuestro modo de vida que posibiliten adaptar el funcionamiento de la sociedad a los límites físicos del planeta.

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La oratoria, una divertida clase extraescolar

En el 90% de las profesiones se necesita saber comunicar con eficacia. Sin embargo, la oratoria, salvo contadas excepciones, no está contemplada en los planes de estudio de este país.

 

Por Eva R. Soler

Los padres contamos con pocas herramientas para guiar a nuestros hijos en este arte, por lo que una buena opción es incluir la oratoria en sus extraescolares. Con prácticas dinámicas de grupo, los niños pierden el miedo a salir a la pizarra, a la vez que adquieren habilidades que les serán muy útiles en su futuro.. Sólo desde el respeto, la empatía y el poder de la palabra se puede hacer un mundo mejor” afirma Chris Charleson, director de SEK International Schools. La frase la pronunció en el Senado, en una jornadas en las que participaron más de 500 niños y jóvenes procedentes de colegios SEK y de otros colegios internacionales de nuestro país y de EEUU, Alemania, Turquía o Palestina. Este encuentro, que se celebra por decimotercer año y que tiene una duración de tres días, recibe el nombre de SEKMUN y es un Modelo de Naciones Unidas aplicado a la enseñanza. Supone un refuerzo positivo en los valores de respeto, dignidad, libertad y solidaridad. Además, implica la adquisición de habilidades y técnicas indispensables para el futuro de los alumnos como la oratoria, la reflexión crítica, el debate, la investigación y la redacción.

Oratoria en el aula

El encuentro no acaba en el Senado sino que se traslada después a las instalaciones del SEK. Durante tres días, alumnos de Secundaria y de Bachillerato de los Colegios Internacionales SEK y de otros colegios nacionales e internacionales asumen el rol de diplomáticos de distintos países y tratan conflictos y temas de actualidad internacional. En español y en inglés abordan, mediante asambleas y consejos, temas relativos a los derechos de la infancia, a la relación entre desarme y desarrollo, a la sostenibilidad de la deuda externa, a la mejora de la seguridad vial en el mundo, a la asistencia a los menores refugiados no acompañados o a los efectos de las radiaciones atómicas, entre otros.

Sin embargo, aunque en colegios privados como el mencionado contemplan la oratoria como una habilidad fundamental para el futuro de sus alumnos y la enmarcan dentro de iniciativas tan prometedoras como la descrita, lo cierto es que el arte de hablar en público es una asignatura pendiente en la mayoría de los centros educativos de nuestro país. Excepto Aragón, que en este curso 2019-20 la ha incluido como asignatura optativa en Bachillerato, en el resto de España no se contempla en los planes de estudio.

Así las cosas, los padres contamos con pocas herramientas para guiar a nuestros hijos en este sentido y la mayoría tampoco hemos recibido formación en oratoria, por lo que una buena opción para que nuestros hijos aprendan a hablar en público desde pequeños es incluir esta materia en sus extraescolares. “Ojalá yo hubiera aprendido oratoria desde pequeña porque me habría ahorrado mucho sufrimiento”, confiesa Natalia García Nombela, coordinadora de la Escuela Europea de Oratoria. “Está muy bien llevar a nuestros hijos a baloncesto, tenis y a lo que les guste, pero formarles en oratoria desde pequeños también les va a venir muy bien, no sólo para el presente, sino también para su futuro”, añade.

La Escuela Europea de Oratoria (EEO) imparte clases extraescolares y campamentos urbanos en su centro de Madrid y también se desplaza a los colegios que se lo solicitan. Desde la EEO señalan que “hablar en público es una cualidad que se puede trabajar desde la infancia y está comprobado que mientras más pronto los jóvenes mejoren sus habilidades de oratoria, conseguirán un mejor rendimiento futuro”. Desde la EEO enseñan a hablar en público a través de la inteligencia emocional. “Aprender a gestionar las emociones para sentirse bien al hablar en público es fundamental. Los chavales tienen que identificar lo que sienten al hablar, tanto en su día a día, como a la hora de exponerse en clase ante un público. Hay niños que lo pasan realmente mal cuando la profesora les saca a la pizarra o cuando tienen que hablar en un entorno que no es ni su familia, ni sus amigos. Nosotros les enseñamos a identificar ese miedo o esos nervios que sienten, cómo afrontarlos y gestionarlos. Además, por supuesto, también aprenden las técnicas de oratoria”, explica la coordinadora de la Escuela.

Los grupos de dividen por edades de 9 a 12 años y de 12 años a 17. A partir de los 18, ya pueden apuntarse a los talleres para adultos. “No sólo beneficia a niños extremadamente tímidos, sino que está recomendado para todos. A un niño extrovertido que le encanta hablar en público, por ejemplo, nuestras clases también le van a ayudar a expresarse mejor y a transmitir su mensaje con más eficacia”.

“Cuanto antes les enseñemos esas herramientas y esas técnicas, mejor”, insiste García Nímbela, “porque las van a llevar integradas y les puede suponer una ventaja respecto a sus compañeros y el día de mañana también les van a resultar extremadamente útiles en la Universidad o en una entrevista de trabajo, por ejemplo”. Con nuestros cursos los chavales son capaces de quitarse los miedos, mejoran su autoestima, ganan confianza y seguridad en sí mismos, crecen como personas y, por supuesto, aprenden a comunicar de forma clara y segura, sostiene Natalia.

 

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Seis consejos para padres

Desde la Escuela Europea de Oratoria nos facilitan las siguientes recomendaciones para animar a nuestros hijos a la hora de hablar en público:

  1. Apóyalos. Los niños aprende y repiten muchas conductas de los padres. Si les enseñas que hablar en público es fácil y divertido, perderán el miedo a hacerlo. Explícales lo positivo que tiene ser un buen orador.
  2. El secreto es ser uno mismo. Los niños cumplen perfectamente las tres claves de la oratoria: naturalidad, humildad y corazón. Enséñales a ser ellos mismos. Cada vez que tengan que exponer en el colegio, recuérdales que el mejor secreto es no tratar de imitar a nadie.
  3. La postura de neutralidad. Es una posición en la que el niño está de pie, con su peso equilibrado en ambas caderas y los brazos colgando. Sus brazos y sus manos se mueven cuando comienza a hablar.
  4. Anímales a contar historias. “La oratoria se nutre de grandes historias y anécdotas para enganchar al público. Es bueno que se inventen sus propias historias y las cuenten después.
  5. Trucos de oratoria. Un buen principio y un buen final es uno de los secretos que tienen los grandes oradores y que los niños pueden repetir en sus presentaciones.
  6. La importancia de la voz. Para contar bien algo es necesario emplear la voz de forma adecuada, sin acelerarse o hablar demasiado despacio.

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22 consejos para aprender fuera del aula

Educarles valores de solidaridad es esencial para cultivar su empatía social y que sean conscientes que todos vivimos dentro de una sociedad en la que colaboramos con el bienestar común.

 

Por Javier Peris

  1. EMPECEMOS POR ABRIR LAMENTE Y ASUMIR QUE HAY MUCHAS FORMAS DE APRENDER. La escuela es un lugar privilegiado para la socialización y la instrucción, pero no es el único. La familia y su entorno de relaciones es, de hecho, lo más importante. Pero no se puede dejar a la improvisación todas las posibilidades de aprendizaje que existen fuera del aula y de los exámenes. Hay que proponérselo.
  2. LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES NO PERTENECEN AL CURRÍCULO ESCOLAR y demasiadas veces se recurre a ellas como guardería y sin esperar de ellas nada valioso. Los padres deben exigir calidad de enseñanza durante esas horas, se paguen o no. La elección de la actividad puede estar condicionada, y es lógico, por el círculo de amigos del alumno, pero hay que intentar que sus contenidos se ajusten a las preferencias tanto del hijo como de los padres.
  3. LOS IDIOMAS, Y ESPECÍFICAMENTE EL INGLÉS, ES PERCIBIDO CON RAZÓN COMO UNA COMPETENCIA IMPRESCINDIBLE PARA AFRONTAR EL FUTURO. Las tradicionales academias son un buen complemento, pero hay mucho más. Los jóvenes pueden sentirse muy motivados por seguir en versión original sus series y películas favoritas; y no digamos todo lo que tiene que ver con la música y sus intérpretes. Para los adolescentes existen plataformas en internet que convocan periódicamente tertulias en cafés y bares en inglés y otros idiomas.
  4. LOS DEPORTES FORMAN PARTE DE LA FORMACIÓN DEL ALUMNO; no se trata sólo de diversión. Muchos niños no necesitan que se les anime a practicar un deporte, mientras a otros hay que esforzarse en ponérselo fácil y atractivo. No hay que forzarles a practicar un deporte que no les entusiasma. Hay que seguir buscando fuera de las ofertas más habituales: natación, senderismo, aerobic… La lista es mucho más larga. Hoy existen ofertas para hacer ejercicio que ni siquiera conocemos.
  5. LOS JUEGOS SON CADA VEZ MÁS VALORADOS Y USADOS EN LA ESCUELA, Y FUERA DE ELLA TIENEN LOS MISMOS BENEFICIOS PEDAGÓGICOS. En Internet hay juegos muy divertidos e instructivos, aunque muchos tienen la pega de ser poco sociales y aún menos trasparentes. Y a los juegos clásicos de grupo como el diccionario se han unido otros sacados de formatos televisivos como Pasapalabra, Saber y Ganar… Fuera de casa está de moda el Scape Room.
  6. MÚSICA, DANZA, TEATRO… SE TRATA DE UN OCIO CULTURAL QUE TIENE QUE GUSTAR UN POCO. El teatro, por ejemplo, es una actividad extraordinaria en muchos sentidos, pero no se puede ni se debe imponer a los jóvenes. Más allá de las ofertas tradicionales ¿por qué no montar un grupo de música? O apuntarse a un coro..
  7. LOS PSICÓLOGOS CONOCEN BIEN EL PERFIL DEL NIÑO O JOVEN ‘ARTISTA’. INCLUSO EXISTE UNA OPCIÓN DE BACHILLERATO PARA ELLOS. No todos los padres se encuentran cómodos con que su hijo pueda decantarse por la artes plásticas, la música o la interpretación, pero participar en actividades de este tipo es la mejor forma de testar tanto el grado de motivación como la capacidad para crecer en esas disciplinas.
  8. ENTRE TANTAS POSIBILIDADES, HAGAMOS UN DESCANSO Y APROVECHEMOS PARA PASEAR… CON NUESTROS HIJOS. Charlando con ellos podemos enseñarles mucho. No hace falta ser universitario ni tener dotes pedagógicas; la diferencia de edad es suficiente para abrirles los ojos a muchas realidades interesantes y a despertar su curiosidad por otras.
  9. CUANDO VIAJAMOS EN FAMILIA NO SE SUELE PENSAR EN ELLO, pero un viaje supone para los niños y jóvenes el descubrimiento de lugares, personas y situaciones que nunca encontrarán en su día a día entre la escuela y el hogar. Desde el propio aeropuerto hasta el paisaje humano de la cabina del avión, y eso que todavía no hemos despegado. En los viajes podemos adoptar una actitud pasiva de progenitor sufriente o bien compartir con los pequeños nuestras pequeñas sorpresas y descubrimientos.
  10. LA LECTURA TIENE MUCHO DE VIAJE, PERO QUIZÁ SEA ESTA LA AVENTURA A LA QUE RESULTA MÁS DIFÍCIL INVITAR A NUESTROS HIJOS. Podemos explayarnos sobre las satisfacciones que nos han dado los buenos libros, o argumentar que un libro puede resultar más apasionante y duradero que la mejor película, pero si un niño no quiere leer hay poco más que hacer. Ni siquiera el ejemplo paterno les motiva. Paciencia. El amor por la lectura tiene un poco de vocación y otro de revelación.
  11. SALIMOS AL AIRE LIBRE. El contacto de la naturaleza tiene muchas caras y todas buenas. Comenzamos por la exploración. Vistas, olores y sensaciones que no se encuentran en el entorno conocido, casi siempre urbano. Hallaremos motivos para la curiosidad, para experimentar la pequeñez, para salirse de lo cómodo y reconocible y encontrar placer en ello.
  12. Y PARA HACERNOS PREGUNTAS Y DESEAR RESPUESTAS. En la naturaleza nacen muchas vocaciones para la ciencia. Las excursiones y paseos pueden organizarse con más o menos detalle, pero los chicos y chicas disfrutarán más si preparamos con antelación algunas explicaciones de lo que van a ver, y que poco o nada tengan que ver con las lecciones de esa semana.
  13. SE EN EL SENTIMENTALISMO, aunque este actúe de eficaz acicate en los más jóvenes. Los jóvenes deben ver en la belleza no sólo en el paisaje sino en los pequeños e innumerables milagros de la vida que sostienen nuestro delicado hábitat. Contemplar a un pequeño pájaro anidando en la ribera de un río hace más por el respeto de los entornos fluviales que cualquier taller en el aula.
  14. SEGUIMOS DESCUBRIENDO COSAS EN EL CAMPO: allí crecen el arroz, las naranjas, el trigo y las legumbres a las que hacemos tan poco caso en el comedor de la escuela; allí se crían vacas, corderos, cerdos y pollos que luego rellenan bocadillos y hamburguesas… ¿No podríamos tener nuestra propia tomatera?.
  15. NO SÓLO PARA DESCUBRIR EL CAMPO EN GRANJAS SE ORGANIZAN ACTIVIDADES DE FIN DE SEMANA. También se pueden dedicar esos días para hacer una yinkana que combine el ingenio y las pruebas deportivas, o centrar todas las actividades en un solo tema: las redes sociales, la diversidad, el medio ambiente, la música… La intensa socialización no sólo no perjudica sino que favorece la comprensión y retención de los conceptos.
  16. LLEGA EL VERANO. Las estancias en el extranjero para aprender idiomas son muy provechosas, y no sólo por el idioma. Pero son caras y una economía media debe empezar a ahorrar unos meses antes. Además hay campamentos y cursos de temáticas muy variadas, y no necesariamente lejos de casa. ….y tres libros para saber más
  17. DE POCAS COSAS SE LOGRA UNA ENSEÑANZA MÁS ÚTIL COMO UNA ACTIVIDAD DE VOLUNTARIADO. De todas se aprenden, incluso de pintar un local social del barrio, pero especialmente de aquellas que enfrentan a los hijos con personas y realidades que existen más allá de su zona de confort.
  18. NUNCA ES DEMASIADO PRONTO PARA ASUMIR UNA RESPONSABILIDAD MÁS O MENOS ‘LABORAL’; con un jefe, una retribución, un horario y una tarea concreta. Aprender significa madurar, y un pequeño trabajo, de acuerdo con la edad del menor, es una escuela para la disciplina, la obediencia, la fortaleza, la relación social… Las primeras experiencias, como es lógico, se vivirán en el ámbito familiar.
  19. EL HOGAR PROPORCIONA MUCHAS LECCIONES DIARIAS. Difícilmente se tendrá gusto por la lectura si en casa sólo se leen revistas del corazón, o aprenderán a trabajar en equipo si no han conocido el reparto de tareas domésticas. La higiene, el orden, el buen humor o la compasión no se enseñan -y a duras penas se aprenden- en la escuela.
  20. EL LLAMADO ‘APRENDIZAJE COOPERATIVO’ AGRUPA UNAS TÉCNICAS QUE ESTÁN RESPALDADAS POR LOS HALLAZGOS DE LA NEUROCIENCIA. Aprender juntos es más productivo, además de más entretenido, y dónde mejor que en la familia para sacarle el máximo provecho. En la vida doméstica existen, innumerables ocasiones para demostrar sorpresa, curiosidad, discrepancias… ganas de saber más.
  21. EL CÍRCULO DE AMIGOS DE LOS HIJOS ES UNA PREOCUPACIÓN HABITUAL EN LOS PADRES, pero siempre orientada a actitudes y hábitos básicos como el estudio y la disciplina. Pocas veces pensamos que los amigos son una fuente privilegiada de motivación, curiosidad y descubrimientos. En el grupo de amigos pueden descubrir aficiones y practicar actividades que no encontrarán en la escuela ni en la familia.
  22. MENTE ABIERTA. Cerramos estos consejos como los empezamos, invitando a los padres a no limitar el concepto de aprendizaje, a no obsesionarse con el rendimiento, a desear para sus hijos un mundo interior y exterior más rico. Hoy en día la información y la instrucción son más accesibles que nunca, pero lo que sigue siendo caro -ni siquiera tiene un precio- es la motivación por saber, por descubrir, por experimentar.