Las emociones en el cuerpo

Por Ana María Ávila Muñoz, maestra de educación primaria y facilitadora de “En Sus Zapatos”.

Maestros, familias y niños cada mañana se ponen rumbo hacia un mismo lugar: el colegio. Para unos es su centro de trabajo, para otros el lugar en el que dejan su tesoro más preciado, y para los últimos el entorno en el que están la mayor parte de su día con sus compañeros de vida y sus maestros, que intentarán guiarlos y acompañarlos en la maduración y aprendizaje.

Cuando las familias se marchan, los hijos se convierten en alumnos/as que quedan en el colegio. En ese momento somos los docentes quienes acogeremos a los niños/as en su aula, entorno que debe ser de seguridad y confianza para cada uno de ellos/as y para cada uno de nosotros/as.

Así que, para bien acogerles, lo primero que haremos será observarles. Observar atentamente qué nos cuenta acerca de ellos a través de sus cuerpos.

El cuerpo es el receptor de las emociones y el emisor de las conductas

El cuerpo es el receptor de las emociones y el emisor de las conductas, por ello no debemos perder de vista las pistas que nos va a ir proporcionando sobre cómo se sienten nuestros alumnos/as en el día de hoy.

A continuación, a través de cuatro ejemplos, podremos analizar cómo observamos en los cuerpos de nuestros alumnos y alumnas cuando están sintiendo cada una de las cuatro emociones. Se procede a realizar la revisión de las cuatro emociones básicas: rabia, miedo, alegría y tristeza.

  1. Una alumna sentada con los puños apretados, si no fuera por la mascarilla te darías cuenta de que tiene la mandíbula casi tan apretada como sus puños, se llama Rai. Mueve una de sus piernas insistentemente, y golpea con su lápiz de forma impaciente y ruidosa. Sus ojos están abiertos como platos y suspira todo el rato. En cuanto preguntas si quieren contarte algo levanta la mano, al no ser la primera grita, hace movimientos con la mano, golpea la mesa con los puños, y se cruza de brazos. Ya no quiere hablar. No hay manera de que exprese verbalmente lo que siente, pero si observamos bien su cuerpo y su comportamiento, ya se está expresando: siente rabia. Al descubrirlo anotamos mentalmente que Rai necesitará que le proporcionemos una oportunidad para calmarse.
  2. Mirando una mesa más hacia la derecha de Rai, vemos que hay un niño mordiéndose las uñas, con la vista baja y la capucha puesta, que la mira de reojo se llama Diemo. Antes de que alguien pueda conectar visualmente con él, baja la vista. Escuchamos que respira de forma entrecortada, y que cuando pedimos que te cuenten que tal se sienten, se tapa aún más con la capucha, y notamos que si puede se metería debajo de la mesa. Su postura muestra que no está totalmente sentado en la silla, tiene un pie hacia delante, parece que en cualquier momento va a echar la mano a la mochila y huir: siente miedo. Tenemos claro, que Diemo necesita confianza y seguridad.
  3. Un par de mesas por delante se sienta Ialgare, irradia color, bien sentada, y su mascarilla esconde una sonrisa que sus ojos delatan. Espalda recta, gesto corporal preparado para comenzar. El cuaderno, el estuche todo colocado, los bolígrafos preparados para comenzar la clase. Pedimos colaboración y enseguida levanta la mano esta vez no le toca ser la primera, entonces ella baja la mano, y de nuevo pide la palabra. Su voz es alta, clara, algo rápida y cuenta que la tarde anterior estuvo con sus primos. Sus compañeros levantan la mirada, la dirigen hacia ella, les roba una fugaz sonrisa. Observamos que Ialgare está tranquila, se siente ‘’bien’’, como diría ella, es decir, la emoción que siente es la alegría. Que has visto de forma fugaz como durante una milésima de segundo ha contagiado un poco a los demás, eso es esperanzador.
  4. Tezatris es amigo de Ialgare, le observamos porque nos preocupan sus hombros caídos, su mirada baja, y que apoya su cabeza cansada en la mano, hoy no pide la palabra… Al principio podíamos creer que estaba cansado, pero nos damos cuenta de que no es cansancio, sino que le envuelve el halo de la tristeza. Recordamos entonces que Ialgare nos explicó que el perro de Tezatris estaba enfermo. Hoy comenzaremos a tratar el tema de los mamíferos en naturales… prestaremos atención para guiar los contenidos para acompañar a Tezatris en su dolor.

A partir de esta breve observación del cuerpo y las acciones de los alumnos/as de nuestra clase, podemos descubrir que están sintiendo. Después podemos poner en marcha estrategias que les ayudarán a gestionar dichas emociones.

Nosotros los docentes tenemos que mantenernos con los sentidos despiertos y muy presentes en el aula, para poder observarlos y a partir de ahí actuar, puesto que nuestro objetivo es el desarrollo integral del alumnado y por lo tanto un desarrollo de su bienestar.

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Desde la Asociación Teatro de Conciencia, y desde «En Sus Zapatos», queremos seguir facilitando la alfabetización emocional de adultos y niños, en este caso sin teatro–como lo hacemos habitualmente, pero sí con otros recursos. Puedes sugerirnos temas escribiendo a: info@teatrodeconciencia.org
Si quieres formarte en nuestro método de alfabetización emocional,  te pueden interesar nuestros cursos y el  Postgrado en Educación Emocional con Teatro de Conciencia. Método «En Sus Zapatos»Puedes informarte aquí

 

La Fundación Unoentrecienmil impulsa un tratamiento pionero para curar la leucemia infantil

La Fundación destina 590.000 euros a financiar los dos primeros años de este ensayo para la acreditación de los laboratorios del Hospital Niño Jesús de Madrid y el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

 

 

La investigación para la curación de la leucemia linfoblástica aguda ha alcanzado en España un techo difícil de superar sin el apoyo internacional. La Fundación Unoentrecienmil, en su compromiso por conseguir la curación plena de la enfermedad, anuncia ahora la financiación con 590.000 euros del proyecto ALL Together en España. Este proyecto, liderado por la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas (SEHOP), permite por primera vez la participación de la investigación española en un ensayo clínico europeo sobre la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA), abriendo las puertas a nuevos tratamientos en primera línea.

ALL Together es un ensayo clínico que actualmente agrupa a 14 países europeos – Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Holanda, Islandia, Irlanda, Lituania, Noruega, Portugal, Suecia y Reino Unido – con el objetivo de presentar un protocolo único internacional, por el cual los niños enfermos de leucemia linfoblástica aguda puedan recibir un tratamiento personalizado y adaptado a las características de su enfermedad.

Con esta financiación, Unoentrecienmil facilitará el trabajo para la acreditación de los laboratorios del Hospital Niño Jesús de Madrid y del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona con el objetivo de que puedan responder a los estándares de calidad fijados para formar parte del proyecto. Tras los dos años de duración de esta fase, se prevé que sea en 2023 cuando los más de 40 centros hospitalarios de España con unidad de Oncología/Hematología pediátrica puedan participar del mismo. Así, todos los niños que son diagnosticados con Leucemia Linfoblástica Aguda en España podrán acceder a tratamientos personalizados lo más cerca posible de su domicilio, recibiendo desde el primer momento aquel que combata su situación con la mayor precisión posible.

En España, los avances en la investigación de esta enfermedad han alcanzado un techo difícil de superar y las cifras de curación se han estancado debido a que la muestra disponible en nuestro país es relativamente pequeña. Sin embargo, este ensayo clínico internacional ofrece la posibilidad de acceder a una muestra mayor de niños que padecen la enfermedad y, por tanto, poder hacer subgrupos más amplios de la misma, lo cual dará lugar a la obtención de información precisa acerca de la respuesta de los niños ante un tratamiento u otro. Porque es necesario ser más eficientes a la hora de reaccionar ante esta enfermedad.

Elena Huarte-Mendicoa, directora general de Unoentrecienmil, afirma que “la investigación española, necesita hoy más que nunca, nuestra colaboración para que el mundo no se pare. Según una investigación de la Fundación realizada durante los meses de abril y mayo de 2020, los proyectos españoles en este campo se han visto retrasados entre seis meses y un año debido a la Covid-19. Con esto en mente, desde Unoentrecienmil trabajamos de forma continua en proyectos innovadores como ALL Together, cuyo impacto en la vida de las familias y en los peques será mayúsculo: tratar a estos niños de forma personalizada hará que se reduzca su exposición a tratamientos como la quimioterapia intensiva, lo que se traduce en la disminución de los efectos secundarios a los que están expuestos. Es una situación difícil para todos y poder anunciar este gran proyecto nos motiva y nos da esperanza para seguir avanzando en esta batalla en la que mejorar la calidad de vida los niños deben ser lo más importante”.

Unoentrecienmil prosigue en su empeño por trabajar con los proyectos más innovadores, teniendo siempre en mente mejorar la calidad de vida de los peques, que, con este ensayo, podrán recibir un tratamiento individualizado. De esta forma, aquellos que necesiten una menor dosis de fármacos, podrán recibir una solución menos agresiva y adaptada a su enfermedad y, por tanto, reducir el riesgo de desarrollar efectos secundarios. Porque se puede curar más para curar con menos.

Un proyecto tan importante y con tanto impacto como es ALL Together favorecerá el progreso de la investigación de la LLA y abrirá la expectativa nacional al acceso a nuevos tratamientos o a que otros ya existentes se implementen en una fase más temprana. Haber sido invitados a participar en él y poder hacerlo con la ayuda de la Fundación Unoentrecienmil es un honor para nosotros. Estamos convencidos de que es un paso adelante y que pronto podremos seguir ayudando a los niños y las familias que se ven afectados por la leucemia linfoblástica aguda en España”, afirma Ana Fernández-Teijeiro Álvarez, presidente de la SEHOP.

Susana Rives, hematóloga del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y coordinadora del Grupo de leucemias de la SEHOP, ha declarado: “ALL Together es la oportunidad que tenemos los investigadores españoles de trabajar en primera línea en un ensayo clínico que nos permitirá mejorar el tratamiento de la LLA en niños. Podremos, por ejemplo, implementar tratamientos como la inmunoterapia en fases más tempranas o que los niños reciban un tratamiento de quimioterapia adaptado a su enfermedad. En definitiva, dispondremos de una cantidad de información mayor para personalizar el fármaco y el tratamiento de cada niño de forma que no se vean expuestos a un nivel de toxicidad que no necesitan. Se trata de curar más para curar con menos, es decir, curar mejor”.

ALL Together es el resultado de la constancia de los profesionales que trabajan en la investigación para conseguir la cura de la leucemia infantil y que no sería posible sin las donaciones de particulares, entidades y empresas. Además, Unoentrecienmil consigue fondos a través de proyectos propios, como Los Cordones Dorados, cada pack de 5€ de cordones dorados se convierte en 16 minutos de investigación, o La Vuelta al Cole, en la que estudiantes de colegios españoles corren a favor de la cura contra la leucemia. Porque Unoentrecienmil estaba comprometida desde el principio con las familias afectadas por esta enfermedad, está a su lado en cada paso del camino y estará siempre buscando nuevas oportunidades de investigación que ayuden a derrotar a un enemigo común, el cáncer infantil.

Los más pequeños toman la palabra para hablar de conciliación

“No está loca, sino sola”, “El tiempo que pasamos juntos es el mejor”, “Quédate en casa: ellos crecen y el tiempo pasa” o “Me gustaría convertirme en su móvil para pasar con ellos todo el tiempo que malgastan con él” son solo algunos de los mensajes que han transmitido los menores, en el evento que ha organizado ARHOE con motivo del Día de la Conciliación y la Corresponsabilidad.

 

ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, con motivo del Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la Corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades familiares, celebraba el pasado 23 de marzo un evento muy especial en el que los más pequeños y jóvenes han tomado la palabra a través de sus dibujos, vídeos y entrevistas.

El acto, con el título “Día de la Conciliación y la Corresponsabilidad. Visión desde la infancia y la adolescencia”, ha sido presentado por Carmen Guaita, maestra y escritora, y José Luis Casero, presidente de ARHOE, quienes han insistido en la importancia de escuchar a los menores y han recordado que la conciliación y la corresponsabilidad son derechos fundamentales que reclaman a sus familias todos los días del año.

“Nuestros hijos e hijas nos están pidiendo tiempo, atención, convivencia y nos lo piden con sus palabras, pero también con sus actitudes y sus problemas, así que es el momento de responder”, ha señalado Carmen Guaita, quien también ha manifestado que “las familias solas no podemos, necesitamos que esto se convierta en un gran compromiso social, pero que se convierta de verdad, no solo en una palabra o en un manifiesto, sino en acciones concretas que permitan a las familias convivir, que permitan a todos tener tiempo”.

Por su parte, el presidente de ARHOE ha querido agradecer a los menores “que nos recuerden que la conciliación es un derecho de todos”, y ha asegurado que “tienen nuestro compromiso de que seguiremos recordando a los ‘mayores’ que la conciliación y la corresponsabilidad son tareas de todos los días y que necesitamos medidas reales para que seamos una sociedad más justa en estos temas”.

 EL TIEMPO QUE PASAMOS JUNTOS ES EL MEJOR

 A lo largo del evento se ha podido conocer el punto de vista de los más pequeños, a través de sus dibujos, con unos mensajes muy claros en los que, reiteradamente, han reclamado poder pasar más tiempo con sus progenitores: “No está loca, sino sola”, “¿Cuándo vais a venir?”, “El tiempo que pasamos juntos es el mejor”, “Ojalá fuera el ordenador para pasar más tiempo con ella”, “Sería muy feliz si en vez de jugar sola, jugase con mis padres”, “Solo quiero estar contigo”, “Quédate en casa: ellos crecen y el tiempo pasa”, “Me gustaría convertirme en su móvil para pasar con ellos todo el tiempo que malgastan con él”, “Si tuvieras tiempo conmigo, serías el mejor amigo que hubiese tenido”…

Por otra parte, reconocidos periodistas como Àngels Barceló, directora y presentadora de Hoy por Hoy (Cadena Ser); Carles Mesa, director y presentador de No es un día cualquiera (RNE); Gloria Lomana, presidenta de 50&50 GL; José Manuel González Huesa, director general de Servimedia; Laura Peraita, jefa de la sección ABC Familia; Maika Ávila, periodista de Cadena Ser y autora de Conciliaqué; Marta Pastor, directora y presentadora de Ellas pueden (RNE), y Susanna Griso, presentadora de Espejo Público (Antena 3) han puesto su voz a las entrevistas de los adolescentes. Entrevistas cargadas de emoción en las que los más jóvenes han manifestado, en no pocas ocasiones, la soledad que sienten al llegar a sus casas y no tener con quién compartir sus preocupaciones y problemas cotidianos:

“Otro día más llego a casa del colegio y justo antes de abrir la puerta deseo siempre con ilusión que se escuchen voces en el interior con el fin de que mi familia esté en el interior, pero no es así, mi rutina se repite y me veo obligado a hacer todo en un rotundo silencio: los deberes, la comida… Y es que mi verdadero mundo comienza cuando se abre la puerta y aparecen mis padres a avanzadas horas del día, sin embargo, este momento no se prolonga mucho, ya que hay que prepararse para el siguiente día”.

Tampoco han faltado propuestas y reivindicaciones para que España avance en estas cuestiones, al igual que otros países europeos:

¿Qué soluciones propondrías para aprovechar más el tiempo juntos?

La primera que considero necesaria sería estipular un horario flexible como en Finlandia, Suecia, Alemania y Dinamarca… Ampliar el gasto en más prestaciones. Que las empresas se adaptaran y ofrecieran una jornada a tiempo parcial. Usaran más el teletrabajo… Adoptar el ejemplo de otros países de la Unión Europea como por ejemplo que su trabajo finaliza a las cinco de la tarde”.

“Espero que los políticos tomen medidas con este tema para que todos los niños y niñas puedan pasar tiempo con sus padres, y así no tener que pasar mucho tiempo solos en casa, o que sus padres les apunten a muchísimas actividades para estar entretenidos porque no tienen con quién se queden mientras ellos trabajan”.

LOS PROGENITORES ESTÁN MUY INSATISFECHOS CON EL ESCASO TIEMPO QUE DEDICAN A SUS HIJOS

Ha cerrado el acto Mariano Ruipérez, director técnico del programa “¿Cuánto tiempo tienes para mí?”, quien ha ofrecido datos recientes de la encuesta ¿Cuánto tiempo tienes para tus hijos/as?, realizada en el marco de dicho programa.

Entre otros resultados, ha destacado que los progenitores están muy insatisfechos con el escaso tiempo que dedican a sus hijos: “Esta percepción genera en un 80% de las personas que han respondido pensamientos y sentimientos negativos. Oímos hablar de agotamiento, frustración, estrés, impotencia… ¿Qué piden estas personas al Gobierno y a las empresas? Fundamentalmente, flexibilidad de entrada y salida, adecuación de los horarios laborales a los escolares, facilitar el teletrabajo y una desconexión real, entre otras medidas”, ha concluido Ruipérez.

Un 65% de los padres tiene nuevas costumbres saludables con sus hijos

La web sobre embarazo, maternidad y cuidados de la mujer Soloparamadres.com, ha preguntado cuales son los mejores planes padre e hijos. De esta forma han podido averiguar cuales son los mejores planes que encantan tanto a los padres como a los hijos. Estos planes también varían mucho en cuanto a la edad, pero algunos de ellos son comunes para todos.

  • Jugar a juegos juntos. Con la llegada de la pandemia los juegos tanto de mesa como en las consolas se vendieron casi tanto como las necesidades básicas, ya que todos querían estar entretenidos en casa después de las horas de colegio o trabajo. Un 85% de los padres descubrieron nuevos videojuegos con los que poder pasar tiempo junto a sus hijos, y un 68% enseñaron a sus hijos a jugar algunos juegos tan clásicos como el parchís, ajedrez, juegos de mímica… Las tecnologías no han estado reñidas con los juegos de siempre y esta costumbre ha llegado para quedarse.
  • Disfrutar de una película o serie. Dependiendo de la edad de los niños, la temática ha ido variando, pero un 74% de las familias han tomado el hábito de ver juntos varias veces a la semana una película o una serie, llegando incluso también a recuperar clásicos como Jurassic Park, ET o lanzarse a ver toda la saga de Star Wars.
  • Salir a pasear o hacer deporte. Cuando las medidas restrictivas comenzaron a dejar hacer deporte de nuevo, han sido muchas las familias que han comenzado a realizar algún deporte juntos. Un 43% de los padres salen a patinar, jugar a la pelota o sencillamente pasear con sus hijos, una actividad que hasta antes del confinamiento decían no realizar con tanta frecuencia.
  • Asistir a actividades culturales como el teatro o ir a un museo. Aunque el ocio ha estado parado durante mucho tiempo, el arranque está siendo lento pero seguro. Esta situación la han aprovechado el 26% de los padres, que han acudido con sus hijos regularmente a diferentes estilos de ocio cultural.
El confinamiento sufrido en España, ha abierto los ojos a muchas familias, en las que la convivencia estaba siendo cada vez menos a causa de las tecnologías. Y ahora, esas mismas tecnologías han servido para crear nuevos lazos familiares entre los padres y los hijos. Los padres han contado a soloparamadres.com tanto ellos como sus hijos han tomado nuevos hábitos en este pasado 2020 y no quieren que se acaben en sus vidas.

FAMS presenta una queja ante el Defensor del Pueblo por vulneración de sus derechos

La Federación de Asociaciones de Familias Monoparentales (FAMS) presentó el pasado mes de marzo una queja ante el Defensor del Pueblo por la vulneración de los derechos de las familias y de sus hijos e hijas con la reforma del sistema de permisos parentales introducida por el RDL 6/2019 de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación.

El pasado 18 de febrero la Asociación Madres Solteras Por Elección, ya presentó esta queja, ante el Defensor del Pueblo, testigo que recogen desde FAMS para apoyar esta iniciativa.

La aplicación de dicho Real Decreto Ley introdujo una serie de reformas en el ámbito laboral, entre otras en el sistema de permisos parentales y prestaciones asociadas, que amplían los derechos de cuidado de las y los menores en familias biparentales, propiciando a su vez avances en la consecución del derecho a la conciliación y a la igualdad de género. Esta reforma excluye de dichos avances a las familias monoparentales, a sus hijos e hijas, y a las y los menores en acogimiento dentro de estas familias.

Discriminación por indiferenciación

La principal desigualdad se produce en la ampliación del permiso y consiguiente prestación, por nacimiento, acogimiento y adopción para la segunda persona progenitora, de manera progresiva, desde las 8 semanas tras su entrada en vigor, hasta las 16 semanas desde el 1 de enero de 2021. (Art. 49 del Estatuto Básico del Empleado Público y art. 48 del Estatuto de los Trabajadores). Permite a las familias biparentales disponer de 32 semanas de permiso y la consiguiente prestación, para ejercer las labores de cuidado, frente a sólo 16 semanas en las familias con una sola persona progenitora con responsabilidades familiares. Además, a esta discriminación se le suma que el permiso de lactancia se extiende a la segunda persona progenitora, las familias biparentales cuentan con dos horas diarias para la atención del menor hasta los nueve meses o doce meses, frente a una hora en las familias monoparentales, aun cuando la dificultad objetiva para conciliar es mayor.

Por todo desde FAMS solicitan:

  • Establecer una duración adicional del permiso por nacimiento, acogimiento y adopción para la única persona progenitora con responsabilidades familiares en una familia monoparental, de tiempo igual al que disfrutaría el segundo progenitor/a en una familia biparental.
  • Establecer una duración adicional del permiso de lactancia para la única persona progenitora con responsabilidades familiares en una familia monoparental, de tiempo igual al que al que disfrutaría el segundo progenitor/a en una familia biparental.
  • Garantizar la prestación de corresponsabilidad del cuidado del lactante para la única persona progenitora con responsabilidades familiares en la familia monoparental.

La pandemia aumenta en un 40% las peticiones de ayuda de familias monomarentales para manejar el estrés

Según datos del informe Monoparentalidad y empleo, elaborado por la Fundación Adecco, el 80% de las mujeres que lideran familias monomarentales han visto empeorar su situación laboral y económica con la pandemia, un hecho que tiene un impacto directo sobre su salud mental y emocional y sobre la forma en que pueden ejercer la crianza de sus hijos e hijas. Así lo corroboran desde los Centros Crece Bien de Madrid, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje, donde han visto aumentar en un 40% las peticiones de ayuda de familias monomarentales desde el inicio de la crisis sanitaria.

“Las familias monomarentales llegan reportando muchas más dificultades, tanto emocionales como logísticas, que las familias tradicionales. Ser el único progenitor en tiempos de pandemia multiplica la carga emocional”, afirma Sonia Martínez, psicóloga y directora de Crece Bien, que explica que entre las emociones más habituales están viendo “mucho estrés, mucho sentimiento de culpa al no poder atender bien a los menores, y miedo e incertidumbre a que les pueda pasar algo (a un menor o a ellas mismas), a perder el trabajo o a no poder sacarlo adelante”. Unas emociones a las que se suma la carga de quehaceres y las responsabilidades domésticas y laborales “casi las 24 horas del día, sin un momento para el descanso, la calma o el autocuidado”.

Respecto al sentimiento de culpa, a la sensación de no estar haciéndolo bien que expresan muchas madres que crían en solitario, Sonia Martínez destaca la importancia de tranquilizar a las progenitoras, “ya que ningún niño o niña necesita madres perfectas, sino madres cercanas que expresan cómo se sienten, que piden perdón si se equivocan, que buscan soluciones a los problemas y que, aunque estén pasando un mal momento, demuestran a sus hijos que les quieren, que están juntos y que eso no va a cambiar”.  En opinión de la experta, a los niños, ver que sus madres se equivocan y que en algún momento se sienten desbordadas, “también les ayuda a normalizar las emociones y los errores y a aprender que cuando las cosas fallan, lo mejor es buscar soluciones, perseverar y ser constantes para mejorar la situación”.

La importancia de la educación emocional en las familias monomarentales

Para Sonia Martínez, la educación emocional es importante “siempre, pero más si cabe cuando se presentan momentos difíciles” como los que nos toca vivir. Esto, explica, se debe en parte a que las situaciones son vividas según las interpretamos, y esas interpretaciones están teñidas inevitablemente por lo que sentimos. “Si aprendemos a interpretar mejor lo que nos pasa y a manejar mejor lo que sentimos, nos será más fácil hacer frente a la adversidad”, añade la directora de los Centros Crece Bien, que recuerda manejar las emociones y pensar e interpretar las situaciones “es algo que se aprende y que da mejor calidad de vida”.

Manejar las emociones y pensar e interpretar las situaciones “es algo que se aprende y que da mejor calidad de vida”.

Según la experta, este manejo emocional “es más importante si cabe” en las familias monomarentales, ya que la situación de las progenitoras es más complicada por la carga emocional y mental que arrastran. En ese sentido, Martínez señala que la educación emocional puede aportar muchos beneficios a las familias monomarentales, entre ellos mejoras “en la organización del tiempo y de las tareas, en la flexibilidad ante los cambios, en la comunicación y en la gestión de las emociones en la familia”.

Sonia Martínez, por último, ofrece a las madres de familias monomarentales que se encuentren superadas por las circunstancias una serie de consejos para afrontar la situación provocada por la pandemia:

  1. Según la experta, que las madres piensen qué les gustaría que hiciesen sus hijos o hijas cuando sean mayores si se encuentran en las mismas circunstancias, es algo que les dará pistas de qué hacer: “Algunas veces, como madres, no nos permitimos un tiempo de descanso, saltarnos alguna norma o asistir nosotras mismas a sesiones de psicología, pero, sin embargo, sí es algo que desearíamos para ellos en las mismas circunstancias. Es importante pensar que somos sus modelos y que, si nos ven permitirnos esos descansos, esa búsqueda de ayuda, será más probable que ellos lo hagan si alguna vez están en la misma situación”.
  2. Mantener una buena comunicación: “Si los hijos ven a las personas de referencia abrumadas y, además, no saben qué está pasando, se pondrán más nerviosos. En cambio, si les explicamos el porqué de las cosas, se podrán sentir más tranquilos”.
  3. Acordar unos compromisos en familia: para el reparto de tareas de casa, para el establecimiento de unas normas, para crear espacios de tranquilidad en los que cada miembro de la familia encuentre un lugar en la casa para hacer aquello que le ayuda a sentirse bien…
  4. Ver los errores y las dificultades como oportunidades para los niños y para las propias madres: “Eso pasa necesariamente por transformar el pensamiento de que todo va mal por el pensamiento de qué estamos en camino, aprendiendo, poniendo en marcha pequeñas acciones para mejorar”, concluye Martínez.

Los adolescentes son un colectivo al que “atender urgentemente” por el impacto en su salud mental de la pandemia

Ángel Saavedra, psicólogo sanitario, presidente de Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG) y director de Lamar – Escuela de Psicoterapia Gestalt de Málaga, insiste en que “las restricciones a las que estamos sometidos por las medidas tomadas para hacer frente a la Covid-19 están frustrando muchas necesidades propias de la adolescencia que ni siquiera el gran desarrollo tecnológico puede cubrir”.
 

 

La adolescencia está siendo uno de los colectivos más olvidados durante la pandemia de la COVID-19. Por un lado, a diferencia de lo que ocurre con la tercera edad, el virus apenas se ha cebado con sus integrantes.  Por otro, las alertas sobre el impacto que los confinamientos y las medidas de distanciamiento social pueden tener sobre el desarrollo y sobre la salud mental se han centrado sobre todo en niños y niñas menores, dejando a los adolescentes en una especie de limbo. “Se ha dado por hecho que los adolescentes cuentan con herramientas, actitudes y capacidades propias de los adultos para enfrentar situaciones como la que vivimos, pero lo cierto es que este grupo de población aún no las ha desarrollado, lo que los ha dejado en una situación de vulnerabilidad”, afirma Ángel Saavedra, psicólogo sanitario, presidente de Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG) y director de Lamar – Escuela de Psicoterapia Gestalt de Málaga.

Saavedra recuerda que la adolescencia comprende un periodo vital que conlleva una serie de características propias en el comportamiento: desde la transgresión, hasta la necesidad permanente de estar con iguales, pasando por la búsqueda de nuevos límites psíquicos y físicos. “Todo esto ha quedado truncado a causa de la pandemia. Las restricciones a las que estamos sometidos por las medidas tomadas para hacer frente a la Covid-19 están frustrando todas esas necesidades propias de la adolescencia que ni siquiera el gran desarrollo tecnológico puede cubrir”, reflexiona el experto, que apunta también al impacto del cierre de los centros educativos durante el último trimestre del curso pasado y al hecho de que, con la vuelta a las aulas, los adolescentes sean quienes menos las estén pisando y quienes más estén teniendo que hacer uso de las clases online: “Numerosos estudios y modelos demuestran que el entorno educativo permiten a los adolescentes desarrollar y construir un modelo de resiliencia, ya que el grupo les brinda apoyo y afecto. Como sociedad debemos atender estas necesidades, no podemos dejar que se queden en pausa porque sus vidas no están pausadas”.

La consecuencia de este impacto, según el presidente de la AETG, se está traduciendo en muchos casos en altos niveles de frustración e impotencia que derivan en un aumento de la agresividad y, a su vez, en un incremento de la apatía, la desgana e, incluso, de estados ansiosos depresivos. “Los adolescentes son un colectivo al que atender urgentemente. Hay que incluirlos necesariamente en los planes estratégicos de salud mental que se desarrollen para hacer frente a la cuarta ola de la pandemia, que todos coinciden en señalar que será psicológica. Tendríamos que escuchar sus necesidades, sin juicios ni incriminaciones, para poder trabajarlas y ver cómo poder gestionarlas de una manera responsable. Los adolescentes se han visto en un mundo en el que todo son restricciones y, por el contrario, pocas medidas se orientan a saber de ellos, a conocer qué les pasa, cómo viven esta cantidad de normas que delimitan de una manera casi total sus ganas naturales de salir al mundo”, argumenta.

“Ayudar” a los adolescentes a pedir ayuda

Como reconoce Ángel Saavedra, los adolescentes son un colectivo al que “le cuesta trabajo” ir al psicólogo. Sin embargo, matiza, la pandemia ha provocado “un repunte en la demanda” de atención psicológica para este grupo de población. “A veces vienen empujados por sus padres, que ven que hay algo que no va bien, que están muy transgresores o que se están deprimiendo y aislando socialmente. En otras ocasiones, son los orientadores y tutores del instituto los que detectan estos comportamientos anómalos y dan la señal de alarma. En todo caso, me preocupan más aquellos que están pasando desapercibidos y no están siendo atendidos adecuadamente”, explica.

Según los resultados de una investigación llevada a cabo por expertos en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia de la Universidad Miguel Hernández de Elche, el 85,7 % de los padres constataron durante los meses de confinamiento estricto cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos, siendo los síntomas más habituales la dificultad de concentración, el desinterés, la irritabilidad, la agitación, el nerviosismo, los sentimientos de soledad, la inquietud y la preocupación.  

“Desafortunadamente muchos adolescentes llegan a nuestras consultas en muy mal estado psíquico. Por eso es importante que los padres les prestemos atención y los observemos, porque al final estos cambios no se dan de forma radical, sino que se producen poco a poco”, asegura el psicólogo, que señala la necesidad de estar atentos a cambios de conductas sutiles (falta de contacto con el mundo exterior, desgana, falta de ilusión, descuido personal, poca empatía, cambios fuertes de estados de ánimo, ideas disruptivas) que pueden dar la señal de alarma de que algo les está pasando sin saber cómo gestionarlo.

Detectados esos posibles síntomas, Ángel Saavedra recomienda “la escucha activa, una mirada compasiva y empática sin juicios y sin reproches” para acercarse a los adolescentes. “Podemos recordar nuestra adolescencia. Imaginar cómo nos hubiéramos sentido nosotros si esto que estamos viviendo lo hubiéramos pasado a su edad. Nuestras primeras salidas, los primeros encuentros amorosos, los primeros desafíos, los primeros desengaños, nuestras primeras veces… Todo ello ha sido truncado por la pandemia y unas medidas de restricción que duran ya más de un año”.

Esa mirada empática es “fundamental” para el psicólogo, ya que en, en su opinión, para “ayudarles a pedir ayuda” los adolescentes no se tiene que ver culpabilizados y, a la vez, tienen que entender que esa búsqueda de ayuda se asume con total normalidad. “Hay que hacerles ver que ir al psicólogo no es un castigo por su comportamiento disruptivo, sino una salida al mismo. El objetivo es poderles facilitar una vía de escape a lo que están viviendo y sintiendo, una solución a las vivencias que están ocasionándoles problemas en su día a día”, concluye.

Consejos y cuentos para abordar el duelo infantil ante el covid

Afrontar la muerte no es fácil, y en la actual situación de la pandemia de covid, menos aún. El distanciamiento social y las diferentes limitaciones hacen que el duelo esté siendo especialmente complicado en el último año. Cuando este duelo afecta a los más pequeños, muchas familias no saben cómo hacerle frente.

Así, Silvia Álava Sordo, Doctora en psicología clínica y de la salud colaboradora de Funespaña, recalca la importancia de contar con recursos y herramientas que puedan ayudar a explicar una pérdida a los más pequeños de la casa “con el objetivo de educar desde la edad temprana para establecer unas pautas psicológicas saludables de la relación de los niños con la muerte”.

  • Decírselo según se recibe la noticia: hay una creencia generalizada de que al protegerles de la muerte les ahorramos sufrimiento, pero verán tristeza, llantos y malos ratos alrededor; hay que explicarles lo ocurrido para no generarles incertidumbre, algo que no van a saber gestionar.
  • Ponerse a su altura y tratarlo con naturalidad, empatizando con sus emociones: para que se sientan escuchados y atendidos es importante, a la hora de comunicar, mirar a los ojos. Además, es bueno que vean las emociones reales, por lo que no hay que aparentar o aguantar el tipo.
  • Adaptación del lenguaje en función de su edad: es importante saber qué cosas pueden facilitar a los niños la comprensión de la muerte según su edad y qué aspectos son convenientes evitar, ya que pueden complicar le proceso. Generalmente, los niños son muy buenos recogiendo y captando información, sin embargo, por su propio desarrollo cognitivo, evolutivo y madurativo, no siempre lo entienden bien.
  • Sinceridad en las repuestas: tendrán muchas preguntas sobre lo sucedido, y puede que no sepas o tengas las respuestas. En ese caso, es mejor decir “no lo sé” a inventarnos las respuestas.
  • Intentar restablecer la rutina: es algo que ayuda, sobre todo, a los niños. Que su rutina no sea demasiado alterada, les aportará seguridad y confianza. No obstante, lo prioritario en este momento es atender a sus necesidades emocionales, interiorizar la pérdiday hacer el duelo de la forma más sana posible.

“Ante una pérdida, lo más probable es que surjan muchas preguntas y responderles con sinceridad será clave para transmitirles seguridad. Además, debemos animarlos a expresar sus sentimientos para que sientan nuestro apoyo y gestionarlo de la mejor manera posible. Siempre será una situación difícil, pero en estos momentos en los que no nos podemos despedir, en los que no habrá velatorios y los funerales tienen que aplazarse, es todavía más complicado”, comenta Silvia Álava Sordo, Doctora en psicología clínica y de la salud colaboradora de Funespaña.

Cuentos para aprender a decir ‘Adiós’

A través de la lectura se puede ayudar al niño a entender mejor una pérdida. Con el objetivo de establecer herramientas docentes de ayuda eficaces, y de distintas visiones para mostrar a los niños la realidad de la muerte como parte del ciclo de la vida, la Revista Adiós Cultural, editada por Funespaña, convoca cada año un concurso de cuentos infantiles. Funespaña ha subido tres de estas obras originales a Internet con la idea de ponerlas a disposición de todas las familias que lo deseen de forma totalmente gratuita.

  1. ¡Me muero de chicle!, de Laura Arnedo: “es una obra que logra explicar muy bien el concepto de la muerte y acierta a transmitir con lenguaje ingenuo y sencillo la percepción de la muerte para un niño,consiguiendo hacer una excelente descripción de las emociones. La historia está narrada por una niña y subraya la igualdad a través de un lenguaje inclusivo y que se refuerza también con una imagen que ya empieza a ser más habitual, la de las niñas jugando al fútbol en los patios de los colegios
  2. Pim, pam, pim, pam de Virtudes Olvera, quien explica de su relato: “Es la muerte, como concepto, algo inaprensible para las personas más menudas. Y un tema incómodo de tratar para padres y madres ya que el dolor que conlleva la pérdida es una emoción de la que intentamos salvar a los hijos a los que queremos ver siempre alegres y felices. Sin embargo, las emociones negativas también forman parte de la vida y son igualmente necesarias en nuestra construcción como personas. A partir de ahí, debemos enseñar a cómo gestionarlas para que la percepción de nuestros niños/as sea de normalidad. Por ello, en el relato he intentado poner de manifiesto esa necesidad de no huir de lo desagradable. También me pareció fundamental el asunto de la dosificación de la información. Cuánto contamos a nuestros/as hijos/as dependerá de la madurez que tengan en cada momento. Tratémosles, además, con el respeto que merecen, sin insultar su inteligencia. Otro aspecto importante es el de construir excelentes puentes comunicativos: debemos ser referentes estables, personas confiables, adultos que contestan a sus mil dudas y que no se esconden ni huyen. Por eso el diálogo es fundamental. Y por supuesto el formato de la explicación debe reconocerse como espacio común por los niños y niñas: el juego es ese espacio común. En ese ámbito los/as pequeños/as se sienten cómodos y todo parece más amable, incluso lo que no lo es. En cuanto a la muerte en concreto, resulta fundamental reconocer su existencia como parte de la vida, asumiendo nuestra mortalidad. Y sabiéndonos conocedores del tiempo que tenemos, debemos educar en un amor por la vida, en un disfrute de todo lo que nos rodea y en un no olvidar a los que nos precedieron porque a través de su recuerdo todos y todas somos, también durante un tiempo, un poco inmortales.
  3. Calimero y mi tía, la de las gallinas de May Flores Manzano, cuya idea nació de la pérdida del hámster de sus sobrinos quienes, en un principio, aún guardaban la esperanza de que el animal solo estuviera muerto por un corto periodo de tiempo, como les pasa a menudo a los personajes de ficción de las películas, de los videojuegos o de sus dibujos animados favoritos. “Ante esta situación, aparece el planteamiento de conocer cuál es el significado del término muerte para ellos; qué sentimientos les despierta, qué preguntas les rondan por la cabeza. Sin duda, el ritual del fallecimiento es harto conocido por los niños e incluso utilizado en sus juegos, y la curiosidad innata en los pequeños siempre está presente, aunque no vivan un duelo directo.  Ellos saben que, con la muerte, algo cambia en nuestras vidas; tienen sus propias ideas y las representan a su manera e intentan imitar los ritos de los mayores, sin saber exactamente qué significan, tal como hacen Ada y sus amigos en el cementerio de los animales. Sin embargo, la muerte les cambia la vida cuando entra en ésta y les arrebata a los que tanto quieren, como una mascota o un familiar con el que guardan una estrecha relación, sobre todo cuando descubren que estos seres queridos no volverán a estar nunca más vivos entre ellos, como sus personajes de ficción. Cualquier duda o incertidumbre generada por esta circunstancia puede convertirse en un dolor profundo que no saben gestionar. Entonces es importante que un adulto los acompañe en el triste descubrimiento de la pérdida y les hable con sinceridad y de la manera más simple posible sobre sus conocimientos en esa relación tan inseparable entre la vida y la muerte. Ada encuentra en su tía Conce a esa persona que la ayuda a entender sus miedos y sus interrogantes cuando esto le ocurre. Y de alguna manera, sin ninguna de las dos saberlo, la tía prepara a la niña para que ella sola sepa enfrentarse a ese dolor cuando surja de nuevo; para que aprenda que la muerte es esa parte inevitable que hay que aceptar como una etapa natural de la vida, en la que cada recuerdo será un aliento de ese ser que se fue”.

La Revista Adiós Cultural, siguiendo con su compromiso con la cultura y enmarcado dentro del programa de responsabilidad social corporativa, acaba de abrir la convocatoria de la edición de 2021.

Además, desde la primera ola de la pandemia, Funespaña está ayudando gratuitamente a las familias a través de guías, vídeos y talleres virtuales, con el objetivo de ayudarles a reconocer las fases del duelo y aprender mecanismos para superarlo.

Ver dibujos animados, ¿engorda?

Una tesis analiza la influencia de los dibujos animados en la obesidad infantil y concluye que los menores de nueve años son propensos a adquirir malos hábitos por causa de este tipo de contenidos.

 

Por Eva R. Soler

 

Después de ver una famosa serie protagonizada por una esponja, a Clara, de siete años, le apetece mucho comerse una hamburguesa. Con toda probabilidad, en el deseo de Clara ha influido la aparición espontánea de este tipo de alimento mientras veía el capítulo de su serie favorita de dibujos animados. Es lo que en marketing se conoce como los emplazamientos de comida sin marca, dado que la regulación existente prohíbe incluir marcas en este tipo de formato de contenidos dirigidos al público infantil.

La influencia que los niños reciben cuando hacen uso de los medios de comunicación es uno de los múltiples factores que producen problemas de sobrepeso y obesidad infantil y en este hecho se ha centrado una tesis doctoral de la Universidad Loyola de Sevilla. El principal resultado de este trabajo realizado por María Victoria Villegas y dirigido por María José Montero Símo y Rafael Araque Padilla, es que los alimentos que aparecen de forma espontánea en los contenidos y series dirigidas a niños influyen más cuando son de menor valor nutricional y, sobre todo, a los niños menores de nueve años.

Montero y Araque, ambos expertos en Comercialización e Investigación de Mercados, afirman que los dibujos animados representan una fuente de modelado importante para los niños: “Desafortunadamente, los alimentos de bajo valor nutricional parecen tener más efectos en los pequeños que los de alto valor nutricional. Una de las posibles razones es que este tipo de alimentos (hamburguesas, pizzas, salchichas, sandwiches, pasteles, bollería, bebidas azucaradas…) aparece asociados a entornos de celebración y alegría en mayor proporción que las frutas y las verduras y esto repercute en los comportamientos alimentarios que van desarrollando los niños”.

Para llevar a cabo este trabajo, María Victoria Villegas realizó un análisis de contenidos, una revisión sistemática de la literatura existente y un experimento con una muestra de edades comprendidas entre los 7 y los 11 años. La investigadora analizó la frecuencia, la forma y la naturaleza educativa en la que los emplazamientos aparecen; si existen diferencias según el público objetivo y el origen geográfico de las series; además de investigar si la aparición espontánea de los alimentos tenía efectos sobre la elección posterior que realizan los niños, según el tipo de comida, la modalidad y la edad de los menores.

Los resultados del análisis de contenido arrojaron que los emplazamientos de comida son frecuentes (se producen cada cinco minutos) y prominentes. La prevalencia de los mensajes menos y más recomendables en materia de nutrición fue similar. Sin embargo, a media que el público objetivo de las series era mayor, la naturaleza educativa disminuía. En cuanto al origen geográfico de las series, también se hallaron diferencias: las series norteamericanas resultaron ser menos recomendables en materia de nutrición. Del experimento se desprende, que los emplazamientos de comida que aparecen en los dibujos animados influyen cuando los alimentos son de bajo valor nutricional y los participantes tienen edades inferiores a 9 años.

 

Pero, ¿por qué aparecen este tipo de alimentos de bajo valor nutricional en vez de otros más saludables? Los directores de la tesis responden:

“Por un lado, los dibujos animados tratan de reflejar la realidad sociocultural del país de origen de la serie. Se busca representar los alimentos habituales que consumen los niños en diferentes contextos sociales (hogar, fuera del hogar, ocasiones especiales como fiestas, cumpleaños…). De hecho, son las series norteamericanas (donde los hábitos alimentarios de la población suelen ser culturalmente menos saludables) las que integran más representaciones de comida menos saludable. Por otro lado, este tipo de alimentos tiene más atractivo para los niños y suele asociarse a contextos de premio, celebración, placer…

Y, ¿Cómo se demuestra la influencia de los dibujos animados en la obesidad infantil? Montero y Araque indican que la relación directa entre visualización de los dibujos y la obesidad es difícil de establecer ya que en el sobrepeso intervienen muchos factores y que la influencia a través de los medios es sólo una variable más: “Lo que se ha demostrado es que la visualización de alimentos no saludables influye en una actitud más positiva hacia ese tipo de productos, así como en una mayor probabilidad de elección y consumo inmediato. Esto implica que, sobre todo en familias donde la educación de hábitos alimentarios está más ausente, el efecto de la visualización de esos alimentos en los dibujos animados puede tener una mayor relevancia en problemas futuros de sobrepeso”.

El estudio considera que para revertir las influencias negativas de los dibujos animados en la obesidad infantil es necesario el diálogo y la acción conjunta de diversos agentes: padres, colegios, industrias alimentarias, diseñadores de dibujos animados, organismos públicos y sociedad en general.

 

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?

Para evitar los efectos negativos que los dibujos animados pueden producir en la salud nutricional de sus hijos, los directores de la tesis recomiendan: “Los padres deben hacer un esfuerzo por conocer qué están viendo sus hijos tanto en televisión como en dispositivos móviles para observar posibles influencias. Por supuesto, hay que hablar con los hijos para ver sus preferencias de alimentación y hacerles ver los efectos dañinos de algunos alimentos”. La tarea educativa de los padres, añaden, depende en buena parte de que tengan un cierto conocimiento del carácter saludable o no de los alimentos y esto no puede darse por supuesto: “Por ejemplo, muchas familias piensan que los zumos industriales son bebidas saludables cuando, generalmente, no es así (por las altas dosis de azúcar que contienen)”. Por otro lado, los padres deben ser conscientes de dos aspectos más. Uno, el poder de influencia de compañeros y amigos y dos, el poder de insistencia de los niños para conseguir los productos que les gustan o que les atraen. A veces, los padres ceden a esta presión por cansancio o por compensar la falta de tiempo que pasan con sus hijos. Aquí también tiene una gran relevancia la comunicación que las empresas hacen en el punto de venta a través del envase de los alimentos dirigidos a los niños. Sopesar todo esto a la hora de comprar es importante, alertan Montero y Araque.

 


¿QUÉ SE PUEDE HACER DESDE LOS COLEGIOS?

María José Montero y Rafael Araque opinan que desde los colegios se puede trabajar en tres ámbitos:

  1. Educación: importancia de alimentación sana, de comer determinados productos y evitar o disminuir el consumo de otros. Cómo reconocer qué productos son más o menos saludables. Fomentar la actividad física.
  2. Cuidar la comida que se sirve en el propio centro, tanto en la comida que se sirve en los comedores como en las máquinas expendedoras
  3. Trabajar para que el colegio tenga una imagen de lugar saludable. Por ejemplo, a través de iniciativas como la puesta en marcha de huertos urbanos en el propio centro.