‘Acercar el arte a los niños’ es decir algo casi innecesario. Y ¿por qué? Pues es sencillo, porque ellos son artistas desde muy temprana edad. Solo hay que observar sus construcciones a partir de objetos desechados y también sus dibujos. Estos comienzan siendo curiosas abstracciones y evolucionan en imposibles perspectivas o en ‘seres de otros mundos’.






