Sistematizar los apoyos ordinarios para aplicar programas intensivos, estructurados y bien fundamentados, en grupos reducidos, a aquellos niños que empiezan a mostrar sus primeras dificultades en habilidades vehiculares parece una idea sensata. Para muchos estudiantes, las brechas en la adquisición de habilidades como la lectura, se abren muy temprano. En muchas ocasiones, las diferencias respecto al resto del alumnado se amplían día a día y, de no abordarlas, persisten hasta la adolescencia. En la lectura, por ejemplo, esto puede conllevar efectos secundarios muy negativos como una menor adquisición de vocabulario y conocimiento. Tratar de actuar rápido, antes de que esas brechas se amplíen, resulta esencial.